MÁS SANTO TOMÁS (008)
SANTO TOMÁS DE AQUINO
0. Vida y obras.
Nace en 1225 en el castillo de Rocaseca, cerca de Nápoles. Sus primeros estudios los realiza en la Abadía de Montecasino . El emperador expulsa de allí a los monjes y va a estudiar a Nápoles, ingresando con 20 años en la Orden de Predicadores (dominicos), a pesar de la oposición de sus padres que lo secuestran, pues sueñan con hacerle abad del Monasterio de Montecasino. Se escapa del secuestro descolgándose por una ventana y va a estudiar a París, donde estudian los grandes filósofos de la época. Allí conoce a San Alberto Magno que le introduce en el pensamiento aristotélico. En 1256 es nombrado profesor de Teología en París y los alumnos acuden en masa a escucharle, hecho que provoca celos entre los profesores. Posteriormente, es llamado a enseñar en la corte pontificia. Allí tiene acceso a traducciones latinas de casi todas las obras de Aristóteles y comienza a comentar las obras de “el Filósofo”. Más tarde, volverá a dar clases en París y finalmente regresa a Nápoles donde termina de escribir la Suma Teológica y muere a los 49 años.
Sus obras más importantes son:
* Comentarios: - a la Sagrada Escritura
-a las Sentencias de Pedro Lombardo
-a Aristóteles
* Sumas: Contra los Gentiles
Suma Teológica
En estas dos obras se contiene todo su pensamiento filosófico y teológico.
1. El problema de la realidad y el conocimiento.
1.1. Las relaciones entre la fe y la razón.
Para Santo Tomás, el sistema aristotélico es la máxima expresión del saber que puede alcanzar la mente humana: se trata de una filosofía verdadera que expresa de forma incontestable el conjunto de la realidad. Pero él también es un profundo creyente en la verdad de la religión cristiana y considera que el Creador ha revelado a los seres humanos una verdad inmutable y eterna. Por eso, el problema más importante para él es el de cómo hacer compatibles las tesis filosóficas descubiertas por la inteligencia humana (es decir, la filosofía aristotélica), con las tesis transmitidas por la palabra de Dios (es decir, la religión cristiana). Se trata de estudiar si hay contradicción entre ambas y, si la hubiera, decidir cuál de las dos fuentes de conocimiento ha de tener mayor importancia.
Santo Tomás resuelve esta cuestión distinguiendo entre tres tipos de verdades:
- unas son verdades de la razón que nada tienen que ver con la fe (como la de que la suma de los tres ángulos de un triangulo es 180º)
- otras son verdades de la fe que nada tienen que ver con la razón y que han sido reveladas por Dios (como el misterio de la Santísima Trinidad o el que Jesucristo sea divino a la vez que humano), a las que Santo Tomás denomina “artículos de fe”
- y otras, finalmente, son verdades que pertenecen a los dos campos y que son denominadas “preámbulos de la fe”. Estas últimas están situadas en una zona de intersección entre ambas y, por lo tanto, son verdades reveladas que pueden a la vez ser demostradas racionalmente (o verdades racionales que coinciden con las creencias que debemos aceptar por la fe). Cuando se ocupan del mismo tema, deben de decir lo mismo. Se trata de ideas como la inmortalidad del alma, la existencia de Dios( se concreta en las cinco vías), o la creación del mundo.
Las relaciones entre la fe y la razón deben ser de colaboración. Santo Tomás admite que la razón puede acudir en auxilio de la fe, ayudando por ejemplo a convencer a los escépticos de la verdad de las creencias religiosas (como en la Summa contra gentiles). Sin embargo, en caso de que la razón llegara a conclusiones contrarias a la
fe, Santo Tomás afirma que esas conclusiones serán necesariamente falsas, y el filósofo deberá revisar sus razonamientos.
Distingue entre teología y filosofía. La filosofía y la teología son ciencias que poseen objetos, métodos y criterios diferentes, y cada una de ellas, en su campo, es autónoma y autosuficiente.
La razón es la que se encarga de conocer el mundo natural y a través de ella conoce y obtiene sus verdades la filosofía .La fe conoce el mundo sobrenatural y con ella la teología adquiere las verdades reveladas.
La fe es, por tanto, el criterio último de la verdad. Esto es consecuente con las profundas creencias cristianas de Santo Tomás: piensa que Dios no puede estar equivocado cuando nos transmite sus enseñanzas, y que aunque en la mayor parte de los casos Dios y la razón humana van unidos, la razón a veces comete errores y debe ser corregida.
1.2. El conocimiento.
Santo Tomás sostiene, en consonancia con la filosofía de Aristóteles, que para que el alma pueda conocer necesita recibir conocimientos a través de los sentidos, a través del cuerpo. Afirma que todo nuestro conocimiento comienza por los sentidos que nos ofrecen datos particulares, y se va elevando progresivamente por medio de la abstracción hacia los universales.
El proceso de conocimiento es el siguiente:
a) Los sentidos captan los objetos particulares, las “especies sensibles impresas” (veo a Juan o Ana) y las registran en la imaginación (genero la imagen de Juan o Ana) dando lugar a las “especies sensibles expresas”. Estas imágenes ya están despojadas de materia y la forma se encuentra en ellas sólo en potencia.
b) El entendimiento agente despoja a las imágenes de las particularidades que contenían y extrae las formas que tenían en potencia. Estas formas nunca se encuentran aisladas sino que deben ser extraídas por el entendimiento agente. A este proceso se le llama abstracción. El resultado son las “especies inteligibles impresas”. (Concepto de ser humano)
c) El entendimiento agente pasa esas formas al entendimiento pasivo o paciente quien conoce las esencias de las cosas, los conceptos, es decir, las “especies inteligibles expresas”. Y será capaz de emitir juicios.
d) El entendimiento vuelve su mirada a la imagen y reconoce en ella al individuo al que puede aplicar el concepto universal. (Juan es un hombre. Ana es una mujer).
Santo Tomás piensa que los humanos venimos al mundo sin ningún conocimiento universal: no tenemos ningún conocimiento innato que tengamos que encontrar buscando en nuestro interior, sino que al nacer nuestro entendimiento se encuentra vacío. Sólo a través de la experiencia sensible y el proceso de abstracción que realiza el entendimiento agente se irá rellenando nuestro entendimiento con los universales que vayamos descubriendo. Estos universales son reales pues han sido creados por Dios, pero nosotros sólo los encontramos a través de los particulares sensibles.
El objeto de conocimiento para Santo Tomás es la verdad y ésta es solo una porque procede de Dios. La define como la adecuación entre el entendimiento y el objeto.
1. 3. La realidad como Creación de Dios.
Uno de los objetivos de la filosofía de Santo Tomás es explicar racionalmente las creencias cristianas. Y una de esas creencias fundamentales es la afirmación de que Dios, el Ser Supremo, ha creado de la nada el mundo en el que vivimos. En esto el punto de vista cristiano es muy distinto del de la Antigüedad griega y romana. Para los antiguos, la naturaleza o el universo es algo que existe por sí mismo y ha existido así eternamente, sin comienzo ni final. Para el cristianismo, por el contrario, la naturaleza o el universo existen porque Dios ha querido crearlos, y además los ha creado de la nada, sin utilizar materia ni modelos preexistentes.
El Creador no debe confundirse con la obra. La diferencia fundamental entre Dios y el mundo es que Dios es eterno y necesario, mientras que los seres creados son contingentes, es decir, existen pero podrían no existir. Para explicar racional o filosóficamente en qué consiste la creación del mundo, Santo Tomás se basa en la distinción entre esencia y existencia (que toma del filósofo árabe-persa Avicena).
Esencia es lo que un ente (una cosa) es, y existencia es el hecho de que ese ente exista realmente. Así, un unicornio tiene esencia (un cuerpo de caballo con un cuerno en mitad de la frente) pero no existencia, mientras que un ser humano tiene esencia (es un animal racional) y existencia. La esencia de un ente se expresa en su definición, que comprende el conjunto de características que posee ese ente. Para Santo Tomás, todos los seres creados son compuestos de esencia y existencia, es decir, que examinando los rasgos que componen su esencia no podemos determinar si ese ente existe efectivamente o no (la definición de unicornio no nos permite concluir si existen de verdad o no, pues en cuanto que definiciones de esencias, no se distinguen en nada la definición de los unicornios y la de los seres humanos). La existencia de las cosas no es un rasgo más que esté contenido en su esencia, sino algo añadido, lo cual, a su vez, se deriva del carácter contingente, no necesario de todos los seres creados. Con esto, Santo Tomás se opone frontalmente a la demostración de la existencia de Dios que había ofrecido San Anselmo.
Pero la distinción entre esencia y existencia no se aplica a Dios. Él es el único ente cuya esencia implica existencia, es decir, su naturaleza exige que exista. En Dios, por tanto, esencia y existencia se identifican, mientras que en todos los seres creados la existencia es “añadida”. Y es Dios, evidentemente quien “añade” esa existencia y crea las cosas del mundo.
Utilizando la distinción aristotélica entre potencia y acto, Santo Tomás complementa su explicación combinando las cuatro nociones (esencia, existencia, potencia y acto): La esencia es para Santo Tomás potencia, y la existencia es acto, es decir, la existencia es el acto de la esencia. Un ser existe realmente cuando su esencia pasa de ser meramente potencial (como posibilidad de existir) a acto realmente existente. Y eso sólo lo puede hacer un ser que es eterno, que no tiene que desplegar sus potencias porque ya están desplegadas desde toda la eternidad, es decir, un acto que al no tener nada de potencia sea acto puro, es decir, Dios. De este modo, explica Santo Tomás cómo todas las cosas creadas dependen del Creador.
Por otro lado, Santo Tomás afirma que todas las cosas creadas están jerarquizadas, es decir, Dios ha creado los distintos seres existentes con distintos grados de perfección: sus esencias son distintas y unas son, inevitablemente, más perfectas que otras en función de su cercanía con Dios. El grado máximo de perfección alcanzan los ángeles, que son formas sin materia. A continuación se sitúan todos los seres corpóreos, compuestos de materia y forma. Los seres humanos, que están dotados de formas (almas) inmortales (ya que están hechos a imagen y semejanza de Dios), son los más perfectos; después se sitúan los animales, luego los vegetales, luego los seres inertes (las piedras) y por último los elementos primeros (el fuego, el agua...).
2. El problema de Dios
Para Santo Tomás, demostrar la existencia de Dios es necesario y posible. Es necesario porque la existencia de Dios no es evidente. La proposición “Dios existe” es evidente porque en ella el predicado está incluido en el sujeto pero no es evidente respecto a nosotros que desconocemos la naturaleza divina y, por lo tanto, necesita demostración. Posible porque gracias a las cosas sensibles que son de una naturaleza parecida a la nuestra (efectos), podremos llegar a Dios (causa).
Santo Tomás rechaza la demostración a priori(argumento ontológico) de San Anselmo porque considera que esta demostración comete el error de saltar del orden mental al orden real. La demostración de San Anselmo consistía en afirmar que la existencia en nuestra mente de un ser perfecto conllevaba su existencia porque es más perfecto lo que existe que lo que no existe.
Cree que en el caso de la demostración de la existencia de Dios sólo es posible hacer una demostración a posteriori, pues en este caso tenemos que partir de los efectos de Dios (la Creación) y a partir de lo que observamos en el mundo llegar a la conclusión de que su causa, Dios, tiene que existir.
Para ello, Santo Tomás elabora cinco argumentos para demostrar la existencia de Dios, las llamadas cinco vías. Se trata de demostraciones que parten de distintos hechos de experiencia, de distintos fenómenos sensibles, y se remontan a sus causas. Las cinco vías vienen a decirnos que la naturaleza es algo incompleto, imperfecto y relativo, que no puede comprenderse sin presuponer algo completo, perfecto y absoluto, que es Dios. Las cuatro primeras vías tienen una estructura argumentativa parecida (aunque el punto de partida es distinto cada vez):
a) Constatación de un hecho de experiencia (p.ej.: que las cosas se mueven).
b) Aplicación del principio de causalidad o principio metafísico al hecho constatado (p.ej.: si algo se mueve es porque otra cosa es la causa de su movimiento, si algo existe es porque otra cosa es la causa de su existencia, si algo está ordenado es porque otra cosa es la causa de que esté así de ordenado...).
c) Afirmación de que es imposible una serie infinita de causas.
d) Afirmación de la existencia de Dios.
La primera vía, claramente inspirada en Aristóteles y en su demostración de la existencia de un Motor Inmóvil, procede de la siguiente manera:
a) Sabemos por los sentidos que hay cosas que se mueven.
b) Todo lo que se mueve es movido por otro.
c) No puede haber una serie infinita de seres que muevan a otros y que, a su vez, sean movidos por otros, pues si tal serie infinita existiera no habría movimiento final (que es lo que nosotros realmente observamos).
d) Existe un Primer Motor, él mismo inmóvil (ya que no es movido por nada), que es Dios.
La segunda vía parte del hecho de la causalidad eficiente: cada efecto que ocurre en el mundo es causado por otra cosa que, a su vez está causada por otra, y así sucesivamente y concluye con la existencia de una Causa Primera, que ha de ser Dios.
La tercera vía parte del hecho de que hay seres contingentes, es decir, que existen pero podrían no existir: todo en el mundo empieza a existir y deja de existir alguna vez. Si todo tiene un tiempo limitado de existencia, entonces
tuvo que haber un tiempo en el que no existía nada; pero en ese caso ahora tampoco existiría nada, cosa evidentemente falsa. Por eso, entre todos los seres tiene que haber algún Ser Necesario, alguno que haya existido siempre, y ese ser necesario es Dios.
La cuarta vía se basa en los grados de perfección de todas las cosas. Observamos que unas cosas son más perfectas que otras. Pero la perfección es siempre algo relativo (decimos que algo es menos perfecto en comparación con otra cosa: una cosa es menos perfecta porque hay otra cosa que es más, pero ésta otra es, a su vez, menos perfecta que una tercera, y así sucesivamente). Por lo tanto, tiene que haber un Ser Perfecto en virtud de cuya perfección máxima podamos graduar las distintas perfecciones de los seres creados, y ese ser es Dios.
La quinta vía, que es la que es más distinta de las demás, parte del hecho de que los seres irracionales parecen actuar de forma ordenada para cumplir lo que más les conviene, es decir, actúan movidos por un fin de manera coordinada con el resto de los seres. Como no podemos suponer que ellos son capaces de darse a sí mismos los fines (no podemos suponer que la lluvia tenga la voluntad de caer justo cuando las plantas la necesitan), tenemos que suponer la existencia de una Inteligencia Ordenadora que dirige a todas las cosas a sus fines mediante su ley eterna: Dios.
Cada una de estas vías nos permite conocer algo acerca de Dios, de modo que no sólo son demostraciones sino que también son maneras de aclararnos qué es Dios. Dios será entonces un primer motor, una causa primera, un ser necesario, un ser perfecto y una inteligencia ordenadora.
Hecho de Experiencia
Argumentación
Conclusión
1 Movimiento de los seres creados- Todo ser que se mueve es movido por otro- Primer Motor
2 Causalidad Eficiente- Todo ser es causado por otro- Causa Primera
3 Lo que existe puede no haber existido- Si todo fuese contingente, ahora nada existiría, lo cual es falso- Ser Necesario
4 Cosas más perfectas que otras- Lo menos perfecto se dice en relación a lo más perfecto- Ser Perfecto
5 Todas las cosas están ordenadas para alcanzar ciertos fines- Las cosas no se ordenan por sí mismas- Inteligencia Ordenadora
Por otro lado, Santo Tomás considera que podemos saber algo más acerca de lo que es Dios de dos otros modos:
a) Por la vía negativa: Se conoce lo que es Dios, negando lo que hallamos en las criaturas de imperfecto y limitado. Por ejemplo: si sabemos que las criaturas son cambiantes, podemos concluir que Dios es inmutables; o si sabemos que las criaturas son complejas, podemos concluir de Dios que es simple.
b) Por la vía de la eminencia: También podemos atribuirle a Dios atributos positivos si pensamos en cualquier perfección que tienen las criaturas y pensamos que Dios tendrá esa misma perfección pero en grado sumo. Por ejemplo: si de algunas personas podemos decir que son buenas, de Dios podremos decir que es la bondad absolita.
De todos modos, el conocimiento que tenemos de Dios siempre será imperfecto pues nunca podremos alcanzar a conocerlo tal y como Él se conoce a sí mismo, ya que nuestro entendimiento es limitado.
3. El problema del ser humano
Santo Tomás explica el concepto del hombre aplicando la teoría hilemórfica de Aristóteles: la naturaleza humana es un compuesto de materia (cuerpo) y forma (alma). La única forma sustancial es el alma racional que informa directamente a la materia (cuerpo). Al morir el cuerpo, deja de estar informado y se corrompe. Dejan de actuar las operaciones racionales, sensitivas y vegetativas.
Pero el hombre no es sólo alma sino que el cuerpo también pertenece a la esencia del hombre. El mismo ser que razona es el que siente, el que cree etc. El alma puede ejercer la sensación pero para eso necesita al cuerpo. Tiene la facultad de la intelección pero no posee ideas innatas y tiene que formar sus ideas a partir de la experiencia sensible, para lo cual necesita al cuerpo.
Sin embargo, el alma es una sustancia que puede existir independientemente del cuerpo (es espiritual e inmortal ) Lo que sucede es que el hombre para estar completo necesita del alma y ésta debe estar unida al cuerpo. Respecto a la inmortalidad del alma, expone un argumento que está basado en la terminología aristotélica: todo aquello que está compuesto de materia y forma se corrompe, se pudre, se degrada con el tiempo, pero como el alma es sólo forma, entonces no puede corromperse, y por lo tanto es incorruptible o inmortal.
El origen del alma lo explica según una teoría gradual según la cual el alma preexiste ya en el embrión primeramente como nutritiva, luego como sensitiva y , por último, como intelectiva. El alma intelectiva es creada por Dios al final de la generación humana. El alma por su carácter preexistente al cuerpo es incorruptible, lo único que se corrompe es el cuerpo.
4. El problema de la moral
Según Aristóteles, el hombre actúa por un fin, por un bien y el bien supremo es la felicidad . Ésta consiste en el ejercicio de la virtud perfecta y se consigue por vía racional. Para Santo Tomás todos los bienes, todos los fines están subordinados a algo supremo que es Dios. Dios es el bien supremo del que dependen todas las cosas y al que todas las cosas tienden.
La felicidad que propone Aristóteles es imperfecta porque se alcanza es esta vida, la felicidad que propone Santo Tomás es perfecta porque incluye a Dios. La felicidad perfecta consiste en un acto de entendimiento: ver a Dios, conocerle como es por un don del mismo Dios. EL FIN ÚLTIMO DEL HOMBRE ES EL CONOCIMIENTO DE DIOS, CON EL LLEGARÁ LA FELICIDAD.
La ética de Santo Tomás está basada en una LEY NATURAL (la ley natural es modo en que la ley eterna es concebida por los hombres):
TODO SER NATURAL POSEE UNAS TENDENCIAS QUE SE DERIVAN DE SU NATURALEZA. EN
EL HOMBRE LAS TENDENCIAS SON LAS SIGUIENTES:
- tendencia a conservar su propia existencia, de ahí el deber moral de conservar la vida
- tendencia a procrear, de ahí el deber moral de tener hijos y educarlos
-tendencia a conocer la verdad, buscar a Dios y a vivir en sociedad, de ahí el deber moral de buscar la verdad y la justicia.
El conocimiento de la ley natural es un conocimiento accesible a todos los hombres porque su contenido es evidente, universal e inmutable.
La ley natural es el criterio de moralidad que utiliza Santo Tomás para determinar que acciones son buenas y cuáles malas. Todos los preceptos de la ley natural se encierran en uno: “EL BIEN HA DE BUSCARSE Y HACERSE ; EL MAL DEBE EVITARSE. Todo acto que sea virtuoso es un acto perteneciente a la ley natural y todo acto pecaminoso va contra la ley natural. La ley natural es la misma para todos porque es una ley eterna preescrita por Dios para todos los hombres. El hombre, a través de su razón , es capaz de encontrar las obligaciones morales que están inscritas en su naturaleza. La ley natural es UNIVERSAL Y NI PUEDE CAMBIAR NI SER BORRADA DE LA NATURALEZA HUMANA.
ESTA LEY NATURAL HAY SIDO INFUNDIDA POR DIOS EN LOS SERES. EL ES EL GRAN ORDENADOR DEL MUNDO QUE LO GOBIERNA MEDIANTE UNA LEY ETERNA (La ordenación divina del universo, tal y como está presente en el entendimiento divino es lo que Santo Tomás llama ley eterna. La ley eterna es la razón divina que gobierna el mundo y dirige por tanto todos sus actos y movimientos)DE LA QUE LA LEY NATURAL ES UNA PARTE.
5. El problema de la sociedad y política
*La ley humana o positiva
La ley humana (o, como la llamaríamos hoy en día, ley positiva), es el conjunto de leyes promulgadas por los Estados y las sociedades. Es lo que llamamos Derecho como conjunto de leyes que están vigentes en un país y en un momento determinado (la Constitución, el Código Penal, la Ley de Educación...). La ley humana regula la convivencia dentro de la sociedad. Su contenido viene a concretar los preceptos de la ley natural, detallando las bases de la convivencia humana. Las leyes humanas son aplicaciones de la ley natural a la enorme variedad de situaciones que el ser humano es capaz de crear. La ley natural manda, por ejemplo, respetar la vida de los demás, pero como cada individuo puede hacer una interpretación distinta de esta ley natural cuando se trata de aplicarla a un caso concreto, tienen que existir leyes humanas que regulen la tremenda complejidad de las situaciones (por ejemplo, ¿atenta contra el derecho a la vida conducir borracho?¿y en qué medida?), y unifiquen los comportamientos de los humanos viviendo en sociedad.
La ley humana debe respetar las exigencias de la ley natural, que señala los límites dentro de los cuales debe organizarse legalmente la convivencia. No puede haber por tanto contradicción entre lo que ordena la ley natural y lo que ordenan las leyes efectivamente promulgadas por el Estado. El Derecho (como conjunto de leyes vigentes en un Estado) debe estar basado en los contenidos morales fijados por la ley natural. Este planteamiento está en la base de toda una corriente de Filosofía del Derecho llamada iusnaturalismo, que defiende que existen derechos naturales que no pueden cambiarse arbitrariamente y en los que deben basarse las leyes de los Estados. En el caso de Santo Tomás, todo el sistema se fundamenta en la ley eterna, en el orden que Dios ha querido establecer para las cosas del mundo:
LEY ETERNA → LEY NATURAL → LEY HUMANA
* Relaciones Iglesia- Estado
El Estado es para Santo Tomás una institución fundamentada en la naturaleza del hombre. El hombre no es un individuo aislado sino que es un ser social, nacido para vivir en común con otros hombres. El hombre necesita de la sociedad porque es mediante la cooperación con otros hombres como se procura el vestido y el alimento, es mediante la cooperación con otros hombres como se puede dividir el trabajo y es mediante la interrelación con otros hombre como se comunica. El lenguaje es signo de que el hombre ha nacido para vivir en sociedad.
Si la sociedad es natural, también lo es el gobierno. Lo mismo que el cuerpo se desintegra cuando falta el alma, también sucede lo mismo si falta un principio (gobierno) que dirija las actividades para el bien común. Al igual que la cabeza rige el cuerpo, el gobierno rige el Estado. Tanto el gobierno como el Estado son queridos por Dios.
El Estado tiene todos los medios para conseguir su propio fin: el bien común de los ciudadanos
La Iglesia tiene un fin sobrenatural más elevado que el Estado. La Iglesia es una sociedad superior al Estado y éste debe supeditarse a la Iglesia, no impidiendo lograr su fin. EL GOBIERNO DEL ESTADO DEBE FACILITAR AL HOMBRE LA POSIBILIDAD DE CONSEGUIR SU FIN SOBRENATURAL.
En cuanto a las relaciones entre individuo y Estado, Santo Tomás defiende que el hombre, además de ser miembro del Estado, es un ser humano que debe buscar su fin sobrenatural. Como miembro del Estado el hombre debe procurar el bien común y el Estado puede castigar hasta con la privación de la vida si el hombre comete actos que atenten contra el bien común.
La soberanía del Estado está limitada:
- Por la ley natural : Se debe aplicar siempre la ley natural y no ir contra ella.
- Por el bien común: Una ley puede ser injusta si va contra el bien común y es lícito desobedecerla porque antes hay que obedecer a Dios.
- La autoridad viene dada por Dios al pueblo: Es el pueblo el que delega esta autoridad en el gobernante por lo que es lícito rebelarse contra un tirano porque no cumple su función. Es la tiranía para Santo Tomás
la peor forma de gobierno y la mejor la monarquía aunque esta debe ser moderada.
La mejor forma de gobierno para Santo Tomás es la monarquía y al rey hay que reclamarle unas virtudes indispensables para su cargo. Y la peor de las formas de gobierno es la tiranía. Recomienda al pueblo que tenga paciencia cuando se dé, pues un cambio violento conlleva aún males mayores.