Conductas de riesgo
Veamos ahora las conductas de riesgo por contacto con determinados grupos y contenidos. La facilidad con la que los menores pueden conocer gente en Internet les puede llevar a contactar con desconocidos que pueden resultar peligrosos, o incluso con grupos y comunidades que pueden fomentar hábitos de riesgo y desafíos para la salud. Algunas de ellas son:
Comunidades pro-anorexia y pro-bulimia. Algunos contenidos y comunidades tienen como objetivo la promoción de desórdenes alimenticios (anorexia y bulimia) entre los jóvenes. En concreto, los adolescentes identifican estos contenidos a través de determinadas etiquetas o términos de búsqueda. En este sentido, es importante resaltar que muchos jóvenes participan pasiva o activamente en este tipo de comunidades movidos por un estado de aislamiento y baja autoestima, y se sienten acogidos por una comunidad que, a priori, comparte sus inquietudes.
Retos virales y fomento de la autolesión (self-harm) y el suicidio. Los retos virales (challenges o desafíos en inglés) se han convertido en un fenómeno de gran seguimiento en los últimos años, sobre todo en redes sociales, en las que proliferan grupos privados administrados por particulares y, en algunos casos, a los que sólo se accede con invitación de otro miembro o del administrador. Los motivos son muy diversos, desde hacer ejercicio a demostrar la osadía a la hora de correr delante de un coche, aguantar una prueba física o incluso provocarse cortes o quemaduras.
Más allá de modas o retos puntuales, observar cualquier fenómeno de este tipo en clase debe llevarnos a activar inmediatamente medidas que frenen la difusión y reduzcan el impacto.