Características estéticas
Disolución de la unidad estilística dentro de una pieza
Al igual que en las tocatas, en estas piezas se rompe la unidad estilística, al yuxtaponer secciones con afectos muy diferentes. Como se ha dicho en el apartado Origen y evolución de la canzona, Frescobaldi incorpora a las canzone, tradicionalmente construidas con una escritura muy similar (contrapuntística, a lo sumo con cambios métricos), secciones en estilo recitativo, expresivo, en forma de disonancias, etc.
Aunque (como se indica en repetidas ocasiones en este curso) la problemática de las tocatas es diferente, de algún modo se puede asumir lo que dice Frescobaldi de estas en sus avvertimenti al Primo libro di toccate... (1615): "Nelle toccate ho hauuta consideratione non solo che siano copiose di passi diuersi et di affe_i: ma che anche si possa ciascuno di essi passi sonar separato l’uno dall’altro onde il sonatore senza obligo di finirle tu_e potrà terminarle ovunque li sarà grato".
El resultado es de unas obras que tienen un cierto aspecto dramático o teatral, como si fueran apareciendo diversos personajes, cada uno de los cuales pretende trasmitir al público un afecto diferente.
Barroco versus Renacimiento: la ruptura del equilibrio
Hay algo más importante que tocar las notas, y es expresar el sentido que trasmite la pieza. El compositor, por encima del afecto particular de la pieza, de la propia temática, está inmerso en una problemática que se debe a la cultura de su tiempo. Y por supuesto, como ser humano el artista siente la necesidad de expresar esa problemática.
Para comprender lo que está pasando, es útil comparar con lo que sucede en otras artes, como las artes plásticas. Propongo que examines las siguientes esculturas renacentistas (Torrigiano, San Jerónimo, y Miguel Ángel, Piedad).
A continuación compáralas con estas esculturas barrocas. Brasanelli, San Pablo. Algardi, Inocencio V. Bernini, Éxtasis de Santa Teresa:
¿Qué diferencias aprecias? Verás que en las estatuas renacentistas las vestiduras caen por su propio peso, y los personajes están en calma y parecen ocupados consigo mismo. En las estatuas barrocas, las vestiduras están en el aire, flotando con agitación. Los personajes parecen dirigirse al que las mira y pretenden decirle algo, atrapar su atención. En definitiva, las primeras reflejan equilibrio, mientras que las segundas trasmiten movimiento, inestabilidad.
La cultura del barroco es la respuesta a una crisis en todos los ámbitos de la actividad humana: política, demográfica, de pensamiento... El mundo ya no es lo que parece, y todo se tambalea. En la filosofía se empieza a desarrollar el idealismo cartesiano frente al realismo aristotélico. Ahora el conocimiento parte de la duda. El hombre ha perdido el suelo sólido donde se apoyaba, y su problema es ahora dónde fundamentar la verdad. La cultura del barroco refleja esta inestabilidad, y así el arte refleja la ruptura del equilibrio.
También la música participa de esta cultura, y la problemática del compositor es enriquecer la composición a todos los niveles, introduciendo elementos que desestabilicen el canon, que introduzcan elementos que rompan el equilibrio. Con esto imprimen a la composición musical un discurso afectado.
Esto ocurre en el terreno melódico, armónico (uso más libre de la disonancia) y rítmico.
Veamos por ejemplo un tema renacentista (Guerrero, motete Hoc est preceptum meum):
Como vemos está basado en movimientos diatónicos discretos y valores rítmicos proporcionales y equilibrados.
Sin embargo, en las canzoni vemos cómo los temas emplean diversos recursos para producir una ruptura del equilibrio: notas repetidas, saltos excesivos, valores disminuidos, ritmos muy contrastados, en ocasiones incluso cromatismos.
Canzon Terza a Due Canti:
Canzon Quarta a Due Canti: