Las primeras manifestaciones de la inteligencia son los propios movimientos corporales. El desarrollo de las capacidades sensorio-motrices ayuda a la introducción, desarrollo, y adquisición de los aprendizajes instrumentales básicos, así como todo tipo de capacidades cognitivas y emocionales que serán la base para un buen proceso inicial de musicalización. Entendiendo el cuerpo como oído para percibir el mundo sonoro, las actividades de música y movimiento serán el catalizador para la introducción efectiva de este alimento a través de este canal de comunicación tan especial: la cinestesia.
Aspectos psico-evolutivos implicados en este periodo.
1) Se produce en esta edad una madurez motriz considerable pudiendo sincronizar movimientos en pies y manos a partir de diferentes propuestas sonoras. Es por ello que el trabajo de la música y el movimiento es fundamental en estas edades pues nos conecta con lo más instintivo: el ritmo.
2) Derivado del desarrollo motriz es importante señalar el atractivo que generan los instrumentos de percusión.
3)Las posibilidades vocales y de entonación aumentan al ampliarse la tesitura de los alumnos/as de esta edad. A través de canciones sencillas que contengan un contenido atractivo y participativo podrán desarrollar un mundo emocional muy rico y variado que ayudará en el desarrollo de su personalidad.
4) Se muestran receptivos ante la escucha musical de fragmentos cortos y significativos, pudiendo atender a algunos aspectos concretos de la misma así como deleitándose en la escucha repetitiva de estos fragmentos.