Introducción Psicología.
Psicología
Etimología
El vocablo griego ψυχή (psykhé) significa «alma», «mente», «aliento», «vida», «viento frío», «soplo helado» y era representado simbólicamente con una mariposa, mientras que -λογία (-logia) describe al «habla» o el «discurso», «tratado», «doctrina», etc.; por tanto, psicología significa literalmente «estudio del alma» y denota al «estudio de la mente».
La palabra psicología fue utilizada por primera vez en lengua latina por el poeta y humanista cristiano Marko Marulić en su libro Psichiologia de ratione animae humanae a finales del siglo XV o comienzos del XVI.
Sobre los múltiples significados y matices que ha tenido el término “alma” podemos hacernos una idea con las distintas concepciones que encontramos en el ámbito religioso, ya sea en religiones antiguas o en las que siguen existiendo, por ejemplo:
- En latín se convertirá en “anima, -ae” que seguirá haciendo referencia a la vida, y así lo recoge la primera acepción del DRAE. Animal es el organismo animado, con alma, con vida y movimiento.
- Pero el alma humana aparece señalada con alguna distinción que la aleja del resto de los vivientes y la aproxima a la divinidad, En Egipto los hombres surgen de las lagrimas del dios Ra. Para los mesopotámicos es la sangre del dios Kingu la que está en la esencia de los hombres y en su misión en esta vida, para los griegos es un regalo del dios Prometeo el que aleja a los hombres de la animalidad, el fuego que robó a los dioses y que también es símbolo de inteligencia. En los relatos bíblicos del Génesis encontramos este mismo empeño en dignificar al hombre por encima del resto de criaturas, así es “imagen y semejanza” de Dios (Gn.1, 26-31) y recibe directamente el “aliento de vida” (Gn.2, 7).
- Las representaciones también son muy variadas y difíciles de comprender o interpretar en toda su complejidad, al fin y al cabo están intentando describir al ser humano cuya vida y conducta se manifiesta plagada de misterios y anhelos de que no concluya con la muerte, de ahí las representaciones del alma en los juicios que esperan a los difuntos tras la muerte según los egipcios, o los enormes esfuerzos para conservar de forma reconocible para el ka el cadáver momificado y protegido por las imponentes tumbas egipcias, desde las mastabas hasta las impresionantes pirámides e hipogeos. El Ba era clave en esta tarea.