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Introducción Psicología.

Psicología

Etimología

El vocablo griego ψυχή (psykhé) significa «alma», «mente», «aliento», «vida», «viento frío», «soplo helado» y era representado simbólicamente con una mariposa, mientras que -λογία (-logia) describe al «habla» o el «discurso», «tratado», «doctrina», etc.; por tanto, psicología significa literalmente «estudio del alma» y denota al «estudio de la mente».

La palabra psicología fue utilizada por primera vez en lengua latina por el poeta y humanista cristiano Marko Marulić en su libro Psichiologia de ratione animae humanae a finales del siglo XV o comienzos del XVI.

Sobre los múltiples significados y matices que ha tenido el término “alma” podemos hacernos una idea con las distintas concepciones que encontramos en el ámbito religioso, ya sea en religiones antiguas o en las que siguen existiendo, por ejemplo:

  • En latín se convertirá en “anima, -ae” que seguirá haciendo referencia a la vida, y así lo recoge la primera acepción del DRAE. Animal es el organismo animado, con alma, con vida y movimiento.

  • Pero el alma humana aparece señalada con alguna distinción que la aleja del resto de los vivientes y la aproxima a la divinidad, En Egipto los hombres surgen de las lagrimas del dios Ra. Para los mesopotámicos es la sangre del dios Kingu la que está en la esencia de los hombres y en su misión en esta vida, para los griegos es un regalo del dios Prometeo  el que aleja a los hombres de la animalidad, el fuego que robó a los dioses y que también es símbolo de inteligencia. En los relatos bíblicos del Génesis encontramos este mismo empeño en dignificar  al hombre por encima del resto de criaturas, así es “imagen y semejanza” de Dios (Gn.1, 26-31) y recibe directamente el “aliento de vida” (Gn.2, 7).

  • Las representaciones también son muy variadas y difíciles de comprender o interpretar en toda su complejidad, al fin y al cabo están intentando describir al ser humano cuya vida y conducta se manifiesta plagada de misterios y anhelos de que no concluya con la muerte, de ahí las representaciones del alma en los juicios que esperan a los difuntos tras la muerte según los egipcios, o los enormes esfuerzos para conservar de forma reconocible para el ka el cadáver momificado y protegido por las imponentes tumbas egipcias, desde las mastabas hasta las impresionantes pirámides e hipogeos. El Ba era clave en esta tarea.

 

 

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Psicología Antecedentes 1

ORIGEN DE LA PSICOLOGÍA COMO CIENCIA.

Antecedentes médico-filosóficos:

La filosofía está en el origen de todas las ciencias y no será distinto en lo referente a la Psicología, habitualmente se comienza citando a los grandes de la filosofía griega, Platón y Aristóteles con sus abundantes referencias al alma e incluso tratados, pero no suele hacerse mención a otra actividad que desarrollaron otros filósofos y que es el origen de la ciencia médica,  en justicia hay que mencionar a:

  • Alcmeón de Crotona (500-450 a.C)

Filósofo y naturalista griego, que vivió en el siglo V a.C. Algunos autores lo consideran discípulo de Pitágoras, dado que continúa el tratamiento de sus temas. Por su afición a acentuar el dualismo y la teoría de los contrarios, también se acerca a los jónicos, principalmente a Anaxímenes. Escribió una obra sobre la naturaleza, Naturaleza de las cosas, de la cual sólo nos han llegado algunos fragmentos. Mayor originalidad presenta su pensamiento médico y naturalista. Se cree que fue él quien descubrió los nervios ópticos y la trompa de Eustaquio. A él se le atribuye también el haber ubicado la sede del intelecto en el cerebro y no ya en el corazón.

  • Hipócrates (médico griego, 460-377 a.C.)

 Médico griego, nacido en Cos hacia el año 460 a.C., y muerto en Larissa (Tesalia) hacia el 377 a.C. Es el mayor exponente de la escuela de Cos.

Hipócrates realizó numerosos viajes, incluso fuera de Grecia, y escribió obras cuya autoría es difícil definir. Se le atribuye el Corpus Hippocraticum, que consta de 53 escritos en 72 libros, pero que con seguridad pertenecen a diversos autores. Gracias a los testimonios de Platón y Aristóteles, podemos considerar con cierto fundamento como obras de Hipócrates, las siguientes: De la dieta; De las prognosis; De las prognosis cólicas; De las predicciones; De los aforismos; Del médico; De las heridas y úlceras; Del aire, agua y lugares. Los tratados I y III De las epidemias y algunos otros de tema quirúrgico.

Siguiendo la tendencia generalizada en el siglo V a.C. de aferrarse a las técnicas y al método científico, la doctrina hipocrática se propone liberar a la medicina de toda concepción mágica o religiosa, para hacer de ella una ciencia basada en un método seguro y racional de diagnosis y terapia. La salud o la enfermedad del organismo humano son el resultado de la armonía o la desarmonía interna del organismo, ligada al equilibrio de los cuatro humores que éste contiene: sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra. La diversa proporción de estos elementos determina también el temperamento del individuo (teoría humoral). Estos elementos dependen también del equilibrio o desequilibrio y adaptación del organismo al ambiente climático, hidrológico, geográfico y político-social. Esta doctrina se halla expuesta en su obra más famosa y leída, conocida como los Aforismos, texto clásico de medicina que hizo escuela sin rival durante dos mil años en Europa. El acceso a la escuela hipocrática estaba condicionado a un compromiso juramentado del aspirante según el cual se obligaba a observar un código deontológico de alto valor ético, cuya formulación nos ha llegado en el escrito conocido actualmente como El juramento hipocrático.

 

  • Galeno, Claudio (131-200 d.C.)

 Filósofo, geómetra, gramático y célebre médico griego; nacido en Pérgamo en 131 y muerto alrededor del 200 ó 210. Era hijo de Nicon, hábil arquitecto, que le dio el sobrenombre de Galeno (dulce) sin duda por la dulzura de su carácter. Se dedicó primero a la filosofía, particularmente a la de Aristóteles; después estudió medicina, y viajó mucho para perfeccionarse. Permaneció mucho tiempo en Alejandría, donde hizo un estudio profundo de la anatomía mediante la disección de cadáveres de animales y particularmente de monos a falta de cadáveres humanos. Después de ejercer medicina en Pérgamo, pasó a Roma el año 165, ciudad donde se distinguió tanto que fue sucesivamente médico de los emperadores Marco Aurelio, Vero y Cómodo. Se cree que regresó a Pérgamo al fin de sus días, y que murió a la edad de setenta años. Galeno es después de Hipócrates el primer médico de la antigüedad; se dedicó a hacer renacer la doctrina del anciano de Cos, y aseguran que escribió 500 tratados sobre medicina, y más de 250 sobre las demás ciencias. Sus escritos, de los cuales se han extraviado muchos, han sido durante mucho tiempo el oráculo de la escuela. Su estilo es por lo general elegante y fluido; pero no tiene la sencilla concisión de Hipócrates. En medicina como en física lo explicaba todo por medio de los cuatro elementos: el agua, el aire, la tierra y el fuego, y por medio de sus cuatro cualidades: caliente, frío, húmedo y seco; para dar cuenta de los fenómenos de la vida, admitía un espíritu vital. En filosofía inventó la cuarta figura del silogismo. Los títulos de sus principales obras son: De la constitución del arte médica; Terapéutica; Comentario de varios escritos de Hipócrates; De anatomicis administrationibus; De usu partium; De curandi ratione per sanguinis missionem; De locis affectis; Historia de la filosofía.

(Si quieres volver a ver el fragmento del documental sobre la historia de la MEDICINA aquí tienes el enlace)

También hemos hablado de lo desarrollada que estaba la medicina en Egipto, en este enlace puedes ver un interesante documental, recuerda que los griegos eran grandes viajeros y allá donde iban aprendían.

Psicología Antecedentes 2

Antecedentes filosóficos.

Tradicionalmente en este apartado se menciona a Platón y a Aristóteles, pero creo que en justicia hay que presentar también al sofista Antifonte.

Antifonte

Antifonte fue un sofista contemporáneo de Sócrates algo más joven que Gorgias. Nació en Ramnunte, aproximadamente en el año 411 a.de C. y murió cerca del 480.

 Tenemos noticia de que escribió las siguientes obras: Tetralogías, Sobre la verdad y Sobre la concordia.

 Antifonte fue un refinado y culto intelectual que incluso ejerció labores de psicólogo en sus tiempos. Según Guthrie, Antifonte tuvo en Corinto un despacho cerca del Ágora en el que anunciaba que podía curar con la palabra a todos los afligidos, de la misma manera que se hace hoy en las clínicas psiquiátricas. Según este sofista, las raices de todas las enfermedades físicas se encuentran en la mente, llegando a ser, a veces, evasiones de la vida activa.

 Todo ello se halla en relación con la afirmación de la necesidad del autocontrol y la moderación en la vida.

 Respecto al problema de la relación entre nómos y physis propio de la sofística, Antifonte fue un defensor de la physis frente al nómos. La ley es un acuerdo antinatural, artificial, que es respetado únicamente cuando tenemos miedo a las consecuencias de su violación.

 Las leyes no se fundan en la naturaleza, son convenciones sujetas al cambio continuo. Hay cosa buenas por naturaleza y cosas buenas por nómos. Los hombres debemos seguir los preceptos de la naturaleza antes que los de las leyes.

 La naturaleza nos empuja a evitar el dolor y buscar el placer. Cuando la búsqueda de placer choca contra las leyes, sólo se seguiran éstas si el no hacerlo nos acarrearía un dolor mayor, como castigo.

 La ética de Antifonte, por lo tanto, es un hedonismo moderado. (fuente)

Platón.

Filósofo griego nacido en Atenas en el año 427 a.C. y fallecido en la misma ciudad en el 347 a.C. Autor de una producción vastísima, pródiga en obras maestras, incluso desde el punto de vista literario, Platón es uno de los más grandes genios con que ha contado la humanidad. Recogiendo la semilla de su maestro Sócrates, y oponiéndose al relativismo sofístico, se aplicó, guiado por su intuición prodigiosa, a la búsqueda de la verdad. De este proyecto, puesto en práctica durante toda su vida, nació una filosofía acerca de las ideas, que marcó para siempre el acontecer filosófico de Occidente.

 

Vida y obras

 Descendiente de familia aristocrática, su verdadero nombre era Aristocles, pero se le conocía por Platón (debido, quizás, a la anchura de sus espaldas). Se inició en la filosofía de la mano del heracliteo Cratilo, pero el hecho que marcaría definitivamente su vida y el estilo de sus escritos (en forma de diálogos) fue su encuentro, cuando tenía 20 años, con Sócrates. Tras la muerte de su maestro, dejó Atenas para dirigirse a Megara y, luego, hacia el 388, al sur de Italia, donde entró en contacto con el pitagórico Arquitas en Tarento, gracias al cual el pitagorismo estará muy presente en la doctrina de Platón. Siempre estuvo en su ánimo dar empuje configurador a la realidad social y política. Pero tras la injusta y vergonzosa condena y ejecución de que fue objeto Sócrates, decidió abandonar el ejercicio de la política. Sin embargo, hizo un primer intento de poner en práctica los ideales que tenía sobre la república, en Siracusa, siendo tirano Dionisio I. Sus propósitos se vieron frustrados. Por intrigas del propio Dionisio, Platón fue vendido como esclavo, y éste habría sido su destino si Anníceris, antiguo condiscípulo suyo, no lo hubiera reconocido y pagado su rescate. Al regreso a Atenas, Platón quiso devolver a Anníceris el dinero de su rescate, pero éste no lo aceptó. Con aquel dinero Platón adquirió unos terrenos en los jardines donde estaba instalado el santuario al héroe Academo, de quien tomaría el nombre la escuela que allí fundó: "Academia". La Academia de Atenas puede ser considerada como la primera universidad de Europa, pues no sólo se enseñaba filosofía, sino también otras ciencias, como astronomía, ciencias físicas, matemáticas, armonía, investigaciones sobre botánica, etc. La Academia perduró hasta el año 529 d.C., cuando el emperador Justiniano mandó clausurarla.

 Dos veces más intentó Platón llevar a la práctica sus ideales políticos: con Dionisio II y con Dión (en el 361), quien requirió sus servicios. Dión terminaría asesinado, y Platón pasaría algún tiempo en la cárcel. En adelante, se entregó definitivamente a la labor filosófica, como maestro de la Academia, y a sus escritos. Murió en el año 374, y fue enterrado en los jardines de la Academia.

 Platón es el único autor de la antigüedad cuyas obras (diálogos en su mayoría) nos han llegado prácticamente en su totalidad. Se suelen clasificar del siguiente modo: 1) Escritos Socráticos o de juventud: Apología de Sócrates (no en forma de diálogo), Critón, Eutifrón, Laques, Ión, Protágoras, Cármides, Lisis, Trasímaco (en realidad es el primer libro de la Republica). 2) Escritos de transición: Gorgias, Menón, Eutidemo, Cratilo, Menexemo. 3) Escritos de madurez: Banquete, Fedón, República, Fedro, Parménides, Teeteto, Político, Filebo, Timeo, Critias, Leyes y Epinomis. Se le atribuyen también 13 Cartas, de las cuales la VII y la VIII aportan datos estimadísimos para conocer aspectos de su vida y de su doctrina.

 El hombre y el alma

 Para Platón, el hombre se compone de alma y cuerpo, pero la parte absolutamente más noble es el alma, porque es espiritual, y por lo tanto, imperecedera. La espiritualidad le viene dada por su origen, pues procede de una existencia anterior, donde fue puesta por los demiurgos (dioses). En aquel lugar contemplaba las Ideas, mas, como castigo a una culpa cometida, fue arrojada al cuerpo, y en él mora temporalmente hasta que pueda regresar a su lugar de origen. Por lo tanto, la unión alma-cuerpo es accidental, pero no con absoluta independencia. La interdependencia la explica acudiendo a las tres partes de que consta el alma: la parte concupiscible o apetitiva (que tiene su sede en el vientre y a la que se deben las sensaciones placenteras- es fuente de pasiones innobles)), la parte irascible o volitiva (que reside en el pecho y a la que corresponden los afectos- fuente de las pasiones nobles) y la parte racional o intelectual (que reside en la cabeza, que constituye la parte específicamente humana y que es la que estuvo en contacto con las Ideas). En el diálogo de Fedro describe esta explicación de modo simbólico: "El alma es semejante a un carro alado, del que tiran dos briosos corceles, uno blanco y otro negro, regidos por un auriga moderador". Cuando muere el cuerpo, el alma sigue existiendo. Esta existencia posterior será plena, si durante su peregrinaje por este mundo ha conseguido la purificación por medio de la virtud; de no ser así, se reencarnará en otro ser, hasta que en la sucesión de encarnaciones logre la perfección.

 

Íntimamente ligada con esta doctrina, pero también con su metafísica, se halla la ética de Platón. La vida humana significa para el hombre la búsqueda de la verdad. Por eso, la parte más valiosa del hombre, el alma racional, añora el retorno a la contemplación directa y plena de las Ideas. A esta contemplación llegará mediante la perfección que le concede la práctica de las virtudes, correspondientes a cada parte del alma. Por eso establece cuatro virtudes fundamentales: a la parte concupiscible le asigna la templanza, la moderación, por la cual el hombre domina las pasiones; a la parte irascible, la fortaleza o valor; a la superior o razón, la prudencia o sabiduría. Por encima de todas ellas, está la justicia, virtud por excelencia, en la que se intercomunican las otras tres. De esta forma está admitiendo también cierta interinfluencia entre alma y cuerpo.

 La política

 Platón presta poca atención a los países y las relaciones entre los estados. Centra su atención en la polis, la ciudad, y considera que la vida en común de los hombres se debe al imperativo del instinto, y no a un acuerdo deliberado. A imagen del alma, la polis está constituida por tres clases o estamentos: el pueblo, los guerreros y los filósofos. Al pueblo, cuya virtud fundamental es la templanza, le compete producir los bienes para sí y para los otras dos clases; a los guerreros, a quienes se les asigna la virtud de la fortaleza, les corresponde el mantenimiento del orden y la defensa de la ciudad; por último, a los filósofos, cuya virtud será la prudencia, les está asignado el gobierno y la educación de los ciudadanos ("porque no acabarán las desdichas de los pueblos hasta que los filósofos sean reyes y los reyes filósofos"). La armonía entre las tres clases es garantizada por la justicia, que regula las relaciones entre los hombres. Entre las diversas clases de gobierno, Platón opta por la monarquía, la cual procurará el equilibrio entre los grupos sociales en natural tensión. Deberán ser eliminados los individuos que nazcan deformes o minusválidos. Serán prohibidos el matrimonio y la propiedad privada para las clases de los guerreros y de los gobernantes, para que puedan dedicarse por completo a las tareas que se les han encomendado. Propone así, para estas clases, comunidad de bienes, recalcando la importancia de la educación en todo este proceso, educación que comienza con el nacimiento y se prolonga hasta los 50 en el caso de los filósofos-gobernantes.

 El soberano deberá ser elegido entre los mejor preparados. Si el soberano no es elegido, se corre el peligro de que los guerreros se adueñen del poder, y entonces tendrá lugar la timocracia (gobierno de los más fuertes); si el gobierno cae en manos de los poderosos y ricos, se caerá en la oligarquía. La democracia (gobierno del pueblo) es una forma de gobierno indeseable, porque al amparo de las libertades ficticias, se llegará al desgobierno, y, en el desorden, se provocará la toma del gobierno por parte del tirano.

 Esta concepción utópica propuesta en La República, se vuelve más realista en las Leyes, donde Platón se atiene a una legislación que tenga en cuenta la "debilidad de la naturaleza humana", de forma que esa ley promueva en los individuos la adhesión al bien, justificación, en última instancia, de la ley. (Fuente- Enciclopedia Micronet)

Aristóteles (filósofo griego, ca. 384-322 a.C.)

  Filósofo griego nacido en Estagira hacia el año 384 a.C. y fallecido en Calcis en el 322 a.C. Junto con Platón, ha dominado todo el desarrollo de la historia de la filosofía occidental desde la Antigüedad hasta la Edad Moderna. Él es el primero que logra configurar la filosofía como una ciencia dentro de un sistema global del saber humano. En la cima de ese saber se sitúa la filosofía en su acepción específica de metafísica, que señala a las otras ciencias sus límites y sus conexiones.

 Vida y obras.

 Aristóteles nació en Estagira (Tracia, de ahí que se le nombre, a veces, como "El Estagirita"), hacia el año 384 a.C. Su padre, Nicómaco, fue médico de cabecera del rey Amintas II de Macedonia. En el año 367 entró en la escuela de Platón, en Atenas, en la que permaneció hasta la muerte del maestro, acaecida en el 347. Dejó entonces Atenas y se dirigió a Atarneo, donde su amigo Hermias le proporcionó los medios para dedicarse a investigaciones biológicas. El rey Filipo de Macedonia le encomendó la educación de su hijo, el futuro Alejandro Magno. Cuando éste se convirtió en rey, Aristóteles regresó a Atenas, y allí fundó su escuela que se llamaría Liceo (por tener su sede en un lugar consagrado al dios Apololicio; también se la conoció con el nombre de "peripato", del griego peripatein "pasear"), una especie de corredor donde solía pasear durante sus lecciones. Tras la muerte de Alejandro Magno se desató en Atenas una fuerte corriente antimacedónica, que también afectó a Aristóteles, el cual se vio obligado a dejar la ciudad, retirándose a Calcis, tierra de su madre, donde murió a los sesenta y dos años.

 Los escritos de Aristóteles se pueden clasificar en dos grupos: los exotéricos, (destinados al gran público no iniciado en la filosofía, algo así como lo que hoy llamaríamos "de divulgación"); y los esotéricos (dirigidos a un público ya iniciado en el saber filosófico). Los primeros se han perdido, y sólo conocemos los títulos de algunos o pequeños fragmentos. Según la tradición, los libros esotéricos han llegado a nosotros gracias a que su heredero, Neleo, para evitar que cayeran en manos del rey de Pérgamo, trasladó toda la biblioteca de Aristóteles a Tróade y la escondió en una bodega. Parte de aquella biblioteca estaba compuesta por los manuscritos del maestro. Recuperados en el siglo I a.C. por Apelicón de Teo, fueron revisados en esta ciudad por Sila, y luego trasladados a Roma. Las obras fueron dispuestas en el orden que hoy conocemos por Andrónico de Rodas. Todas ellas forman el llamado "Corpus aristotelicum".

 El "corpus" comprende cuatro grandes grupos de obras:

 1) los escritos de lógica, conocidos por el nombre de Organon ('instrumento'; comprende Categorías, De la interpretación, Primeros Analíticos, Segundos Analíticos, Tópicos, Refutaciones de sofismas).

 2) escritos de la filosofía de la naturaleza o física (Física, Del cielo, De la generación y de la corrupción, Meteorológicos, Historia de los animales, Del movimiento de los animales, De la marcha de los animales, Del alma, de la sensación y de lo sensible, De la memoria y del recuerdo).

 3) los catorce libros recogidos bajo el título de Metafísica, así llamados porque en la serie ordenada por Andrónico venían después (metà en griego) de los escritos de la física.

 4) las obras morales, políticas, de poética y de retórica, las cuales son: Ética a Eudemo, Ética a Nicómaco, Ética mayor o Gran moral (cuya autenticidad se discute), Política, Poética, Retórica y Constitución de Atenas.

HILEMORFISMO ANTROPOLÓGICO



Los seres vivos son también substancias compuestas de materia y forma (hilemorfismo):

- El cuerpo (soma) de los seres vivos constituye su substrato o materia.
- El alma (psyché) es la forma (morphé) que determina a ese cuerpo a ser lo que es y a comportarse y realizar naturalmente las funciones que le son propias.

Este hilemorfismo permite concebir al ser viviente como un compuesto unitario, regido por un alma que no representa sino su principio vital, el fundamento de toda su funcionalidad y operatividad.

Por lo tanto el hilemorfismo en el terreno antropológico supone el rechazo de la inmortalidad del alma que afirmó Platón (y los pitagóricos).

El alma no sobreviene la muerte, no es eterna ni inmortal ni se reencarna en ningún otro ser.
El alma no puede existir sin el cuerpo, aunque ella misma no sea un cuerpo. Al igual que no puede haber vista sin ojo que la realice, no puede existir separadamente un alma de un cuerpo, puesto que ésta no es más que su forma, su funcionalidad.

Aristóteles criticará a Platón su concepción tripartita del alma y la fisicalización de ésta.
El alma no tiene partes, ni hay tres almas distintas. El alma es única, ilocalizable porque no es un cuerpo ni una parte del cuerpo, sino su función.

El ser vivo, y el hombre, es un compuesto unitario, y su alma está presente en todo el cuerpo como lo están todas las formas en todas las substancias.

Sin embargo, sí acepta Aristóteles una jerarquía en los seres vivientes producida por la heterogeneidad de las funciones vitales que realizan: no todos los seres vivos tienen las mismas capacidades, ni realizan las mismas funciones. Hay diferentes niveles de operatividad y funcionalidad que permiten establecer una distinción de las funciones del alma en relación con los seres que la poseen:

1. Función nutritiva (o vegetativa)

Es la única función que es común a todos los seres vivos, y consiste en la alimentación y la reproducción. Sin ellas no habría seres vivos.

2. Función sensitiva

Abarca dentro de ella dos funciones distintas pero relacionadas entre sí:

- La función apetitiva: sentir (dolor, placer, etc.), desear, apetecer, etc.
- La función motriz: la capacidad de moverse y trasladarse en el espacio.

3. Función pensante

Se trata de la capacidad, sólo humana, de entender y pensar. Es la función superior y más elevada que puede poseer un ser vivo.

Los seres vivos están organizados en una jerarquía que se corresponde con sus funciones anímicas:

1. El reino vegetal posee sólo la función nuritiva.
2. El reino animal (excepto el hombre) posee las funciones nutritivas y sensitivas.
3. El hombre posee las tres funciones: nutritiva, sensitiva y pensante. Es ésta última la que le caracteriza esencialmente como hombre.

LA ÉTICA ARISTOTÉLICA



Aristóteles escribió dos obras sobre ética:

Ética a Nicómaco o Ética Nicomáquea, consta de diez libros y su nombre alude quizás a su hijo Nicómaco. Ética a Eudemo que consta de cuatro libros. Eudemo era un discípulo de Aristóteles.
La Gran Ética probablemente no es obra suya, sinó de un recopilador.

Según el filósofo, toda actividad humana tiende hacia algún fin (telos). El fin de la actividad de un zapatero es hacer, producir un zapato bien hecho; El fin de la medicina es procurar o restablecer la salud del enfermo, etc.

Vemos que los fines no son idénticos ya que dependen de la actividad que se lleve a cabo para obtenerlos. Las actividades tampoco son iguales. Aristóteles distingue entre la praxis, que es una acción inmanente que lleva en sí misma su propio fin, y la poiésis, que es la producción de una obra exterior al sujeto (agente) que la realiza.

Por ejemplo, el fin de la acción de construir una estatua no es la propia producción de la estatua, sino la estatua misma. Pero ésta, además, tiene un fin para lo cual la estatua misma es un medio: conmemorar un hecho, venerar a un dios....

Así, vemos que unos fines se subordinan a otros, existiendo una jerarquía entre ellos y en las actividades que los producen. Por lo tanto, habra que determinar cúal es es fin último del hombre al que estarán subordinados los otros fines. Habrá que buscar un fin que ya no sea medio para ningún otro fin.

[Aristóteles presupone la unidad del fin y del bien, no llegando a considerar en ningún momento la posibilidad de un conflicto entre fines morales. Además, su teleologismo identifica el fin al que algo tiende con el bien, ya que el bien de algo es llevar a buen término el fin que tiene que cumplir, la realización de su esencia y de sus potencialidades.]

Tiene que haber un fin último, querido por sí mismo y que sea el fundamento de todos los demás. Si esto no sucediera, y los fines siempre fueran medios para otros fines, y así hasta el infinito, nos encontraríamos con la paradoja de que los fines son fines de nada, lo cual les haría absurdos e innecesarios (ineficaces). Y como, de hecho, hay fines, por lo tanto, debe haber uno que sea fin en sí mismo y no sea medio para ningún otro.


Este fin último o bien es "la felicidad" (eudaimonía), y por eso, se dice que la ética aristotélica es eudemonista, porque considera que el fin (bien) último que persigue el hombre es la felicidad.

Ahora nos encontramos con el problema de definir qué sea la felicidad y qué es lo que la procura.

Para unos, la felicidad se alcanza con riquezas; para otros con honores y fama; otros muchos creen obtenerla a través del placer.

Sin embargo, dice Aristóteles, todos estos no son más que bienes externos que no son perseguidos por sí mismos, sinó por ser medios para alcanzar la felicidad. Es ésta la única que se basta a sí misma para ser: es autárquica y perfecta. Los demás bienes externos se buscan porque pueden acercarnos más a la felicidad, aunque su posesión no implica que seamos felices.

Tampoco esto significa que el bien sea trascendente al hombre; es decir, que se trate de un Bien en sí, separado de todos los bienes pariculares. Aristóteles rechazará la concepción platónica del Bien, aquélla que ignora que sólo es posible realizar el bien en situaciones concretas y particulares, y nunca iguales:

"No es la salud lo que considera el médico, sino la salud del hombre y, acaso mejor, la salud de tal hombre, porque es al individuo a quien cura"

 Por lo tanto, pese a que no haya un acuerdo entre los hombres acerca de qué proporciona la felicidad como bien último del hombre, la ética ha de dedicarse a dilucidar qué clases de bienes hay. Según Aristóteles, podemos dividirlos en tres tipos:

1. bienes externos: riqueza, honores, fama, poder...
2. Bienes del cuerpo: salud, placer, integridad...
3. Bienes del alma : la contemplación, la sabiduría...

No por poseer riquezas garantizamos nuestra felicidad. Tampoco sólamente la consecución del placer nos hace felices. Normalmente necesitamos algo más para serlo y en eso nos distinguimos de los animales. Aunque estos bienes particulares no basten, sin embargo ayudan. En esto Aristóteles mantiene una postura moral bastante desmitificada y realista : el bien no puede ser algo ilusorio e inalcanzable. Sin ciertos bienes exteriores (salud, riqueza, etc.) la felicidad será casi imposible de alcanzar.

Entonces ¿En qué consiste la felicidad (eudaimonía)?

Si es el bien supremo, aquel que ya no es medio para ningún otro fin, habrá que determinar en qué consiste el bien para cada ser.

El bien es el acto (energéia) propio de cada ser, es decir; aquel que viene determinado por su propia esencia o naturaleza. Y puesto que la naturaleza del hombre viene determinada por la función específica de su alma, el pensamiento, la felicidad consistirá fundamentalmente en un bien del alma: la contemplación.
El mayor bien para un hombre será el pleno desarrollo de aquello que le es más esencial: la inteligencia; la actividad contemplativa. Será la virtud de la sabiduría la que le procure al hombre la verdadera felicidad, aunque deba conjugarla con otras virtudes y con los bienes exteriores.

 LA VIRTUD


Distingue Aristóteles entre dos clases de virtudes, de acuerdo con las funciones del alma: racionales o irracionales.

" la virtud se manifiesta en un doble aspecto: uno intelectual, otro moral; la virtud intelectual proviene en su mayor parte de la instrucción o educación...., mientras que la virtud moral es hija de los buenos hábitos; de aquí que, gracias a un leve cambio, de la palabra costumbre -ethos- , viene moral, ética". (ibid., 1103,b.)

 Existen dos clases de virtudes: virtudes éticas y virtudes dianoéticas. Ambas expresan la excelencia del hombre y su consecución procuce la felicidad, ya que ésta última es "la actividad del hombre conforme a la virtud". A través de las virtudes el hombre domina su parte irracional.

Las virtudes éticas

Son adquiridas a través de la costumbre o el hábito y consisten, fundamentalmente, en el dominio de la parte irracional del alma (sensitiva) y regular las relaciones entre los hombres. Las virtudes éticas más importantes son: la fortaleza, la templanza, la justicia.

Las virtudes dianoéticas

Se corresponden con la parte racional del hombre, siendo, por ello, propias del intelecto (nous) o del pensamiento (nóesis). Su origen no es innato, sino que deben ser aprendidas a través de la educación o la enseñanza. Las principales virtudes dianoéticas son la inteligencia (sabiduría) y la prudencia.

Veamos porqué hace Aristóteles esta distinción.

1. LA VIRTUD COMO HÁBITO O DISPOSICIÓN DEL ALMA

La virtud no es innata al hombre, como lo son las pasiones, instintos o tendencias. Si fueran propias de nuestra naturaleza, todos seríamos virtuosos por el mero hecho de ser hombres, y esto, desde luego, no ocurre. pero aunque no es un don de la naturaleza, la virtud tampoco es una ciencia, como sostenían los socráticos y Platón. No por conocer qué es el bien o qué es la justicia somos buenos o justos. No realizamos la templanza por el mero hecho de tener conocimiento sobre qué sea ella.

La virtud implica voluntad, obrar a sabiendas, con conciencia. No pertenece ésta sólo al orden del lógos, sinó también e inevitablemente al ethos, la costumbre, el hábito.

Las virtudes se adquieren a través de la costumbre, el ejercicio y el hábito.
Nos acostumbramos a algo cuando repetidamente obramos de tal manera que se covierte en un hábito de nuestra conducta. No podremos ser justos sólo conociendo qué es la justicia. Debemos ejercitarla y a practicarla hasta convertirla en un hábito de nuestro comportamiento. Únicamente practicando la justicia, se puede llegar a serlo.

 2. LA VIRTUD COMO TÉRMINO MEDIO

La virtud implica también una cierta medida, un cierto orden entre el exceso y el defecto. Aristóteles intenta objetivar la virtud: ésta ha de situarse en un término medio entre dos vicios, uno por exceso y otro por defecto.
Así, el valor es un medio entre la cobardía y la temeridad, y la generosidad será el justo medio entre la prodigalidad (exceso) y la avaricia (defecto).

La virtud introduce el equilibrio, la mesura y no la mediocridad. Pero ¿Cómo definir el justo medio? ¿Hay una medida objetiva e impersonal o ha de definirse en función de cada individuo y situación?

¿Todas las cóleras son injustas y viciosas? ¿Podría haber alguna cólera justa?

Según Aristóteles no hay una medida impersonal para definir en cada situación el justo medio. Cada hombre debe ser juez tal y como lo haría siempre un hombre sabio y prudente.

"La virtud es una disposición adquirida de la voluntad, consistente en un justo medio relativo a nosotros, el cual está determinado por la regulación recta tal y como lo determinaría el hombre prudente"

 Aristóteles hace un recurso a la autoridad del "hombre prudente" porque sabe que ninguna definición universal y general de la moralidad abarcará todos los casos concretos y particulares. No es posible, con una fórmula, preveer la acción moral óptima en cada caso.
Sólo la experiencia de los hombres y su inteligencia prudente podrán determinar en cada caso la opción moral adecuada.

 LAS VIRTUDES MORALES

La templanza es el término medio entre el libertinaje y la insensibilidad. Consiste en la virtud de la moderación frente a los placeres y las penalidades.

La fortaleza es el término medio entre el miedo y la audacia. (Etica Nic. 1115a).

La generosidad es un término medio en relación con el uso y posesión de los bienes. La prodigalidad es su exceso y la avaricia su defecto.

LA JUSTICIA

La justicia consiste en dar a cada uno lo que es debido.
Hay dos clases de justicia:

La justicia distributiva, que consiste en distribuir las ventajas y desventajas que corresponen a cada miembro de una sociedad, según su mérito. La justicia conmutativa, que restaura la igualdad perdida, dañada o violada. a través de una retribución o reparación regulada por un contrato.

 LAS VIRTUDES DIANOÉTICAS

La más importante de las virtudes dianoéticas es la prudencia (phrónesis). Ésta consiste en la habilidad intelectual de discernir entre cosas que no son necesarias y pueden ser o no ser. Esta virtud es la guía de las demás virtudes morales , aquella que indica qué medios son necesarios para alcanzar los fines propuestos y procurarse el bien.

(fuente)

 

 San Agustín de Hipona, (354-430)

  Vida y obras.

 Teólogo y filósofo, padre de la Iglesia latina; santo. Nacido en Tagaste (hoy Souk-Ahras, en Argelia) de padre pagano (Patricio) y de madre cristiana (Mónica). Realizó sus estudios en Tagaste y Cartago, en ambiente dominado por la cultura clásica y donde la lengua latina era patrimonio común de los sectores cultos. Enseñó retórica en Tagaste y Cartago, para pasar más tarde a Roma y a Milán, donde también enseñó retórica. Durante su estancia en Milán (384-387), Agustín maduró su conversión al cristianismo que abrazaría después de haber buscado la verdad en el maniqueísmo. El encuentro con San Ambrosio de Milán le abrió las puertas a la interpretación alegórica de las Escrituras y le orientó hacia la filosofía neoplatónica.

 Tras el abandono de la mujer con la que vivía desde hacía catorce años (de la que había tenido un hijo, Adeodato), y la decisión de abandonar la cátedra de profesor de retórica (386), recibió el bautismo probablemente en el año 387. A partir de este acontecimiento, intensificó su labor intelectual. Regresado a su tierra, fue ordenado sacerdote el año 391 y nombrado obispo de Hipona (hoy Annaba, en Argelia). Desde su cátedra prosiguió, junto con su actividad pastoral, su actividad literaria y apologética contra los donatistas, maniqueos y pelagianos. Murió durante el asedio de Hipona por parte de los vándalos, estando él ya muy enfermo.

 Entre sus obras más importantes hay que mencionar: las Confesiones (13 libros autobiográficos en los que San Agustín desgrana momentos de su intimidad espiritual); De Trinitate; De civitate Dei (23 libros, su obra cumbre, centrada en la filosofía de la historia). Escribió también tres diálogos: De beata vita (sobre la virtud y la felicidad), Contra Academicos, De ordine. Además: Soliloquia (sobre el conocimiento y la inmortalidad); De inmortalitate animae, De libero arbitrio (sobre la libertad y el mal), De vera religione (sobre la fe y la creencia), Retractationes (sobre los peligros de la filosofía pagana). Su producción se conserva en casi su totalidad.

El conocimiento y la verdad.

 Lo que realmente le preocupa a Agustín es alcanzar la sabiduría, la verdad. Si le retienen cuestiones epistemológicas es solamente como preparación a la metafísica y a la teología. Ya en la etapa de su adhesión al maniqueísmo, se cuestiona por la verdad, y al no encontrarla en la doctrina de Mani, se pregunta, desde el escepticismo, si existen verdades auténticamente fiables, absolutas, de las que no se pueda dudar. Ante estas interrogantes, Agustín constata la evidencia de algunas verdades: "¿Duda alguien de que vive, de que quiere, de que piensa? Pues si duda, vive". Basándose en la existencia de verdades en nuestra mente, Agustín presupone un concepto de verdad: la verdad ha de ser eterna y necesaria. Reflexionando sobre sí mismo, el hombre puede estar seguro al menos de tres cosas: de que existe, vive y entiende. Descartada la posibilidad del origen humano de tales ideas, llega a la conclusión de que sólo un ser superior puede depositar en nosotros esas ideas eternas e inmutables: ese ser es Dios. De esta forma queda manifiesta en Agustín la preeminencia del alma en el proceso del conocimiento. Agustín postula, en definitiva, el camino de la interiorización ("No vayas fuera de ti, en el interior del hombre habita la verdad") para alcanzar el verdadero conocimiento en progresión gradual, pues el espíritu es fuente de verdad. En esto consiste la teoría agustiniana de la iluminación; no se trata de la emanación neoplatónica, (porque el alma al contemplar las ideas en sí misma no contempla la esencia de Dios), sino que se trata de una iluminación natural. Con la teoría de la iluminación, Agustín suplanta la reminiscencia platónica.

 El alma.

 El alma es inmaterial e inmortal. Hecha a imagen de Dios, es reflejo de la Trinidad en sus tres facultades: memoria, entendimiento y voluntad. Agustín defiende la unidad del alma con el cuerpo, pero no admite que se trate de fusión. Tampoco el alma está en el cuerpo como cautiva o castigada, pues es ella, precisamente, quien rige, orienta y vivifica el sustrato corporal. Respecto al origen individual del alma, en algún momento defiende una especie de traducianismo (preocupado por el afán de salvaguardar la doctrina del pecado original), pero más parece inclinarse hacia el creacionismo (creación individual de cada una de las almas).

 La moral y el bien.

 La moralidad tiene su base en la ley eterna, a la que no escapa ningún ser creado. La Ley divina ampara a la ley natural, y la ley temporal, ha de supeditarse a la ley natural, como ésta lo está a ley divina. La ley divina sólo determina inexorablemente a la naturaleza física y a los seres irracionales, no así al hombre, dotado del libre albedrío. Por ser libre, sobre él recaen obligaciones de perfección. En este contexto de ley divina explica Agustín el problema del mal: las cosas de por sí son buenas, pero cuando se apartan del orden querido por Dios, se produce el mal. El mal hay que entenderlo como privación, como relajación del ser. Si Dios tolera el mal, es para que el hombre pueda ejercer su libertad. El hombre alcanza su plenitud, su felicidad solamente en su encuentro con Dios: "Feciste nos ad Te, et inquietum est cor nostrum donec requiescat in Te".

 (Enciclopedia Universal Micronet )

 

Santo Tomás de Aquino,  (1221-1274)

 Teólogo y filósofo italiano, doctor de la Iglesia. Santo Tomás se empeñó en la gigantesca tarea de reconciliar el pensamiento de Aristóteles con el cristianismo, siendo el más decisivo creador de la construcción intelectual llamada escolástica, que a lo largo de los siglos se convertiría en la filosofía oficial de la Iglesia Católica.

 Vida y obras

 Perteneciente a una familia de la nobleza italiana, Tomás de Aquino, o Doctor Angelicus ("Doctor Angélico") como también se le conoce, nació en el castillo de Roccasecca d'Aquino (Nápoles). A los cinco años fue ingresado en la abadía benedictina de Monte Casino y allí hizo sus primeros estudios. En la Universidad de Nápoles frecuentó la Facultad de Artes (1239-43). En esta misma ciudad conoció también a los dominicos y, pese a la dura oposición de su familia, decidió ingresar en el convento dominico. Su madre y sus hermanos no se dieron por vencidos y lo retuvieron a la fuerza. Pero él, pasado un año, huyó descolgándose por una ventana. Fue así como el año 1245 lo vemos en París, siguiendo las lecciones de San Alberto Magno. Tras cuatro años de permanencia en Colonia -ciudad a la que fue acompañando a su maestro-, regresó a París y allí, ordenado sacerdote y nombrado magíster, impartió clases comentando el libro de las Sentencias de Pedro Abelardo. Tres años después regresó a Italia, donde enseñó teología en varias ciudades. En Orvieto conoció al traductor Guillermo de Moerbeke, quien le proporcionaría la traducción de la mayor parte de las obras de Aristóteles. Volvió a París en 1268. Allí, además de su labor como docente, desempeñó una ardua tarea en la defensa de las órdenes mendicantes y contra los averroístas. Fue trasladado de nuevo a Nápoles en 1272, última ciudad en donde impartiría la enseñanza, pues, invitado por Gregorio X a participar en el Concilio de Lyon, murió en el camino, en el Castillo de Fossanova (Latina).

 Sus obras se pueden agrupar en los siguientes acápites: 1. Comentarios a los siguientes escritos de Aristóteles: De la interpretación, Segundos analíticos, Física, Del alma, Metafísica, Política, Del cielo, Del mundo, De la generación y la corrupción; al In quatuor libros Sententiarum de Pedro Lombardo; al Liber de causis, que descubrió él, traducción del Elementos de Teología de Proclo; y al de Trinitate de Boecio. 2. Opúsculos: De ente et essentia, Contra impugnantes Dei cultum et religionem, De aeternitate mundi, De unitate intellectus contra averroístas, De mixtione elementorum. 3. Cuestiones: Quaestiones disputatae (De veritate, De potentia, De anima, De malo, De unione Verbi incarnati) y Quaestiones Qodlibetales. 4. Sumas: Summa Theologica (su gran obra, que consta de tres partes), Summa contra gentiles. También escribió parte de De regimine principum y el De regimine Judaeorum.

 El hombre y su conocimiento

 La doctrina tomista acerca del hombre difiere de la agustiniana. En línea con el hilemorfismo, afirma que el hombre está compuesto de materia y forma. La unión entre alma y cuerpo no es accidental, sino sustancial. El cuerpo constituye el principio de individuación; el alma le da al hombre su condición en cuanto tal. Los seres que carecen de cuerpo, como los ángeles, son únicamente formas; cada ángel es una especie, no un individuo. Pese a la unión sustancial, el alma constituye una forma subsistente. De esta manera, al separarse del cuerpo, el alma sigue ejerciendo funciones propias. Desaparecen el alma vegetativa y sensitiva, pero no la racional, que tiene ser en sí misma. Esta realidad hace que el alma sea inmortal. Hay tantas almas como hombres, y cada una "vive" para sí su inmortalidad.

 Cada alma es creada individualmente por Dios. No podría provenir por generación, porque ello supondría preexistencia en potencia en la materia, o lo que sería lo mismo, tendría un origen material.

 El proceso del conocimiento se da bajo la cooperación estrechísima de alma y cuerpo. Los sentidos perciben la realidad inmediata (species sensibilis); transmitida esta percepción a la mente, aparecen las imágenes (phantasmata). Hasta aquí el conocimiento es como el de los animales. Pero el hombre, mediante la capacidad de abstracción, separa la esencia de lo real, y así concibe el universal. El problema de los universales los resuelve adoptando la postura de San Alberto: El universal es el concepto que existe sólo en la mente, pero con fundamento in re (en la cosa). Se trataría de una triple realidad: existe el universal antes de la cosa (ante rem) en la mente de Dios; en la cosa (in re) y después de la cosa (post rem), en la mente del hombre.

 Ética y política

 Partiendo del principio de que todo lo real tiende a su fin, Santo Tomás hace notar cómo hasta los seres que carecen de razón se encaminan hacia la finalidad para la que han sido creados. Sobre este concepto de fin se funda el de ley natural, entendida ésta como vía hacia el fin. Santo Tomás la define como "participación de la ley eterna en la criatura racional", que permite alcanzar la felicidad, a la que el hombre es encaminado de manera natural. La ley divina, por su parte, hace posible una dicha sobrenatural, que excede las posibilidades propias del hombre, aun cuando no afecta a sus aspiraciones: La gracia no destruye la naturaleza, sino que la perfecciona.

 Santo Tomás concibe al hombre como un ser social por naturaleza (animal sociale). Esto equivale a decir que también la sociedad es algo natural. El ser humano necesita de la sociedad, que no se organiza según impulsos del instinto como en los animales gregarios, sino por medio de la razón. Toda sociedad tiene dos fines: uno inmediato, material, para satisfacer las necesidades de subsistencia, y otro trascendente, que es conducir a los individuos a Dios. Analizando las formas de gobierno sancionadas por la tradición clásica (monarquía, aristocracia y democracia), Santo Tomás afirma que ninguna de ellas debe ser considerada ilícita a priori. Se convierten en ilícitas cuando degeneran en tiránicas, y este peligro no lo corren solamente la monarquía y la aristocracia, sino también toda democracia que no respete la justicia. El poder legislativo deriva para los gobernantes de Dios, pero no de modo inmediato, sino a través del consenso popular. Se rechaza así la doctrina teocéntrica, por la cual la autoridad civil pretendería derivar directamente de Dios a través del Romano Pontífice. De esta forma se establece la distinción -nueva para el contexto cultural de la Edad Media-, de dos ámbitos en el poder: la soberanía del poder civil por un lado, y el poder religioso por otro.

( Enciclopedia Universal Micronet)

René Descartes, (1596-1650)

 Filósofo y científico francés, considerado "padre de la filosofía moderna", Descartes (también conocido con el nombre latinizado de Cartesius) es un pensador que puso su vida al servicio de una noble causa: la consecución de la verdad. Genial innovador de la filosofía, fue también el primero en aplicar las matemáticas a las ciencias físicas, y el iniciador de la concepción mecanicista de la naturaleza. Su doctrina tuvo tal capacidad para espolear a los espíritus de su época, que, de una u otra forma, las importantes corrientes posteriores han partido de él.

 Vida y obras

 Perteneciente a una noble familia, nació en La Haye (Turena). A los ocho años entró a la escuela jesuita de La Flèche, una de las más famosas de Europa en aquella época, donde permaneció hasta la edad de 16 años. Luego estudió Derecho en Poitiers hasta el año 1617. Fueron estos años de su juventud una etapa marcada por la disipación y la incertidumbre, sin que nunca llegara a apagarse en él la inquietud por conocer. Con afán de aventura se enroló, primero, en el ejército protestante de Mauricio de Nassau, príncipe de Orange, y luego en el ejército católico del Duque de Baviera. En 1619, estando acampados en Neuburg, en espera de que amainara la tormenta para entrar en combate, y entregado Descartes a sus reflexiones, vivió una noche de entusiasmo, de sueños exaltantes y reveladores, en los cuales tomaron forma las primeras intuiciones de una nueva lógica (el inventum mirabile), capaz de fundar una ciencia universal. Agradecido por aquel don, prometió peregrinar a los pies de la Virgen de Loreto, y cumplió su promesa al viajar a Italia tres años después. En 1621 ya había abandonado la vida militar. Vendió sus propiedades, y del dinero que obtuvo vivió toda su vida, sin penurias, pero austeramente. El encuentro con el cardenal Bérulle, en 1627, reforzó su decisión de consagrarse a la investigación filosófica. Buscando la paz y la libertad necesarias que requería su trabajo científico y de reflexión, se trasladó a Holanda. Allí conoció la fama, pero también las dificultades, pues las controversias contra sus teorías le venían tanto de parte de los católicos como de los protestantes. En 1649, aceptando una invitación de la reina Cristina, pasó a vivir a Estocolmo. En la corte sueca prosiguió su intenso trabajo, el cual, unido al riguroso clima de Estocolmo, minó su salud, hasta acarrearle la muerte.

 Desde el principio de su filosofar, Descartes abandonó la filosofía de corte escolástico que había aprendido en La Flèche, -la cual, según él, poco tenía de utilidad-, para entregarse a la búsqueda de un saber fundado en el modelo del conocimiento matemático y, cada vez con mayor intensidad, la ambición de efectuar una síntesis que, en cuanto alternativa a la escolástica, constituyese un marco sistemático a la vez comprensivo y definitivo. Hubo dos momentos decisivos en este camino: uno fue el encuentro, en 1618-19, con I. Beeckmann, matemático y físico holandés de formación galileana, a raíz del cual abandonó también su tentación de adentrarse por el camino del ocultismo de inspiración renacentista, al cual mirará desde ese momento como a otro enemigo que combatir; el segundo fue en los años 1628-29, cuando halló el fundamento metafísico que le permitió la fundamentación de la física en la metafísica a través de la deducción a priori de las leyes fundamentales de la naturaleza a partir de un atributo de Dios, como es la inmutabilidad de la acción divina. A estos años se remonta la genial contribución matemática de Descartes, con la elaboración de la geometría analítica, la cual, al permitir la reducción de los problemas geométricos a ecuaciones algebraicas, implicaba una gran universalización y, en consecuencia, una gran simplificación de los problemas.

Sus obras principales son: Regulae ad directionem ingenii (1628), Discours de la méthode pour bien conduir sa raison et chercher la vérité dans les sciences (1637), Meditationes de prima philosophia (1641), Principia philosophiae (1644), y  Les passions de l'âme (1649).

 (Enciclopedia Universal Micronet)

 ANTROPOLOGÍA CARTESIANA

 La antropología que propone Descartes es dualista, ya que distingue en el hombre entre el alma (inmortal, porque siendo pensante es simple, indivisible, y no puede cambiar, ni perecer) y el cuerpo (una máquina compleja, construida por Dios, que se caracteriza por su extensión). Ambas partes del hombre son independientes, y no necesitan la una de la otra para existir.

La separación que establece Descartes entre estos dos aspectos del ser humano plantea el problema de la comunicación entre el alma y el cuerpo, que este filósofo resuelve a través de la glándula pineal, situada a la base del cerebro, la cual pone en contacto ambas sustancias a través de los denominados “espíritus animales” (unos corpúsculos materiales ínfimos que, circulando por el interior de los nervios y el cerebro, comunican éste con los músculos).

En base a este dualismo, Descartes construye su teoría de las pasiones del alma, que están causadas por el cuerpo, sin intervención de la voluntad, pues proceden de los movimientos del corazón, la sangre y el sistema nervioso. Las pasiones, a su juicio, son emociones del alma causadas por el cuerpo. Distingue seis emociones primitivas en el hombre, que oscilan entre lo fisiológico y lo psicológico: admiración, amor, odio, deseo, alegría y tristeza; luego, esas pasiones se combinan entre sí, produciendo otras más complejas.

Descartes señala que el hombre puede controlar sus pasiones, modificando las condiciones físicas que las producen. Si dominamos las pasiones, dominaremos el cuerpo; y esto puede hacerlo el hombre, primero, porque dispone de libre albedrío, cualidad que le hace muy superior a los animales (pues las bestias están impulsadas por pasiones que no pueden cambiar), y segundo, porque, mediante su razón puede clarificar sus ideas, para evitar equivocarse al elegir.

Un hombre dotado de una voluntad orientada por ideas claras y distintas, obtenidas mediante la aplicación de un método de razonamiento adecuado, y una serie de reglas que le ayuden a dirigir bien su espíritu, estará en condiciones de controlar mejor sus pasiones, pudiendo así elegir más racionalmente y disfrutar de un mayor grado de libertad.

 El hombre es el único ser en el que se encuentran dos realidades distintas entre sí, la res cogitans (el pensamiento) y la res extensa (el cuerpo). Estamos, por tanto a una antropología dualista, como ya vimos en Platón. Sin embargo, el dualismo de Descartes es de un tono diferente al de Platón; Para los griegos el alma era el pensamiento por una parte pero también era el “principio de vida”, es decir, lo que anima el cuerpo. Esto quedaba claro en el planteamiento de Platón o, especialmente, Aristóteles al defender las funciones biológicas del alma (alma vegetativa, alma sensible…). En Descartes el alma es pensamiento, pero no es principio vital. Está claro cuál es la razón de esta tesis: el cuerpo, los cuerpos en general, no necesitan de nada que los anime ya que son “mecanismos”; de hecho el mundo material es un mecanismo en sí. Descartes concebía al mundo como un gigantesco reloj, a los animales desprovistos de alma, como autómatas animados carentes de libertad y al cuerpo humano como un mecanismo más. Aquí radica la especificidad del ser humano: en cuanto a su alma es pensamiento y tiene la capacidad de juzgar entre lo bueno y lo malo, lo verdadero y lo falso, pero en cuanto al cuerpo se comporta como un autómata más.

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La Psicologia como ciencia

En estas presentaciones puedes encontrar la mayor parte de la información expuesta en clase.

ESTRUCTURALISMO.

Cuando emergió la psicología científica en el último cuarto del siglo XIX, los investigadores estaban haciendo grandes avances en fisiología, física y química. Esta última ciencia estaba completando el espectro total de los elementos simples y las posibles combinaciones entre ellos. Se analizaban las moléculas en sus compuestos (átomos) y se realizaban sorprendentes uniones de elementos para formar moléculas cada vez más complejas. Este modelo de la química animó a los psicólogos a buscar también los elementos que componen las complejas experiencias. Si los químicos podían descomponer en agua en oxígeno e hidrógeno, también -creían los psicólogos- sería posible descomponer, por ejemplo, el sabor agridulce del pomelo en sensaciones simples, tales como el dulce, amargo, agrio, frío, suave, etc., identificadas mediante la introspección. Éste fue uno de los retos más importantes que tuvieron frente a sí Wundt y los primeros psicólogos que estudiaron con él. Entre ellos, cabe destacar a Edward Bradford Titchener, quien propuso el nombre de "estructuralismo" para el tipo de trabajo que estaba llevando a cabo en la Universidad de Cornell (Estados Unidos).

 Titchener expresa su idea sobre la combinación de elementos de la siguiente forma: "Los procesos mentales concretos, la idea de sentimiento, que nosotros experimentamos actualmente como una parte de nuestra conciencia, no son procesos simples, sino que todos, de la misma manera, están compuestos de un número de procesos simples. Los procesos simples se llaman 'elementos mentales'. Estos elementos son muy numerosos, probablemente hay unos 50.000, pero éstos pueden ser agrupados en dos grandes clases como son sensaciones y afectos". Las cualidades de la sensación son del tipo "rojo", "frío", "amargo", etc., y los afectos o sentimientos son "agradable" y "desagradable". La tarea del psicólogo consistiría, de esta forma, en dar cuenta exacta de los elementos mentales que componen la sensación y el sentimiento.

 Titchener expone su pensamiento sobre el estructuralismo en su obra A text-book of Psychology (1909-1910). Dentro de la experiencia consciente, como objeto de la psicología, existen dos preguntas fundamentales: "qué" y "cómo". En la perspectiva estructuralista, concretamente, ambas tienen una significación específica: "¿cuáles son los elementos?" y "¿cómo están combinados esos elementos?" La pregunta "¿para qué?" no tiene lugar en la psicología experimental, y es más bien la pregunta adecuada para la psicología funcional.

 Desde la Universidad de Cornell, Titchener defendió una psicología pura, sin aplicaciones ni intereses externos a ella misma que la llevaran, en sus palabras, "a prostituirse".

 El estructuralismo en la historia de la psicología

 El estructuralismo desempeñó un importante papel en los primeros desarrollos de la psicología científica y experimental. La insistencia en las investigaciones fisiológicas y el interés por el descubrimiento de las estructuras fisiológicas y neurológicas de la visión, la audición, el tacto, el olfato y el gusto colocaron a la nueva ciencia en situación de continuo avance y nuevos descubrimientos. La necesidad de investigar impulsó poderosamente la creación de nuevos instrumentos, cada vez más sofisticados, para el análisis fisiológico de los órganos de los sentidos. La seriedad y rigor de las investigaciones con una base experimental fue determinante de la rápida expansión de la psicología y la creación de cátedras, laboratorios y revistas especializadas en esa rama del conocimiento. Pero su insistencia en la introspección fue quizás el mayor obstáculo para su pervivencia, especialmente a raíz de que el positivismo lógico propusiera criterios de demarcación restrictivos para todas aquellas disciplinas que pretendiesen llamarse "ciencias", criterios que determinaban la exclusión del ámbito de las ciencias de cualquier saber que no se atuviera a proporcionar descripciones de la realidad observable.

 El estructuralismo se extinguió como escuela cuando murió Titchener en 1927, pero fue sustituido con éxito por nuevos paradigmas: el funcionalismo, el conductismo y la psicología de la Gestalt, que incorporan nuevos métodos de investigación y una epistemología científica diferente.

 José Moya Santoyo

Universidad Complutense de Madrid

 Enciclopedia Universal Micronet

 Aquí puedes volver a ver el pequeño documental sobre Wundt.

Wilhelm Wundt es considerado como el fundador de la psicología experimental o "nueva ciencia". La fecha exacta, en el consenso de los historiadores de la psicología, es 1879, año en que Wundt estableció formalmente un laboratorio psicológico en la Universidad de Leipzig, Alemania. Las primeras investigaciones que se llevaron a cabo estaban relacionadas con el fenómeno de la sensación, especialmente la visión y la audición, aunque se estudiaron todos los sentidos. Muchos especialistas, sobre todo en oftalmología y otología, aportaron instrumentos novedosos y técnicas punteras en el estudio de los sentidos. También se desarrollaron aparatos nuevos en los primeros laboratorios de psicología, así como nuevos métodos de investigación. Otros temas de interés en estos primeros años fueron la atención, la emoción y la memoria.

 El laboratorio de Wundt estaba equipado con la tecnología más sofisticada de la época y las investigaciones llevadas a cabo en él fueron importantes para obtener avances en la ciencia de la fisiología. Sin embargo, como psicólogo, Wundt estaba interesado además en dar respuesta al cómo de los procesos cognitivos, emotivos y motivacionales. El problema en este caso se presenta a la hora de atender a procesos subjetivos no observables directamente: memoria, imaginación, pensamiento, etc. Era necesario utilizar una técnica que llegase hasta este tipo de procesos y que informase de cómo se producían estos eventos internos. La técnica utilizada por Wundt fue la introspección, método que heredó de la filosofía y que tenía poca fiabilidad. Para que los datos obtenidos por introspección fueran objetivos y fiables en la medida de lo posible, Wundt formalizó un protocolo según el cual sólo se podía informar de los procesos mentales ocurridos en los últimos segundos, las preguntas y respuestas debían seguir un patrón definido y sólo podían hacer introspección sujetos entrenados, adultos, inteligentes y normales. Uniendo la introspección con la experimentación se intentaba determinar, mediante la variación sistemática de las distintas variables, cómo los cambios físicos en el estímulo modificaban la conciencia.

 La importancia de Wundt en la recién nacida ciencia fue enorme. Por su laboratorio pasaron grandes psicólogos de todo el mundo, que se convirtieron en pioneros y propagadores de la nueva psicología en sus países de residencia. Wundt también fundó una revista para dar cobertura a las investigaciones de su laboratorio: la Philosophische Studien, que una década más tarde pasaría a denominarse Psichologische Studien; e influyó enormemente en el desarrollo de la psicología experimental a través de sus manuales, entre los cuales destaca Grundzüge der physiologischen Psychologie, publicado en 1873-74.

 Los primeros años de la psicología experimental

 Durante los años que siguieron a la fundación del laboratorio de Wundt se dio una amplia difusión de la psicología en todo el mundo occidental. Los alumnos de Wundt, venidos de todas partes del mundo, comenzaron a propagar sus ideas y, lo que es más importante, sus métodos de trabajo. Para 1900 ya había 69 laboratorios destinados a la investigación psicológica, al estilo del de Wundt, en otras tantas universidades: 39 en Estados Unidos; 10 en Alemania; 3 en Rusia, Italia e Inglaterra; y tan sólo uno en España. Para 1903, según estadísticas presentadas por J. M. Cattell, el número de psicólogos que habían presentado contribuciones relevantes se elevaba a 313, de las cuales 200 fueron clasificadas como eminentes. En un estudio posterior (1906), en el Biographical Directory of American Men of Science, aparecía el nombre de 190 psicólogos eminentes, 50 de ellos entre los mil más eminentes.

 La importancia que adquirió la psicología queda reflejada también en el creciente número de revistas especializadas que vieron la luz por aquella época.

 Enciclopedia Universal Micronet S.A.

Si quieres saber más este otro documental es más completo. (Enlace)

En este enlace otro puedes tener más información sobre su biografía y pensamiento, la de W. Wundt.

FUNCIONALISMO.

 Aunque casi todos los psicólogos de la primera generación de psicólogos de Estados Unidos estudiaron con Wundt, sin embargo, el ambiente intelectual de la joven nación y su empuje en la búsqueda de soluciones para la educación, la industria y las enfermedades mentales exigieron de la psicología una toma de posición práctica en la aportación de conocimientos que hicieran avanzar estos campos. De esta manera, la psicología estructuralista se adaptó a un nuevo ambiente con una actitud más funcionalista o pragmática.

 El padre del funcionalismo americano, William James, se alineó con el pragmatismo de Peirce, Schiller y Dewey. Su mayor interés fue dar respuesta a los problemas planteados por Descartes, que había dividido al ser humano en conocedor y conocido, mente y cuerpo, consciencia y materia. Frente a esta división, él propone que existe un único elemento: la experiencia pura, donde se unifican la mente y el cuerpo, lo conocido y el conocedor, la consciencia y la materia. Su empirismo radical y su pragmatismo hicieron del estudio de la consciencia, definida como aquello que nos capacita para hacer lo que es útil, el centro de sus investigaciones psicológicas.

 El principal argumento funcional se encuentra en la biología misma, que ha dado a la mente un lugar cada vez más importante; y, por otra parte, también la pedagogía encuentra que es más útil el punto de vista funcionalista. Esto mismo sucede con la higiene mental y la psiquiatría. La gran cantidad de trabajos realizados sobre psicología animal, instintos, los sentidos del animal y su modificabilidad, etc. integran un capítulo significativo de la psicología funcionalista, al igual que las investigaciones en psicología genética y humana.

 El interés por lo genético, lo diferencial, la psicología animal y la psicología funcional deriva del impacto del evolucionismo en los países de habla inglesa, que puso de manifiesto la importancia de los procesos adaptativos de los organismos vivientes y el significado que adquiere la consciencia como instrumento activo de esta adaptación del organismo al medio.

 El funcionalismo en la historia de la psicología

 La consideración de la mente como un instrumento de adaptación al medio, siguiendo las teorías evolutivas, no ha perdido vigencia en la actualidad; en este sentido se puede afirmar que el funcionalismo sigue siendo una escuela viva. Sin embargo, históricamente fue desterrado -aunque nunca del todo- del panorama científico de la psicología estadounidense cuando se impuso el conductismo con sus exigencias metodológicas a partir de la década de los años veinte. Como escuela ligada al pensamiento pragmatista y evolucionista, el funcionalismo amplió el horizonte de la psicología para incluir campos como la psicología animal, la psicología diferencial, la psicología evolutiva, la psicología anormal, la psicología educativa, la psicología industrial y el resto de los ámbitos que todavía a principios del siglo XXI eran objeto de estudio de esta disciplina.

 El lado más vulnerable seguía siendo, como sucedió con el estructuralismo, la utilización de la introspección. Aunque muchos psicólogos comenzaron a poner en entredicho su validez, sin embargo, no renunciaron a su utilización hasta que Watson, en su célebre manifiesto de 1913, pidió su eliminación como técnica utilizable por los psicólogos.

 José Moya Santoyo

Universidad Complutense de Madrid

 Enciclopedia Universal DVD ©Micronet S.A. 1995-2004

Este es el documental sobre W. James que hemos visto en clase.

James, William (1842-1910)

  Filósofo y psicólogo pragmatista estadounidense. Como psicólogo, su intención es hacer de la psicología una disciplina científica. Fue el máximo representante de esta disciplina durante muchos años.

 Vida y obras

 Hijo del teólogo y sociólogo Henry James y hermano del novelista Henry James (hijo), pasó su juventud viajando por Europa, donde asimiló las enseñanzas de las más importantes y heterogéneas corrientes culturales de este continente. De aquí le provino su amistad con Wundt, Spencer, Renouvier y Bergson. En 1869 se doctoró en medicina, pero en los años siguientes se dedicó al estudio autodidacta de la psicología. Fue el primer profesor universitario de esta disciplina en los Estados Unidos, en Harvard, donde fundó el primer laboratorio de Psicología Experimental en América. Tuvo por compañeros a J. Royce, Santayana y Peirce.

Su obra principal es The Principles of Psychology, publicada en 1890 en dos volúmenes. Escribió además The will to believe (1897), The varieties of Religious experiences (1902), Pragmatism (1907), The Meaning of Truth. A Sequel of Pagmatism (1909), A pluralistic Universe (1909) y Essays in radical empiricism (póstuma, 1912).

 Doctrina

 La teoría pragmatista del conocimiento

 Su pensamiento filosófico está asociado a la corriente pragmática iniciada por Peirce. Sin embargo, James convierte en principio general algo que para Peirce era parte de un todo, una regla entre otras igualmente útiles: todo lo existente en la mente ha de ser estimado en orden a su funcionalidad. James enuncia el pragmatismo en estos términos: "La prueba última de lo que significa la verdad es, sin duda, la conducta que dicta o que inspira. Pero inspira semejante conducta porque predice alguna orientación particular que tal conducta extraerá de nuestra experiencia". La verdad, por lo tanto, es una cualidad funcional, no estructural de la idea: la idea es verdadera porque "trabaja" satisfactoriamente, funciona con éxito, en relación al ambiente en el cual debe llevar a cabo su trabajo y a la intención para la cual ha sido formada. El pragmatismo es, pues, un método enfocado hacia verdades provechosas para nuestra vida.

 La voluntad de creer

 La "voluntad de creer" hace referencia a las creencias que trascienden el ámbito de lo verificable. Ella afirma el derecho que tiene el hombre de elegir según las necesidades más profundas de su propio ser cuando se enfrenta a una opción que teóricamente no se puede decidir, y ante la que hay que tomar una decisión. El problema de las creencias, en una palabra, habrá que dilucidarlo en la dirección en la que más provecho se pueda sacar. James defenderá la creencia en Dios y las creencias religiosas porque ayudan a tener una visión más importante del porvenir. Si por un lado Dios representa "la tendencia ideal de las cosas", no está sobre o fuera del universo, sino que está con nosotros (es un Dios finito), poniendo en movimiento nuestras más profundas energías morales.

 La metafísica pluralista

 En los últimos años de su vida, James se dedicó a la reflexión en torno a una metafísica pluralista de la experiencia, en la que fuera posible enmarcar de modo riguroso sus indagaciones precedentes. Esa metafísica se basaría en el presupuesto de que la experiencia nos proporciona los elementos últimos de los cuales está hecho lo real y sus relaciones. Él la pensó en dos direcciones: la primera -que desarrolló con bastante extensión pero sin quedar satisfecho de ella-, se basa en una realidad compuesta de experiencias neutras, ni mentales ni físicas, que según el contexto del que forman parte son físicas o mentales. En la segunda, en cambio, los elementos últimos constitutivos de lo real son latidos o momentos de experiencia concreta, cada uno de los cuales está dotado de individualidad, y al mismo tiempo de relatividad esencial con el resto del universo. Ésta fue desarrollada ampliamente años más tarde por A. N. Whitehead.

 Sobre W. James en estos enlaces  tienes su biografia y pensamiento (enlace 2)

Psicología de la Gestalt

 Teoría psicológica que centra su atención en los aspectos configurativos de la percepción, en particular, y de la vida psicológica en general.

 Antecedentes

 Mientras el conductismo florecía en Estados Unidos, surgió en Alemania una nueva visión de la psicología que se conoció como "Psicología de la Gestalt". Gestalt significa en alemán 'forma', 'modelo', 'estructura', 'configuración'..., por lo que esta escuela se conoce también con el nombre de "psicología de la forma". Su origen está relacionado con las dificultades halladas por el asociacionismo tradicional para explicar los fenómenos de la percepción y el pensamiento.

 Entre los psicólogos y filósofos que influyeron en la formación de este nuevo planteamiento en psicología destacan Franz Brentano, Edmund Husserl y los psicólogos de la llamada Escuela de Wurzburgo.

 Brentano es el fundador de la llamada "psicología del acto". Para este autor, el verdadero objeto de la psicología son los actos o procesos mentales y no sus contenidos. Los elementos psíquicos no son los contenidos, sino los fenómenos psíquicos de percibir, sentir, querer, etc. Como actos, son totalidades que se resisten a la descomposición en sus distintos elementos.

 Husserl propugnó una ciencia pura de la conciencia mediante una descripción detallada de la actividad mental. El primer paso consistía en la reducción fenomenológica, a través de la cual todo lo dado se transforma en un fenómeno, es decir, en objeto, tal como se nos presenta a los sentidos. El investigador debe comenzar por la supresión del juicio (epoché). Lo que queda suspendido es el conjunto del mundo y de la ciencia, junto con la conciencia psicológica, todo objeto real y todo objeto ideal. Esto permite que la conciencia no atienda a los objetos y a los juicios para centrarse en los actos puros de conocer. De esta manera se llega a las intuiciones esenciales, y se constituye por tanto una ciencia de las puras esencias, que se presentan como totalidades concretas, universales concretos que fundamentan la existencia de las singularidades.

 En cuanto a la escuela de Wurzburgo, encabezada por Külpe, puede decirse que contribuyó al nacimiento de la psicología de la Gestalt en la medida en que, en oposición a Wundt, no se centró exclusivamente en la experiencia inmediata por medio de la introspección controlada, sino que trató de definir la actividad mental en términos de conciencia no ligada a lo sensorial y defendió la existencia de pensamiento sin imágenes. Külpe otorga a la mente un protagonismo mayor que Wundt; suponía que ésta ordena las experiencias según las categorías de tiempo, espacio, cualidad e intensidad, y que tiene estructuras o tendencias determinantes que configuran la percepción de una manera característica.

 Los psicólogos de la Gestalt

 Entre los principales representantes de la nueva escuela deben destacarse los nombres de Max Wertheimer, Wolfgang Köhler y Kurt Koffka.

 Wertheimer, nacido en Praga, estudió en la Universidad de Charles, en Berlín y en Wurzburgo, donde se doctoró en 1904. En 1910 quedó sorprendido por un fenómeno común cuando se viaja en tren, como es el hecho de que los postes de la luz parezcan avanzar hacia el pasajero mientras da la impresión de que éste permanece estático.

 Para estudiar el movimiento aparente, Wertheimer fijó dos focos eléctricos en los extremos de una mesa rectangular; luego colocó una varilla vertical en el centro de la mesa. Cuando se encendían alternativamente las bombillas a una cierta velocidad, los observadores afirmaban ver una sola sombra que iba de un lado a otro de la pared. Este fenómeno no podía explicarse analizando sus componentes; en un momento dado, lo que existía en verdad era un foco encendido y otro apagado y una sombra proyectada sobre la pared. Sin embargo, los espectadores afirmaban ver movimiento. Para comprender esta ilusión era necesario tener en cuenta todos los elementos que interactuaban, incluidos los ojos y el cerebro del observador. El conjunto o totalidad (Gestalt) es más que la suma de sus partes. La experiencia subjetiva del movimiento es el resultado de la relación dinámica entre los estímulos y el observador.

 

Wolfgang Köhler era director de la estación para el estudio de los antropoides en Tenerife (1913-1920) y del Instituto Psicológico de Berlín (1920-1935). Después de su encuentro con Wertheimer y Koffka en Frankfurt, se adhirió a las nuevas explicaciones para los fenómenos complejos de la mente. Interpretó de forma gestáltica la adquisición de relaciones entre estímulos y descubrió que los chimpancés utilizan configuraciones gestálticas en la composición de estructuras complejas cuando intentan solucionar un problema o alcanzar una meta. Descubrió que sus chimpancés utilizaban estrategias de insight al resolver problemas, y que no dependían únicamente del método de ensayo y error.

 

Koffka estudió en Berlín y se doctoró con Stumpf en 1909. Después de trabajar con Wertheimer y Köhler en Frankfurt, pasó a la Universidad de Giessen, donde enseñó hasta 1924. Ese mismo año viajó a Estados Unidos y, en 1927, obtuvo un puesto de docente en el Smith College. Se encargó de difundir las ideas de la Gestalt en Estados Unidos, donde publicó "Percepción: Una introducción a la teoría gestáltica". Su obra más representativa es Principios de la Psicología de la Gestalt, con la que trata de dar una visión omnicomprensiva del movimiento gestáltico, de sus postulados y de las implicaciones de éste en psicología.

 Principios básicos de la psicología de la Gestalt

 En sus comienzos, la escuela de la Gestalt se centró en el estudio de los fenómenos perceptivos o modo en que conocemos el mundo. Pero, posteriormente, se aplicaron estos principios a otros campos, como la psicología infantil, la psicología animal o el estudio de los grupos humanos.

 La psicología de la Gestalt afirma que los seres humanos tienen tendencias innatas encaminadas a organizar el campo perceptivo en configuraciones gestálticas, en esquemas de figura y fondo. El objeto sobre el que se centra la atención es la figura y el resto de la escena perceptiva es el fondo. Cuando la relación figura-fondo es ambigua, la percepción de la figura y del fondo se alternan. Del mismo modo, la percepción se produce de acuerdo con esquemas conceptuales que hacen que el sujeto perciba los objetos con buena figura, es decir, completos, con simetría, equilibrio y proporción; las figuras incompletas se perciben como acabadas. Así, el hombre no percibe los objetos como conjuntos de cualidades primarias, sino como totalidades que tienen estas cualidades sensoriales. Cuando el individuo ve una flecha clavada en una diana, no percibe la punta de la flecha; sin embargo, la mente completa la figura de la flecha de acuerdo con la ley de la pregnancia o buena figura. Del mismo modo, si se observan las piernas de una persona por debajo de su escritorio y el torso y la cabeza por encima de la mesa, el individuo no desliga ambas percepciones, sino que las aglutina en una unidad superior (hombre) de acuerdo con la ley de la continuidad. Otra de las leyes que rigen la percepción en el ser humano es la ley de la proximidad, por la cual se agrupan elementos que se encuentran cerca entre sí y se forma un conjunto. Por último, según la ley de la semejanza, el ser humano tiende a agrupar elementos parecidos.

 La Gestalt en la historia de la psicología

 Al igual que otros movimientos psicológicos, la Gestalt tuvo una vida limitada. Durante su periodo de esplendor (1913-1930) supuso una aportación teórica importante y contribuyó con notables avances al estudio de la percepción, la solución de problemas, el comportamiento social y de grupos y el comportamiento de los animales, en especial de los antropoides. Sin embargo, después de que los psicólogos gestálticos emigraran a Estados Unidos, su influencia fue decayendo y la escuela se desintegró como tal. No obstante, dejó su impronta en dos perspectivas teóricas posteriores: la psicología humanista y la psicología cognitiva.

 Enciclopedia Universal DVD ©Micronet S.A.

Sobre la leyes de la Gestalt te puede interesar este enlace.

ESCUELA PSICOANALÍTICA.

Freud, Sigmund (1856-1939)

 

 Médico, neurólogo y psicoanalista austríaco nacido en Freiberg (Moravia) el 6 de mayo de 1856 y muerto el 23 de septiembre de 1939 en Londres. Creador del psicoanálisis, está considerado como uno de los psicólogos más influyentes no sólo de su época, sino de toda la historia del pensamiento.

 Criado en el seno de una familia judía, a los cuatro años se trasladó a Viena donde transcurrió su vida hasta 1937, dos años antes de su muerte. En esta fecha tuvo que salir de Austria por la invasión nazi y refugiarse en Londres, donde murió víctima de un cáncer de mandíbula.

 Desde joven sintió la vocación de investigador, concretamente por todo lo relacionado con la fisiología. Estudió medicina y biología en la Universidad de Viena y se especializó en neurología clínica. En 1885, pasó un año en París, en el hospital de la Salpêtrière, donde trabajó con Charcot, momento en que su carrera da un giro total y comienza a interesarse por el psiquismo humano. Charcot estaba trabajando en las enfermedades nerviosas funcionales, especialmente en la histeria, a través de tratamientos hipnóticos.

 En 1889, ya en Viena de nuevo, colabora por primera vez con Breuer, médico vienés, que trabajaba en la misma línea que Charcot. Entre 1896 y 1900, elabora el método y los conceptos básicos del Psicoanálisis y, posteriormente, aplica sus teorías psicoanalíticas a la interpretación global de la personalidad. En 1911, las teorías freudianas se extienden a Norteamérica, en donde se funda la Asociación Psicoanalítica Americana.

 Poco antes de su muerte, fue nombrado en Londres miembro extranjero de la Royal Society. Su hija, Anna Freud, heredó su legado intelectual, aunque centró sus trabajos en el estudio psicoanalítico de la infancia y la adolescencia.

 Teoría.

 Freud no pretendía crear una teoría psicológica completa, pero llegó a elaborar un sistema que explicaba la psicología del hombre en su totalidad. Comenzó estudiando el trastorno mental y luego se preguntó por sus causas. Acabó formulando una teoría general del dinamismo psíquico, en el estudio de la naturaleza humana a través de distintos períodos de desarrollo, en una teoría del impacto de la sociedad, la cultura y la religión en la personalidad, y en una forma de tratamiento. Logró formular una teoría psicológica que abarcaba la personalidad normal y anormal, y que incidía en todos los campos del saber: la sociología, la historia, la educación, la antropología y las artes.

 La primera preocupación de Freud, dentro del campo del psiquismo humano, fue el estudio de la histeria, a través del cual llegó a la conclusión de que los síntomas histéricos dependían de conflictos psíquicos internos reprimidos y el tratamiento de los mismos debía centrarse en que el paciente reprodujera los sucesos traumáticos que habían ocasionados tales conflictos. La técnica utilizada en principio para ello fue la hipnosis.

 Llegó a la convicción de que el origen de los trastornos mentales está en la vida sexual y que la sexualidad comienza mucho antes de lo que en aquellos momentos se pensaba, en la primera infancia. La afirmación de la existencia de la sexualidad infantil produjo muchas críticas y oponentes a su teoría. Más tarde introduce otra técnica de tratamiento: la asociación libre. Al principio era paralela al uso de la hipnosis, pero esta última técnica la acaba desechando por considerarla menos efectiva. En las asociaciones libres el paciente expresa sin censuras todo aquello que le viene a la conciencia de forma espontánea. Posteriormente, incorpora la interpretación de los sueños en el tratamiento psicoanalítico, ya que entiende que el sueño expresa, de forma latente y a través de un lenguaje de símbolos, el conflicto origen del trastorno psíquico. La interpretación de los sueños es una ardua tarea en la que el terapeuta ha de vencer las "resistencias" que le llevan al paciente a censurar su trauma, como forma de defensa. Otro aspecto a tener en cuenta en la terapia psicoanalítica es el análisis de la transferencia, entendida como la actualización de sentimientos, deseos y emociones primitivas e infantiles que el paciente tuvo hacia sus progenitores o figuras más representativas y que ahora pone en el terapeuta. Su análisis permitirá al paciente comprender a qué obedecen dichos sentimientos, deseos y emociones, y reinterpretarlos sin que ocasionen angustia.

 Freud hace una formulación topográfica del psiquismo e incluye en él tres sistemas: uno consciente; otro preconsciente, cuyos contenidos pueden pasar al anterior; y otro inconsciente, cuyos contenidos no tienen acceso a la conciencia. La represión es el mecanismo que hace que los contenidos del inconsciente permanezcan ocultos. Más tarde presenta una nueva formulación del aparato psíquico que complementa a la anterior. En esta formulación estructural el aparato psíquico está formado por tres instancias: el ello, instancia inconsciente que contiene todas las pulsiones y se rige por el denominado principio de placer; el yo, que tiene contenidos en su mayoría conscientes, pero puede contener también aspectos inconscientes, se rige por el principio de realidad y actúa como intermediario entre el ello y la otra instancia del aparato psíquico; y el superyó, que representa las normas morales e ideales.

 Un concepto básico en la teoría freudiana es el de "impulso" o pulsión (triebe, en alemán). Es la pieza básica de la motivación. Inicialmente diferencia dos tipos de pulsiones: los impulsos del yo o de autoconservación y los impulsos sexuales. Los impulsos sexuales se expresan dinámicamente por la libido, como manifestación en la vida psíquica de la pulsión sexual, es la energía psíquica de la pulsión sexual. Más tarde reformulará su teoría de los impulsos y distinguirá entre impulsos de vida (Eros), en los que quedan incluidos los dos de la anterior formulación, e impulsos de muerte (Tánatos), entendidos como la tendencia a la reducción completa de tensiones. Freud tenía una concepción hedonista de la conducta humana: comprendía que el placer venía dado por la ausencia de tensión y el displacer por la presencia de la misma. El organismo, inicialmente, se orienta hacia el placer (principio de placer) y evita las tensiones, el displacer y la ansiedad.

 Freud, además, aportó una visión evolutiva respecto a la formación de la personalidad, al establecer una serie de etapas en el desarrollo sexual. En cada una de la etapas, el fin es siempre común, la consecución de placer sexual, el desarrollo de la libido. La diferencia entre cada una de ellas está en el "objeto" elegido para conseguir ese placer. El niño recibe gratificación instintiva desde diferentes zonas del cuerpo en función de la etapa en que se encuentra. A lo largo del desarrollo, la actividad erótica del niño se centra en diferentes zonas erógenas. La primera etapa de desarrollo es la etapa oral, en la que la boca es la zona erógena por excelencia, comprende el primer año de la vida. A continuación se da la etapa anal, que va hasta los tres años. Le sigue la etapa fálica, alrededor de los cuatro años, en la que el niño pasa por el "complejo de Edipo". Después de este período la sexualidad infantil llega a una etapa de latencia, de la que despierta al llegar a la pubertad con la fase genital.

 Paralelamente a esta evolución intrapsíquica del sujeto, se va dando un proceso de socialización en el que se configuran las relaciones con los demás. Es de suma importancia también el proceso de identificación, que permite al sujeto incorporar las cualidades de otros en sí mismo, para la formación de su personalidad.

 El psicoanálisis en sus comienzos, e incluso en la actualidad, ha sido una doctrina que ha despertado grandes pasiones, a favor y en contra. Entre las críticas que se han hecho a la teoría de Sigmund Freud, la principal ha sido la falta de objetividad de la observación y la dificultad de derivar hipótesis específicas verificables a partir de la teoría.

 A pesar de la gran reprobación que suscitaron las ideas freudinas, especialmente en los círculos médicos, su trabajo congregó a un amplio grupo de seguidores. Entre ellos se encontraban Karl Abraham, Sandor Ferenczi, Alfred Adler, Carl Gustav Jung, Otto Rank y Ernest Jones. Algunos de ellos, como Adler y Jung se fueron alejando de los postulados de Freud y crearon su propia concepción psicológica.

 No cabe duda de que el psicoanálisis fue una revolución para la psicología y el pensamiento de la época y ha servido como base para el desarrollo y proliferación de una gran cantidad de teorías y escuelas psicológicas.

 Obras.

 La producción de escritos de Freud fue muy amplia. Entre sus obras destacan:

Estudios sobre la histeria (1895), La interpretación de los sueños (1900), La psicopatología de la vida cotidiana (1904), Tres ensayos sobre la vida sexual (1905), El chiste y su relación con el inconsciente (1905), Totem y tabú (1912-1913), Lecciones introductorias al psicoanálisis (1922), Más allá del principio del placer (1922), Nuevas lecciones de psicoanálisis (1933), Inhibición, síntoma y angustia (1936) y Moisés y la religión monoteísta (1937-1939).

 Enciclopedia Universal Micronet S.A.

Aquí tienes el documental que hemos visto en clase, aunque es largo conviene que lo veas y te enteres.

En los ficheros adjuntos tienes la presentación sobre la Escuela de la Gestalt,  el cuestionario sobre el documental sobre Freud y la parte de la presentación utilizada en clase (está en pdf).

También te puede resultar útil la información de wikipedia.

CONDUCTISMO.

El documental sobre Watson lo puedes encontrar a partir del minuto treinta (30´) de este programa de la UNED.

En este antiguo documental tienes una breve historia de la psicología.

Ficheros adicionales