Un antídoto es una sustancia química cuya función es contrarrestar los efectos de un veneno, toxina o sustancia química. Actúan directamente sobre la estructura química del veneno, en vez de sobre el receptor, y pueden inactivar el veneno, o al menos prevenir los efectos adversos del compuesto tóxico.

Los antídotos más comunes son los creados por humanos al sintetizar otras sustancias químicas. A veces, el mismo veneno o toxina (especialmente en el caso del veneno de serpiente) sirve como base para la síntesis y procesamiento de estos antídotos.

También existen antídotos naturales, como los antisueros, los propios anticuerpos del cuerpo que bloquean los venenos. Sin embargo, podemos aprovechar esta producción natural para aplicaciones artificiales, es decir, inmunizar animales inyectándoles pequeñas dosis de veneno para que produzcan anticuerpos, extrayéndoles el suero y utilizando los anticuerpos para tratar a otros individuos.

También existen antídotos para intoxicaciones químicas y plaguicidas, generalmente, en el caso de plaguicidas de elaboración propia, se indicará el antídoto para las sustancias químicas contenidas en los mismos, para facilitar la labor de los médicos en caso de intoxicación accidental. (42)