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Indicadores por países deforestación

10.1 Indicadores por países deforestación

Los medios de vida y la seguridad alimentaria de gran parte de la población rural pobre del mundo dependen de los bosques y los árboles. Los datos indican que aproximadamente el 40% de la población rural que padece pobreza extrema, unos 250 millones de personas, viven en zonas boscosas o de sabana.

Para los medios de vida de los hogares más pobres es fundamental poder acceder a los productos, bienes y servicios de los bosques, que actúan como redes de seguridad en épocas de dificultad. De algunos estudios se desprende que los bosques y los árboles pueden proporcionar en torno al 20% de los ingresos de los hogares rurales en los países en desarrollo.

Los cambios en la cobertura, el uso y la gestión de la tierra tienen graves repercusiones en el abastecimiento de agua de un país. Las investigaciones ponen de manifiesto que el 40% de las 230 cuencas hidrográficas más importantes del mundo han perdido más de la mitad de su cubierta de árboles originales. A pesar de ello, la superficie de los bosques destinados a la conservación del suelo y el agua ha aumentado a escala mundial durante los últimos 25 años, y en 2015 una cuarta parte de los bosques se gestionaba con el objetivo de conservar el suelo o el agua.

En general, los bosques suministran aproximadamente el 40% de la energía renovable mundial en forma de dendrocombustible; esto equivale a la energía solar, la hidroeléctrica y la eólica juntas. 

La agricultura sostenible necesita bosques sanos y productivos. Los bosques y los árboles respaldan la agricultura sostenible debido a que, entre otras cosas, estabilizan los suelos y el clima, regulan los flujos de agua y proporcionan sombra, refugio y un hábitat a los depredadores naturales de plagas agrícolas.

Cuando se integran en los territorios agrícolas, los bosques y los árboles permiten aumentar la productividad de la agricultura. También contribuyen a la seguridad alimentaria de cientos de millones de personas, para quienes constituyen importantes fuentes de alimentos, energía e ingresos durante épocas de dificultad.

A escala mundial, 1 500 millones de personas pertenecientes a grupos de población local e indígena tienen derechos garantizados sobre los recursos forestales gracias a la tenencia comunitaria. Con derechos claros y garantizados, es más probable que las personas adopten un enfoque a más largo plazo de la gestión forestal, ya que son conscientes de que ellos o sus sucesores se beneficiarán de esta práctica.

Aranea García Gómez 4A