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EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO

SECTOR TRANSPORTE 

SECTOR TRANSPORTE 

En el sector del transporte puede influir el cambio del clima, tanto en la construcción de infraestructuras, en la planificación de las obras como en el transporte de mercancías o personas. Afectará al normal funcionamiento de las empresas transportistas, ya que condiciones climáticas extremas pueden paralizar el sector. El sector aeronáutico podrá verse afectado por un cambio en las precipitaciones, en el régimen de los vientos o la frecuencia de fenómenos como las nieblas. Si los cambios en estas variables llegan a cierto nivel de importancia, sería necesario introducir modificaciones en las infraestructuras: nuevas orientaciones de algunas pistas de aterrizaje y despegue o nuevos criterios para el diseño de puentes, etcétera.


Según estudios del IPCC, las reducciones de la intensidad energética en los vehículos ligeros, que ofrecerían períodos de amortización a los usuarios de tres a cuatro años mediante el ahorro de combustible, pueden disminuir las emisiones específicas entre un 10% y 25% para el año 2020. Además, si se utiliza diésel, gas natural, o propano en lugar de gasolina, técnicamente se pueden reducir las emisiones entre un 10% y 30%, que alcanzarían el 80% si los combustibles proceden de fuentes renovables (biodiésel y bioetanol). Así mismo, el control de las fugas de refrigerante puede añadir otro 10% de reducción.


Cualquier medida de mejora de la eficiencia energética pasará por una mejora tecnológica de los vehículos con motor de hidrógeno y pila de combustible, y del rendimiento de los carburantes. También pueden llevarse a cabo planes de renovación acelerada del parque de turismos con planes equivalentes al PREVER, que hará desaparecer lo vehículos más viejos y más contaminantes.


Esta misma renovación deberá hacerse en vehículos industriales, flotas de aviones y trenes.Existen posibilidades de reducción mediante un mejor aprovechamiento de la capacidad de los vehículos de pasajeros y de mercancías que, según estimaciones de la Comisión Europea, podrían reducir el número de vehículos/km entre un 10% y 40%. En el transporte aéreo, la mejora de los sistemas de control de tráfico y operación de los aviones pueden permitir reducciones de consumos en torno al 20%.


La reducción de emisiones es posible por trasvase modal de tráficos interurbanos desde la carretera y el transporte aéreo a modos con menores consumos específicos, como el ferrocarril y el marítimo. Según estimaciones realizadas por RENFE, cada 1% del tráfico de viajeros del vehículo privado, tráfico aéreo y tráfico de mercancías por carretera, trasvasado al ferrocarril y al autobús, supone reducir un 0,6% las emisiones del transporte. Este volumen de tráfico trasvasado equivaldría al 11% del actual tráfico ferroviario de viajeros y al 14% del de mercancías.


Las posibilidades de reducción por trasvases del vehículo privado al transporte colectivo en los ámbitos urbano y metropolitano son elevadas y no hay que olvidar que el vehículo privado es especialmente ineficiente, es 3 veces más despilfarrador que el ferrocarril de cercanías o el metro y 2,5 veces más que el autobús urbano. La aplicación de medidas fiscales sobre los combustibles podría reducir las emisiones del transporte por carretera en un 25%; aunque esta medida tendría implicaciones económicas indirectas en otros sectores.Los últimos estudios indican que gran parte de la reducción se produciría a un coste inferior a 8 a 15 €/t de CO2 equivalente.

                       

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