Dossier sobre Nuevos materiales para un mundo sostenible
Rewastee
REWASTEE es el primer material creado a partir de residuos de acero con propiedades aislantes. Recicla EAFD (Electric Arc Furnace Dust/Polvo de horno de arco eléctrico) transformándolo mediante diversos procesos en un producto de construcción. Este material nos lo ofrece Eurecat con la ayuda de las universidades de Barcelona y Lleida para alcanzar una construcción más sostenible a corto plazo.
Europa es el segundo gran productor de acero del mundo con una media de 170 millones de toneladas en 500 centros. Alrededor del 50 % de la producción se realiza en hornos de arco eléctrico que originan de 10 a 20 kg de EAFD por tonelada. Tratándose de un residuo peligroso los costes de manipulación de este polvo alcanzan los 100 millones de euros anuales para los fabricantes.
REWASTEE recicla EAFD convirtiéndolo en aislamiento acústico con inercia térmica debido a materiales de cambio de fase. No es un material peligroso, pero es flexible, duradero, denso, tiene un valor bastante razonable, y nos da soluciones a los desafíos ambientales que nos plantea el EAFD.
REWASTEE presenta al mercado de la construcción dos clases:
• El REWASTEE básico: una membrana flexible para aislamiento acústico fabricada con contenido reciclado. Tiene 5 mm de espesor y 9,3 kg/m2 de masa. Es similar a la goma con alta densidad, alrededor de 7 kg por m2.
• El REWASTEE plus: una membrana acústica flexible que incluye materiales de cambio de fase que causan amortiguación térmica. Tiene las propiedades aislantes acústicas del REWASTEE básico, pero aporta inercia térmica gracias a sus materiales. Tiene 5 mm de espesor y 9,5 kg/m2 de masa.
Ambas membranas se pueden emplear para el recubrimiento como una membrana simple (puesta directamente en superficies) o aplicaciones de capas. También se pueden incorporar en productos de construcción como en tabiques de pared y paneles de aislamiento acústico. Las dos membranas contienen más del 70 % de materiales reciclados.
Los objetivos del REWASTEE son:
- Introducir un innovador material de construcción en el mercado.
- Conseguir una mayor eficiencia y comodidad.
- Reciclar más de 9.000 toneladas de residuos de acero (dos años desde su implantación).
- Reducir el coste económico.
- Reducir riesgos ambientales.
- Impacto ambiental positivo
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