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Discapacidad auditiva / ​Hearing impairment

La pérdida auditiva puede afectar la capacidad del niño para desarrollar el habla, el lenguaje y las destrezas sociales. Mientras más pronto sea atendido un niño sordo o con problemas de audición, más probabilidades habrá de que desarrolle su máximo potencial en el habla, el lenguaje y la socialización.

En los primeros meses de vida, el bebé aún no es capaz de relacionar las emociones que experimenta y lo que pueden significar. El bebé depende totalmente de su mamá para sentirse comprendido y atendido en sus necesidades básicas. Cuando el bebé está molesto o vive alguna tensión es su madre la que identifica el origen de su malestar y le ofrece el alivio necesario para recuperar su equilibro. La repetición constante de esas experiencias es lo que posibilita el desarrollo de la capacidad de pensar del bebé.
Esta situación se dificulta cuando el bebé presenta un trastorno, parcial o total, en su aparato auditivo. Cuando llora, el bebé no podrá tranquilizarse porque no llegará a oír la voz de aliento de su madre. En esta fase es muy difícil detectar una discapacidad auditiva.

La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) resalta la importancia de realizar a todo recién nacido una prueba de cribado neonatal para la detección precoz de la hipoacusia congénita. Se hace en el recién nacido mediante una prueba sencilla que no le causa ninguna molestia. Se debe realizar mientras el bebé está tranquilo o durmiendo. Lo habitual es hacer la prueba entre las 12 y las 48 horas de vida, antes de salir de la maternidad. En cualquier caso, debe ser realizada en el primer mes de vida
Según algunos especialistas, la sordera se detecta fácilmente a partir de los 2 o 3 años. Cuando se trata de un niño, las dificultades de audición se hacen más evidentes. El niño puede no contestar a las llamadas de sus padres, pedirá que suban el volumen de la televisión o del aparato de música, y esta dificultad auditiva también influirá en su trabajo en el colegio y, en general, en su conducta. Se mostrará más reservado porque se sentirá inseguro.

zoom oreja
https://pixabay.com (CC0)

15 pistas para identificar una sordera en niños y bebés

Existen algunas señales y situaciones en las que los padres pueden sospechar cuando algo no va tan bien en la audición de su hijo. 
1. Cuando un bebé recién nacido no muestra sobresalto ni se despierta ante cualquier ruido del ambiente.
2. Cuando los bebés y niños hacen mucho ruido durante los juegos.
3. Cuando un bebé, de más de 3 meses, no voltea al llamarlo.
4. Cuando un bebé de aproximadamente 1 año no se inicia en el lenguaje.
5. Cuando un niño, en su primer año de vida, no balbucea ni se vuelve o contesta ante los sonidos y las llamadas normales en una familia.
6. Cuando un niño, de 2 años de edad, aún no dice ni "mamá", ni "papá"
7. Cuando un niño, a los 2 años de edad, atiende solamente a las órdenes sencillas y básicas, sin mirar a quien habla.
8. Cuando un niño, de 3 años de edad, no dice palabras, sino que emite ruidos que no se entienden.
9. Cuando un niño, a los 3 años de edad, no es capaz de repetir frases de más de dos palabras.
10. Cuando un niño, a los 4 años de edad, no sabe contarnos espontáneamente lo que pasa.
11. Cuando un niño, a los 5 años de edad, aún habla como bebé.
12. Cuando un niño es demasiado pasivo y no molesta.
13. Cuando un niño pronuncia mal las letras: R, S, D, L, J, y T.
14. Cuando el bebé es demasiado tranquilo.
15. Cuando el bebé no se altera ante ruidos inesperados.


Fuente: Wikipedia y CDC.gov