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Visor

Día 3 - Desde el cielo de Londres

Llegamos al ecuador del viaje a Londres. Para el día de hoy teníamos un planning algo más reducido sobre todo porque todos los lugares que íbamos a visitar estaban situados por la City, excepto nuestro primer destino: la plataforma 9 3/4 de Harry Potter, que supuso todo un revuelo entre nuestros chicos/as: What house are you? Gryffindor,  Hufflepuff, , Ravenclaw,  o Slytherin. Uno por uno, fueron pasando para inmortalizar el momento, sus caras de alegría lo dicen todo. 

La tienda de Harry Potter al lado de la plataforma fue todo un descubrimiento, casi no conseguimos sacarles de la misma. Por fin, nos pusimos en marcha en metro hasta Tower Hill. Próximo destino: Tower of London y Tower Bridge. 

Cuando llegamos al puente, nos encontramos con una sorpresa, por razones que nunca supimos, no abrían hasta las 11 de la mañana, eran las 10 y cuarto así que decidimos acercarnos a un Tesco para comprar provisiones y así hacer tiempo hasta que pudiéramos acceder al interior de la torre para sobre todo disfrutar de las vistas desde la plataforma superior y de ese suelo de cristal al que nuestros valientes muchachos/as no mostraron ningún temor, vamos, que les encantó sentarse o tumbarse sobre él.

Debido al retraso en la apertura de la Tower Bridge, tuvimos que hacer el camino hasta el pub Ye Olde Walting un poco más rápido de lo planificado, y además no pudimos acercarnos al Borough Market, que sin duda les habría gustado muchos a los alumnos/as. Ya tienen otra excusa para volver. Justo frente a la Galería Hay, nos paramos a hacernos unas fotos con la City y sus rascacielos de fondo, el Walkie-Talkie, el Cheesegrater, el Gherkin... Incluso nos encontramos con una gaviota muy coqueta que posó para nosotros. 

Cruzamos el Támesis por el London Bridge y en unos pocos metros ya estábamos frente al pub en el que íbamos a degustar una típica comida británica. Jackie, la dueña, fue un encanto y nos trató muy bien. Pero antes de llegar al pub, una pequeña explicación sobre The Monument, el obelisco que recuerda el gran incendio de Londres de 1666. 

Estuvimos cerca de dos horas comiendo y sobre todo descansando que después de los dos días de agotamiento que llevábamos, lo necesitábamos. 

Una vez terminada la comida, nos dirigimos al Sky Garden, un rascacielos que en su piso superior, planta 35, puedes disfrutar de una de las mejores vistas de todo Londres y lo más importante, gratis. Este punto del planning lo habíamos mantenido en secreto las profesoras porque queríamos que fuera una sorpresa para los chicos/as. No todos los días puede uno tener Londres a sus pies. 

Como habíamos reservado hora para el Sky Garden a las 16:30, antes pudimos acercarnos a la iglesia de St. Dunstan in the East, que actualmente está en ruinas y sirve de jardín. Es uno de esos lugares secretos de Londres que tardas en descubrir por muchas veces que visites la ciudad. Personalmente, es uno de mis lugares favoritos, por el silencio que se respira y el hecho de que haya unas ruinas rodeadas de edificios modernos y de rascacielos. Además, para los fans de Friends, es donde se rodó la boda entre Emily y Ross, imposible olvidar ese momento en el que Ross se confunde y dice Rachel en vez de Emily. 

Después de la visita del Sky Garden, y dedicado de nuevo a los fans de Harry Potter les llevamos a Leadenhall Market, que aparece en la primera entrega de la saga de Harry Potter. Lástima que estuviera en obras. Aprovechamos también para entrar en Waterstones, una de las tantas librerías de esa cadena que hay por la ciudad. 

Un nuevo paseo corto hasta St. Paul's, habría sido un delito no acercarnos a la famosa catedral, al menos para enseñársela por fuera a los chicos/as. Lástima que ya era noche cerrada y no pudimos subir al centro comercial que hay justo enfrente para poder ver su famosa cúpula diseñada por Christopher Wren, el mismo que tanto tiempo había pasado en el pub en el que habíamos comido intentando con sus bocetos reconstruir la catedral después del gran incendio. 

Y por fin, uno de esos momentos que difícilmente se pueden olvidar en todo viaje a Londres: cruzar el Millenium Bridge y más de noche. He de reconocer que no pude evitar algunas lagrimillas porque tal y como está la situación del Brexit, es difícil pronosticar cuándo podremos volver a cruzar ese maravilloso puente y disfrutar de algunas de las vistas más impresionantes de la ciudad. 

Con esas vistas, fue imprescindible hacerse una foto en grupo, casi ya de despedida de Londres. 

Y ya para dar por terminado el día antes de volver al hotel a cenar, y aprovechando que los chicos/as habían podido descubrir Londres de mano de dos filólogas inglesas, nos acercamos a la réplica del Globe, el teatro de William Shakespeare, en donde el vigilante nos estuvo explicando las figuras de la puerta de hierro que da acceso al mismo. Si Londres es de por sí una ciudad de contrastes, también lo son sus gentes, en esa ocasión, tuvimos la fortuna de dar con un "local" agradable y simpático. 

De vuelta al hotel, algunos chicos decidieron subir a las habitaciones a cenar algún sandwich que habían comprado o que aún conservaban de la ida, otros se acercaron al Pizza Hut o algún otro local de comida rápida, y las profes probamos algún plato típico del pub del hotel, antes de volver a nuestra habitación a conocer a dos de los fantasmas sin cabeza y con pies en las manos que deambulan por el hotel de noche, ¿verdad Iván y Lucía? Así dábamos por terminado nuestro tercer y penúltimo día por Londres, al día siguiente les íbamos a dar a los alumnos/as una hora más de sueño, que no tenemos muy claro si aprovecharon, para bajar ya con las maletas y listos a terminar el viaje en el British Museum, puesto que a las 12 y media del mediodía venían ya a recogernos de vuelta a Gatwick.