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Día 4 - De vuelta a casa

Es una sensación difícil explicar las emociones en el último día de un viaje tan vivido intensamente y planificado con tanta devoción. Pero como siempre me digo a mí misma, un viaje se vive tres veces, cuando lo preparas, cuando lo vives y cuando lo recuerdas, así que a pesar de que ya hace más de 5 meses de ese último día en Londres y sobre todo teniendo en cuenta todo lo vivido con lo pandemia y todo el dolor y sufrimiento que hemos visto, no puedo uno evitar sentir una sensación de nostalgia de aquellos cuatro días maravillosos. 

Voy a intentar ser ya breve porque de hecho la mañana de nuestro último día no dio para mucho. Nos levantamos temprano como siempre pero además de desayunar, tuvimos que dejar las maletas en el luggage room, antes de acercarnos al British Museum, que por algo este viaje era cultural y de esa manera queríamos terminar con él, a lo grande, con una visita al museo más famoso de Londres. 

Afortunadamente no tardamos mucho en el check-out, nos devolvieron la fianza porque nuestros chicos y chicas del Miguel Hernández se habían portado como unos gentlemen y ladies y no habían armado nada de jaleo durante la noche.

De camino al museo empezó a nevar tímidamente, uf, los pelos de punta, Londres y nieve, la combinación perfecta. Pero solo fueron unos copos que para nada cuajaron. 

El British Museum es un museo arqueológico que destaca fundamentalmente por sus salas dedicadas a Grecia, a las momias, los leones asirios y por supuesto la Piedra Rosetta, gracias a la cual se han podido descifrar los jeroglíficos. 

A la entrada al museo les indicamos a los alumnos qué ver en las dos horas que les dimos, y bueno digamos que su interés por el museo y por las colecciones fue un poco dispar, jejejeje. 

  

De vuelta al hotel, nos acercamos a un Tesco para comprar provisiones para la comida ya que nuestro avión salía a las 5 de la tarde pero nos venían a recoger antes de la 1 así que, sobre todo los chicos y chicas necesitaban comprar algunos sandwiches o bocadillos para la comida ya que en el aeropuerto estaría todo más caro. 

Mientras esperábamos en el hotel a nuestro autobús, Alba y yo entregamos un pequeño detalle a los dos "most well-behaved" alumnos, premio que recayó en Alejandro Ponce y Alvaro Pinto, y no es que las profesoras tengamos favoritos, es que los dos fueron los únicos que no protestaron por nada en todo el viaje, que siempre estuvieron atentos a las explicaciones de las profesoras y que intentaron aprender cuanto más mejor de todo lo que visitamos que no fue poco. 

El viaje al aeropuerto de Gatwick fue muy tranquilo porque todos dormían y sin problemas, cogimos nuestro vuelo de vuelta a casa. Algún que otro susto al llegar a Madrid que afortunadamente solo se quedó en eso. Y ya de vuelta a Móstoles, dejamos a los alumnos/as con sus papis y mamis a salvo. 

Gracias de nuevo a Alba por hacer este viaje posible, por todo su trabajo y esfuerzo y su saber hacer, gracias también a mi querida Leticia, la agente de viajes del Corte Inglés por su paciencia y organización y gracias a esos 19 chicos y chicas del IES Miguel Hernández, Carolina, Iván, Álvaro, Fernando, Alejandro, Daniel, Salma, Laura, Marta, Rubén, Ainhoa, Lucía C., Lucía P., Alexia, Esthefany, Ana Belén, Nicole, Sonia y Lorena. Siempre os llevaré en mi corazón y nunca olvidaré este viaje tan especial. 

Día 3 - Desde el cielo de Londres

Llegamos al ecuador del viaje a Londres. Para el día de hoy teníamos un planning algo más reducido sobre todo porque todos los lugares que íbamos a visitar estaban situados por la City, excepto nuestro primer destino: la plataforma 9 3/4 de Harry Potter, que supuso todo un revuelo entre nuestros chicos/as: What house are you? Gryffindor,  Hufflepuff, , Ravenclaw,  o Slytherin. Uno por uno, fueron pasando para inmortalizar el momento, sus caras de alegría lo dicen todo. 

La tienda de Harry Potter al lado de la plataforma fue todo un descubrimiento, casi no conseguimos sacarles de la misma. Por fin, nos pusimos en marcha en metro hasta Tower Hill. Próximo destino: Tower of London y Tower Bridge. 

Cuando llegamos al puente, nos encontramos con una sorpresa, por razones que nunca supimos, no abrían hasta las 11 de la mañana, eran las 10 y cuarto así que decidimos acercarnos a un Tesco para comprar provisiones y así hacer tiempo hasta que pudiéramos acceder al interior de la torre para sobre todo disfrutar de las vistas desde la plataforma superior y de ese suelo de cristal al que nuestros valientes muchachos/as no mostraron ningún temor, vamos, que les encantó sentarse o tumbarse sobre él.

Debido al retraso en la apertura de la Tower Bridge, tuvimos que hacer el camino hasta el pub Ye Olde Walting un poco más rápido de lo planificado, y además no pudimos acercarnos al Borough Market, que sin duda les habría gustado muchos a los alumnos/as. Ya tienen otra excusa para volver. Justo frente a la Galería Hay, nos paramos a hacernos unas fotos con la City y sus rascacielos de fondo, el Walkie-Talkie, el Cheesegrater, el Gherkin... Incluso nos encontramos con una gaviota muy coqueta que posó para nosotros. 

Cruzamos el Támesis por el London Bridge y en unos pocos metros ya estábamos frente al pub en el que íbamos a degustar una típica comida británica. Jackie, la dueña, fue un encanto y nos trató muy bien. Pero antes de llegar al pub, una pequeña explicación sobre The Monument, el obelisco que recuerda el gran incendio de Londres de 1666. 

Estuvimos cerca de dos horas comiendo y sobre todo descansando que después de los dos días de agotamiento que llevábamos, lo necesitábamos. 

Una vez terminada la comida, nos dirigimos al Sky Garden, un rascacielos que en su piso superior, planta 35, puedes disfrutar de una de las mejores vistas de todo Londres y lo más importante, gratis. Este punto del planning lo habíamos mantenido en secreto las profesoras porque queríamos que fuera una sorpresa para los chicos/as. No todos los días puede uno tener Londres a sus pies. 

Como habíamos reservado hora para el Sky Garden a las 16:30, antes pudimos acercarnos a la iglesia de St. Dunstan in the East, que actualmente está en ruinas y sirve de jardín. Es uno de esos lugares secretos de Londres que tardas en descubrir por muchas veces que visites la ciudad. Personalmente, es uno de mis lugares favoritos, por el silencio que se respira y el hecho de que haya unas ruinas rodeadas de edificios modernos y de rascacielos. Además, para los fans de Friends, es donde se rodó la boda entre Emily y Ross, imposible olvidar ese momento en el que Ross se confunde y dice Rachel en vez de Emily. 

Después de la visita del Sky Garden, y dedicado de nuevo a los fans de Harry Potter les llevamos a Leadenhall Market, que aparece en la primera entrega de la saga de Harry Potter. Lástima que estuviera en obras. Aprovechamos también para entrar en Waterstones, una de las tantas librerías de esa cadena que hay por la ciudad. 

Un nuevo paseo corto hasta St. Paul's, habría sido un delito no acercarnos a la famosa catedral, al menos para enseñársela por fuera a los chicos/as. Lástima que ya era noche cerrada y no pudimos subir al centro comercial que hay justo enfrente para poder ver su famosa cúpula diseñada por Christopher Wren, el mismo que tanto tiempo había pasado en el pub en el que habíamos comido intentando con sus bocetos reconstruir la catedral después del gran incendio. 

Y por fin, uno de esos momentos que difícilmente se pueden olvidar en todo viaje a Londres: cruzar el Millenium Bridge y más de noche. He de reconocer que no pude evitar algunas lagrimillas porque tal y como está la situación del Brexit, es difícil pronosticar cuándo podremos volver a cruzar ese maravilloso puente y disfrutar de algunas de las vistas más impresionantes de la ciudad. 

Con esas vistas, fue imprescindible hacerse una foto en grupo, casi ya de despedida de Londres. 

Y ya para dar por terminado el día antes de volver al hotel a cenar, y aprovechando que los chicos/as habían podido descubrir Londres de mano de dos filólogas inglesas, nos acercamos a la réplica del Globe, el teatro de William Shakespeare, en donde el vigilante nos estuvo explicando las figuras de la puerta de hierro que da acceso al mismo. Si Londres es de por sí una ciudad de contrastes, también lo son sus gentes, en esa ocasión, tuvimos la fortuna de dar con un "local" agradable y simpático. 

De vuelta al hotel, algunos chicos decidieron subir a las habitaciones a cenar algún sandwich que habían comprado o que aún conservaban de la ida, otros se acercaron al Pizza Hut o algún otro local de comida rápida, y las profes probamos algún plato típico del pub del hotel, antes de volver a nuestra habitación a conocer a dos de los fantasmas sin cabeza y con pies en las manos que deambulan por el hotel de noche, ¿verdad Iván y Lucía? Así dábamos por terminado nuestro tercer y penúltimo día por Londres, al día siguiente les íbamos a dar a los alumnos/as una hora más de sueño, que no tenemos muy claro si aprovecharon, para bajar ya con las maletas y listos a terminar el viaje en el British Museum, puesto que a las 12 y media del mediodía venían ya a recogernos de vuelta a Gatwick. 

Día 2 - En busca de Frederick

Empezábamos el segundo día por Londres con madrugón, a las 7 y media todo el mundo ya desayunado en el hall, que teníamos reserva para visitar Westminster Abbey. Aunque algunos tenían el reloj con la hora de Canarias, llegamos con tiempo de sobra a Embankment para cruzar el Golden Jubilee Bridge y disfrutar de una de las mejores vistas de Londres, con la London Eye, el antiguo Ayuntamiento, y al fondo el Big Ben y el Parlamento (lástima que estuviera en obras, excusa perfecta para volver). 

La famosa noria de London Eye les impresiona pero les tenemos reservada una sorpresa nocturna. Cruzamos Westminster Bridge para llegar a Parliament Square en donde se podían ver algunas estatuas de famosas personajes históricos como Nelson Mandela, Ghandi, o Winston Churchill.

Accedimos a Dean's Yard en donde nos separamos un momento de los alumnos para proceder al pago de la entrada a Westminster Abbey. Como era de esperar, cuando volvimos, los chicos ya estaban sentados, vamos, que aprovechan cualquier oportunidad para descansar y eso que solo eran las 9 y media de la mañana. 

En el interior de la abadía, pudimos explicarles a los alumnos bastantes aspectos de la truculenta historia de los reyes de Gran Bretaña, en concreto del famoso Enrique VIII, y su manía con cortar cabezas a sus esposas, tanto les apasionó la vida de este rey que muchos nos aseguraron que empezarían a ver la serie The Tudors y de paso The Crown que según ellos la vida de Isabel II y de sus aventuras como reina da para un programa de Sálvame. Más o menos estuvimos una hora y media visitando la abadía y descansando en el College Garden. 

Subimos por Parliament Street hasta el número 10 de Downing Street y tuvimos la oportunidad de ver el coche oficial de Boris Johnson, lógicamente no pudimos verle a él puesto que los cristales estaban tintados. Y de allí a Horse Guards para llegar a St. James's Park. Frederick y sus amigos nos esperaban ansiosamente. 

En St. James's Park vivimos algunos de los momentos más únicos e inolvidables de este viaje. No solo Frederick y sus compañeras ardillas si no también patos, pelícanos, ocas y palomas fueron alimentadas por nuestros chicos/as, hecho que nos demostró la calidad humana del grupo de estudiantes con los que estábamos realizando este viaje, porque por muy mayor que uno sea, y la que escribe esto lo es ya, disfrutar dando de comer a los distintos animales del parque demuestra que siempre tenemos que dejar espacio en nuestro corazón para saber ser como niños. 

Nos despedimos de Frederick y cruzamos The Mall con el Buckingham Palace de lejos, y nos acercamos a Picadilly Street en donde les dejamos una media hora a los alumnos para que se dieran una vuelta por las tiendas de Burlington Arcade y entraran en la tienda donde compra la reina Isabel II, Fortnum and Mason. La mayoría nos reconoció que lo único que hicieron fue descansar, pero dos de los chicos se acercaron a una tienda de relojes de lujo Rolex, Álvaro y Daniel,  y ante su sorpresa, el dependiente les dejó pasar por ser españoles y les enseñaron unos cuantos relojes de la marca que obviamente no tenían ni la más mínima intención de comprar a tenor de los precios que tenían. Seguro que los dos nunca olvidarán ese momento. 

Se nos había hecho ya tarde para comer, así que en la estación de Green Park cogimos el metro hasta llegar a Gloucester Road, muy cerca del Natural History Museum que íbamos a visitar en breve. Tiempo para comer y justo cuando ya salíamos de los diferentes locales, vimos unos coches de policía y de paramédicos que se dirigían a toda velocidad a nuestra calle y paraban justo frente a la salida de metro. Fueron unos momentos de incertidumbre, pero con calma nos fuimos alejando hasta el museo, más tarde nos enteramos de que una persona se había tirado a las vías del metro y de ahí las ambulancias y los coches de policía. Otra anécdota que se han llevado los chicos y chicas de este viaje para contar a sus hijos y nietos. 

En el Museo, les dejamos una hora larga para ver su interior, sobre todo la zona de los dinosaurios y la verdad es que algunos supieron aprovechar ese rato para prácticamente descubrir toda la colección del museo que es sin duda una maravilla. 

Como teníamos la intención de cruzar Hyde Park, nos dirigimos al Royal Albert Hall y frente a nosotros el Albert Memorial en donde les contamos la apasionada historia de amor de la reina Victoria y su marido Albert.

 

Una pena que ya se nos hizo de noche porque la visita a Hyde Park quedó un poco desangelada, no pudimos acercarnos al monumento en recuerdo a Lady Di, pero sí al de Peter Pan. 

Para cenar les dejamos a los chicos una hora larga por la famosa calle de Oxford Street en donde aparte de disfrutar de una de las calles más comerciales de Londres, también pudieron degustar unos bocadillos en el Subway, o unas hamburguesas en el McDonald's, las profes fuimos un poco más sibaritas y nos acercamos a un nuevo local llamado Market Hall West End, en donde puedes probar comida de diferentes países. Riquísimos los spaghettis que cenamos. 

Para terminar el día, y a pesar de las pequeñas protestas y del cansancio acumulado, nos acercamos a Trafalgar Square y ya que habíamos empezado el día con las vistas de la London Eye de día, teníamos que acabar con la noria de noche. Una de las imágenes de este viaje que se quedará para siempre en nuestras retinas. 

Y con esta preciosa imagen del grupo con la London Eye iluminada, dimos por terminado el segundo día del viaje a Londres. Al día siguiente nos esperaba otro madrugón, 7 y media salida del hotel para ir en busca de Harry Potter. 

Día 1 - Más de 20 horas despiertos

Empezábamos el día a las 4 de la mañana. Con caras de sueño y de no haber dormido prácticamente nada, los 19 alumnos de 1º y 2º de Bachillerato del IES Miguel Hernández, Alexia, Sonia, Lorena, Ana Belén, Lucía C., Lucía P., Nicole, Esthefany, Iván, Alejandro, Daniel, Fernando, Álvaro, Carolina, Rubén, Marta, Salma, Laura, Ainhoa,  llegaban a la puerta del instituto con sus familiares. Un primer chequeo para comprobar que a nadie se le olvidaban los documentos necesarios (y mira que os lo hemos recordado mil veces) y en una media hora más o menos ya estábamos en el aeropuerto en donde Leticia, nuestra agente de viajes del Corte Inglés nos esperaba con los boarding pass. A pesar de los nervios pues era el primer viaje en avión de algunos y un pequeño susto con un candado que se negaba a abrirse, casi sin darnos cuenta embarcábamos en el avión con destino a Londres. 

De igual manera que en Barajas no tuvimos ningún problema con el check-in ni con el embarque, en Gatwick todo fue sobre ruedas, bueno, tal vez unas pequeñas turbulencias debidas al viento que hizo que alguno de nuestros chicos se mareara un poco, pero la emoción era más fuerte que el malestar: Welcome to London. Nuestro Meet and Greet nos estaba esperando y nos llevó al autobús que en unas dos horas nos dejó en el hotel: el Royal National. En el trayecto hasta el mismo, los chicos se negaron a dormirse, ni qué decir que a las 10 de la noche el cansancio acumulado les fue pasando factura, si es que no nos obedecían. 

Dejamos las maletas en algunas de las habitaciones que ya estaban preparados, y después de pasar por el Tesco para comprar provisiones con mucha azúcar, nos dirigimos a la estación de metro Russell Square para llegar hasta Candem, una de las zonas más eclécticas de Londres. Las veces que cogimos el metro en Londres se recordarán como una experiencia casi espiritual, y desde luego física, mucho cuidado, futuros viajeros, con esas puertas que se cierran de repente en tus narices y con esos botones que NO hay que pulsar, ¿verdad Lucía?

Antes de llegar a The Stables, nuestra fotógrafa oficial, Alexia, nos tomó la primera foto de grupo. 

Candem, con sus puestos de comida de todas las nacionalidades, sus tiendas vintage, su ambiente, sus gentes les fascinó. Regatearon (no creo que el dueño de ese puesto les olvide jamás, hizo el agosto), descubrieron el fish and chips, se compraron "deerstalker" para parecerse a un personaje de Peaky Blinders, y empezaron poco a poco a enamorarse de Londres y aún les quedaba una larga tarde para seguir paseando. 

Sobre todo la tienda de Cyborg les volvió locos/as, salvo que las normas en Londres son bastante más estrictas, así que hay una zona de la tienda que la tenían prohibida, que solo es para mayores de 18 años. 

Algunos empezaban ya a preguntar que cuándo volvíamos al hotel, cómo se notaba que no conocían los planes de Dora y Alba. Les dejamos libremente que bajaran por todo Candem Road hasta llegar a la parada de metro y desde allí nos fuimos hasta Tottenham Court Road. Teníamos por delante un recorrido por todo el centro de Londres, Neal's Yard, Seven Dials, Covent Garden, Chinatown, Carnaby Street, Hamley's, Picadilly Circus y Leicester Square. 

Neal's Yard es uno de esos lugares de obligada visita en una ciudad tan gris como Londres en donde destacan los colores de las fachadas de los edificios. 

Estos jóvenes que aprovechaban cualquier instante de explicación de Alba para sentarse, ni que estuvieran cansados. 

Afortunadamente llegamos a Covent Garden cuando aún el Apple Market estaba abierto. Los chicos prefirieron sentarse a escuchar música de uno de los artistas callejeros de la zona, y algunos probaron los famosos macarons de la tienda Ladurée, vale, no estábamos en París pero esa marca es una de las más conocidas de la capital francesa. 

Nuestro siguiente destino: Chinatown les fue despertando, según avanzaba el día parecía que se iban activando.Tras un  paseo por Wardour Street y unas cuantas fotos con las famosas cabinas de teléfono, algunos se despistaron un poco pero gracias a la tecnología pudimos seguir sin contratiempo con nuestra aventura londinense. 

Paseamos por Carnaby Street, epicentro de la revolución juvenil británica durante la década de los 60, hoy en día una de las calles más comerciales del Soho. 

Y hacemos una breve parada en Hamley's, la tienda de juguetes más grande de Europa ya en Regent Street. Por más que insinuábamos a los alumnos que, como tutoras suyas y organizadoras de este maravilloso viaje, nos gustaría alguna recompensa material en forma de bolso de Michael Kors o Gucci, no hubo manera de que se dieran por aludidos. 

Estábamos ya a punto de terminar nuestro primer día por Londres con otras dos de las visitas obligadas de la ciudad, los llamados "must", Picadilly Circus y Leicester Square. Lástima que en el primero la estatua de Eros estuviera en obras y en la segunda, pudimos comprobar que aunque algunas se estuvieran quejando de los pies toda la tarde, para demostrar que somos españoles y que nos va el buen rollo, no hay dolor. A bailar sin el más mínimo sentido del ridículo. Que conste que el momento fue inmortalizado en vídeo. 

Después de la demostración de estilazo de nuestras chicas españolas, acabamos el día cenando en alguno de los locales de Leicester Square y por supuesto haciendo una visita a la tienda de M&M's, es cerrar los ojos y oler a chocolate. Mmmmmm. 

Y así, tras más de 20 horas despiertos, volvimos al hotel, caras de resignación al saber que a las 7 de la mañana tenían que estar ya desayunando para seguir descubriendo la ciudad desde las 7 y media de la mañana. Venga, a descansar, que Frederick nos espera. 

Viaje a Londres 2020

Han sido cuatro días vibrantes, agotadores, llenos de momentos inolvidables, muchas risas, muchas carcajadas, muchas caritas llenas de emoción y de sorpresa descubriendo cada rincón que Alba y una servidora les enseñábamos de nuestra ciudad favorita: Londres. Personalmente, necesitaba este viaje, necesitaba volver a sentirme feliz en Londres creando nuevos recuerdos que me devolvieran la confianza en la humanidad, después de los acontecimientos vividos en este último año. Y después de estos cuatro días, tengo la certeza de que la gente maravillosa, dulce, trabajadora, profesional, y con un gran corazón existe, entre los cuales destaca Alba, profesora de inglés, a la que quiere agradecer todo lo vivido en estos días. Y por supuesto, a los 19 alumnos que nos han  acompañado porque hasta con sustos incluidos, alguna que otra protesta y sorpresas eclécticas, me han devuelto la sonrisa y la alegría en una ciudad en la que acumulo recuerdos amargos de algo que fue pero dejó de ser; a partir de ahora cuando piense en Londres, pensaré en vosotros y vosotras, en vuestras caras de emoción y de alegría, en vuestras ganas de cotillear sobre la familia real británica y otras cosillas, en vuestras sonrisas naturales y espontáneas, en vuestros bailes en Leicester Square, en Frederick y las palomas, ardillas, patos, pelícanos y demás animales a los que habéis dado de comer en St. James que seguro que ya os echan de menos, en vuestros agotados pies llenos de tiritas, en vuestros gritos en el metro cuando ya no cabía nadie más y aún seguían entrando más y más gente, incluso en vuestro rebote al no haber ganado el premio a los "most well-behaved students". Gracias chicos y chicas y sobre todo gracias Alba por estos cuatro días maravillosos. Recordad que un viaje siempre se vive tres veces, cuando se prepara, cuando se vive y cuando se recuerda y este lo recordaré para siempre, porque ya tenéis un hueco muy grande en mi corazón.

La Institución Libre de Enseñanza y el Instituto Internacional Americano

Los alumnos de 2º Bachillerato han realizado una visita guiada a la exposición Laboratorios de la nueva educación. En el centenario del Instituto-Escuela, en la Fundación Francisco Giner de los Ríos (Institución Libre de Enseñanza). A través de la información aportada por las monitoras, han comprobado que este proyecto intentó modernizar la educación en España en las primeras décadas del siglo XX, propiciando la escolarización de niños y niñas, y promoviendo el cultivo de la ciencia.

Además, han reflexionado sobre la situación de la educación en nuestro país hoy en día y han propuesto las reformas que, según su punto de vista, deberían introducirse en la enseñanza.

Más tarde, han acudido al Instituto Internacional Americano, que fue la sede del Instituto-Escuela hasta 1936, gracias a un acuerdo con la Institución Libre de Enseñanza. Allí han recibido una valiosa información sobre la historia de su ubicación en Madrid y han visitado el edificio, en cuyo diseño tiene un protagonismo destacado la luz natural.

Dos visitas muy interesantes de cuya constancia son muestra estas imágenes.

Visita RAINFER - CHIMPATÍA

El pasado 7 de noviembre, los alumnos de 2º de bachillerato de Psicología y de 2º de ESO de valores éticos, visitamos el centro de rescate de primates “Rainfer”. En este centro se encuentran diversos tipos de primates procedentes de circos, zoos, espectáculos, publicidad, etc., pero la mayoría, procedentes de domicilios en los que tenían un papel de mascota. Casi todos estos primates fueron introducidos en España como mercancía, productos del tráfico ilegal de animales.


Dentro de la variedad de primates que se encuentran en esta organización, había grupos de una misma especie que formaban familias o grupos sociales. En el caso del mono capuchino, pudimos observar dos grupos: uno en el que todos sus miembros eran de procedencia doméstica y no habían estado en contacto con otros monos, y un grupo en el que sus miembros procedían de zoos y circos y habían tenido contacto con otros seres de su especie. Esta división de “familias” era debido al comportamiento de cada una, pues los primates que se habían criado en un ambiente humanizado muestran un comportamiento impropio de esta especie, como por ejemplo la falta de autonomía de cada individuo, sin actuar con ningún otro miembro de su especie, como deberían. En la otra familia, los primates conviven interactuando con un comportamiento habitual, o lo más parecido a lo que harían en la naturaleza.


No hay que olvidar que todos los primates que se encuentran en este centro tuvieron un pasado complicado, debido al daño físico y psicológico infringido por el hombre, que hoy en día sigue repercutiendo en su comportamiento. Muchos de estos animales presentan o habían presentado en algún momento esterotipias, que son movimientos sin un fin determinado, causados por un trauma o estrés. Estas esterotipias son causadas por la influencia y el maltrato humano y suponen una lenta y compleja recuperación.


Hay que destacar que la fundación Rainfer tiene como función rescatar y rehabilitar todo lo posible a los animales que les llegan, pero nunca serán puestos en libertad de nuevo. Imposible, pues los animales han perdido su instinto de animal salvaje y se han convertido en animales totalmente dependientes del ser humano, por lo que su puesta en libertad sería una condena a muerte, aparte de que cada uno de estos animales procede de un área geográfica distinta y sería muy costoso económicamente devolverlos a sus países de origen. También hay que decir que las familias de estos individuos, probablemente estén muertas, pue separa pode extraer una cría de un grupo hay que arrebatársela a la madre, y en muchos casos al resto del grupo que sale en defensa de la cría.

Creo que es importante recordar que la Ley 4/2016 relativa a los animales de compañía de la Comunidad de Madrid establece que la tenencia de primates por particulares está prohibida fuera de zoológicos o recintos expresamente registrados. Si alguna persona tiene alguno de estos animales en casa podrían acusarle de asociación al contrabando de animales, con multas altas.

Raúl García Rincón
2º Bachillerato

PASAJE DEL TERROR 2019

Piraguas y Tiro con Arco en Aranjuez

El día 3 de octubre, alumnos del centro, pasaron la mañana en Aranjuez. Aprendieron a tirar con arco y a navegar en piragua por el río Tajo. Os dejamos algunas fotos de la excursión.

Tiro con arco

Tiro con arco

Piraguas

Piraguas

Piraguas