Por Mar Narvaez Díaz

Nuestro temario de Historia en 1º de la ESO contempla las civilizaciones antiguas como Egipto, lo cual era una buena excusa para hacer con los alumn@s algo especial que les completara un tema siempre tan apasionante para ellos.

De casualidad conocí a un vecino de Coslada, Rufino Carrero Martínez, con el que compartí experiencias de nuestros viajes a Egipto y pasión por el arte en general. Me comentó que hacía réplicas de obras importantes de la Historia de Egipto y que había hecho multitud de exposiciones por diferentes centros culturales, hoteles y exposiciones de arte en Madrid. Evidentemente me pareció un buen reclamo para traerle al Moliner y que pudiera mostrarnos algunas de esas obras y su modo de ejecutarlas. Utiliza materiales idénticos a los de las piezas originales, muchas expuestas en museos del Cairo; por ejemplo piezas de la tumba de Tutankamon. También logra hacer pigmentos de composiciones similares a las antiguas, gracias a amigos geólogos que le proporcionan esa materia prima.

En definitiva era una oportunidad única de poder mostrar a los alumnos réplicas a escala de piezas famosas , con materiales y técnicas muy semejantes a las que utilizaban los egipcios antiguos. Con esta pequeña exposición salíamos de los tradicionales libros de texto y nos  acercábamos al arte y a   la cultura egipcia de una manera más auténtica. 

Elena Mantecón sugirió acertadamente, que una vez terminadas las jornadas con nuestro amigo Rufino, trasladáramos el reto de hacer pequeñas obras de arte egipcio a los alumn@s . La idea fue crear papiros que luego pudieran pintar con diferentes pigmentos. Ellos mismos hicieron con arpillera u otros materiales , la textura semejante a un papiro; sobre él pintaron algunos de los motivos más característicos de esta cultura y resultó un compendio de símbolos de lo más interesante. 

Ahora eran ellos los artistas. Sus "pequeñas grandes obras" están expuestas en el mejor de los museos para ellos: el hall de nuestro instituto.