Como ya es costumbre en estas fechas, al igual que en años anteriores, está teniendo lugar la olimpiada matemática. Un concurso a nivel nacional en el que estudiantes que estén cursando bachillerato (con raras excepciones) pueden desenvolverse frente a problemas de matemáticas que harían estrujarse los sesos a cualquiera que quiera resolverlos.

Este año se está celebrando la LIX edición, todavía a nivel local, donde unos cuatrocientos estudiantes están tratando de quedar en las mejores posiciones para aspirar a la fase nacional. En nuestro instituto hemos sido cuatro los alumnos los que nos hemos presentado a las pruebas que están teniendo lugar en la Facultad de Matemáticas de la Universidad Complutense de Madrid (UCM): Adrián García, Iván Guerrero, Luis Ortega y Sergio Rodríguez. 

A estas alturas, os estaréis preguntando por qué una persona en su sano juicio se presentaría a un concurso enfocado en resolver problemas de matemáticas, ¿no es así? La respuesta es bien sencilla, ¡porque nos gustan! Yo, cuando pienso en esta olimpiada, no la veo como tener que estar dos o tres horas haciendo un examen, sino como un rato entretenido donde voy a disfrutar, resolviendo problemas de maneras en las que ni sabía que se podían resolver. Ese es el objetivo de la Olimpiada Matemática.

Al leer este artículo puede que se te haya erizado el pelo y te hayan entrado escalofríos solo de pensar en apuntarte, y es normal, pero si has llegado a pensar que podría ser divertido (aunque creas que no te va a salir bien) te animo a que te apuntes. No solo a este concurso, sino a cualquier otro que se te aparezca por el camino, ya que (como me pasó a mí) puedes llegar a encontrar en las matemáticas un mundo increíble del que desconocías su existencia.

Por Sergio Rodríguez, B2C