Subsistemas. Interacciones del relieve
Nada menos que “Frankenstein” de Mary Shelley, nació gracias al reto de Lord Byron la oscura y noche lluviosa del 16 de junio de 1816, en que retó a los concurrentes de la cena (Percy Bysshe Shelley -marido de Mary Shelley-, Claire Clairmont (la mujer de Lord Byron) y John W. Polidori, médico y escritor), que estaban en Ginebra de vacaciones, a escribir una buena historia de terror. En la célebre novela ” Frankenstein ”, Mary Shelly recurre constantemente al tema del frío. La historia comienza y termina en el Ártico, y durante un tiempo la criatura se esconde en los Alpes. No es de extrañar, pues Shelley escribió la novela porque afuera, hacía mucho frío.
Ese 1816 fue conocido como el "año sin verano". Un año antes de aquel encuentro intelectual, el 10 de abril de 1815, hizo erupción el volcán Tambora, en la Isla de Sumbawa, en Indonesia. Aquella fue la erupción más poderosa en la historia moderna, superando incluso a la del volcán Krakatoa en 1868. La explosión volcánica lanzó 160 Kilómetros cúbicos de material y gases. Más de 70,000 personas murieron, ya fuese directamente por la erupción, por los tsunamis, o por la hambruna que le siguieron. Además, la nube de sulfuro y ejecta (materia sólida) alcanzaron la estratosfera, y se expandió por todo el planeta. Los gases y las partículas bloquearon la radiación solar, provocando el efecto de “invierno volcánico”. Debido a las anomalías climáticas, las temperaturas descendieron globalmente entre 0.4 y 0.7ª Centígrados. No parece mucho, pero el cambio fue suficiente para provocar heladas y nevadas en Norteamérica y Europa, en pleno verano.
La unión y la fragmentación de los continentes cambia la distribución de las tierras y los mares afectando a todos los subsistemas del planeta Tierra: Modifican las corrientes marinas, el albedo, generan cambios climáticos reginales y alteran, por tanto, la biosfera.