Las metodologías activas de aprendizaje se impulsan en los planes competencias digitales debido a que es una enseñanza que dota al estudiante de participación y una mayor implicación en el proceso de aprendizaje, siendo éste el protagonista y no el profesor, como marcaba el estilo de enseñanza tradicional. Su capacidad de combinarse con la tecnología nos ofrece una nueva realidad educativa que se ha transformado en los últimos años, poniendo al alumnado en el centro de la educación.
¿Qué son las metodologías activas?
Son una serie de conjuntos de técnicas y estrategias didácticas usadas con un fin educativo: conseguir el aprendizaje efectivo de nuestro alumnado
Por tanto, son procesos interactivos de enseñanza basados en la comunicación activa y se contextualiza en problemas reales del mundo, donde el alumno se desarrollará en unos años. Aquí el papel del docente será guiarlos en el aprendizaje y orientarlos atendiendo a sus necesidades en el proceso.
Asimismo, estas estrategias también influyen en la capacidad crítica del alumno y en su comportamiento proactivo.
Por tanto, las características de las metodologías activas de aprendizaje son:
- El estudiante toma un papel protagonista.
- El aprendizaje se puede aplicar a otras asignaturas y a la vida real.
- El aprendizaje es un proceso constructivo, que invita a la reflexión y la crítica.
- El contexto de estas enseñanzas se basan en problemas del mundo real.
¿Para qué sirven las metodologías activas de aprendizaje?
Las metodologías activas tienen el objetivo de conseguir alumnos más autónomos y responsables de su aprendizaje, potenciar el pensamiento crítico, fomentar la curiosidad, conseguir que aprendan conocimiento útiles aplicables en un futuro a su vida real y profesional o incentivar el trabajo en equipo.
Teniendo en cuenta todo esto, ¿qué beneficios empezarán a verse cuando se apliquen estas metodologías?
- Mejora la comunicación con el profesor.
- Se fomenta el debate, la participación en clase y el pensamiento crítico.
- Comprenden mejor el mundo en el que viven.
- Permite al docente relacionar más fácilmente sus intereses con los contenidos curriculares. Y esto favorece la motivación de los alumnos.
- Consiguen resolver problemas en su vida de forma efectiva.
- Favorece el aprendizaje autónomo.
1. Aprendizaje basado en proyectos o ABP
Esta es la metodología más conocida y utilizada. Normalmente, se trabaja en equipo aunque a veces se requiere de tareas de investigación individuales.
Cada grupo tiene que investigar un tema que se elige entre todos, relacionado con alguna problemática del mundo real.
2. Flipped classroom
Como su nombre indica, flipped classroom o aula invertida, consiste en que sea el alumno quien prepara un tema en casa y lo expone en clase.
Con esto se consigue dejar tiempo en el aula para otras dinámicas: participar en clase, hacer actividades o resolver dudas.
3. Aprendizaje cooperativo
El aprendizaje cooperativo se caracteriza por la cooperación entre los alumnos. Un alumno no logrará su objetivo hasta que el resto de la clase consiga los suyos propios.
Por tanto, se trabaja de forma coordinada y conjunta para resolver las tareas. Esta estrategia pone en alza la socialización, las relaciones interpersonales y la integración de los estudiantes.
4. Aprendizaje servicio
Esta metodología activa consiste en que el profesor detecte una necesidad del entorno del alumno, el contexto en el que se inserta el centro y se le pida que las actividades de aprendizaje produzcan un servicio que satisfaga a la comunidad.
5. Gamificación
Otra de las maneras de «aprender haciendo» es jugar. Pero no solo integrando juegos en el aprendizaje, sino transformando el aprendizaje en un juego. En los juegos se necesita motivación para superar obstáculos, se trabaja en equipo, se resuelven problemas, se investiga y, sobre todo, los alumnos se divierten.
(Tomado de unir.net y eleinternacional)