ROMEO y JULIETA

(aprendiendo de los demás)

Aprovechamos este precioso cuento y sus actividades gracias al regalo de estos materiales por parte de la autora (Susana Pelegrina, profesora de Inserción Sociocomunitaria). Lo que nos enseña el cuento... ya os lo contaremos. Probablemente tengamos que cambiar algunas palabras para que todos lo entendamos. Eso, también os lo contaremos más adelante

Un día 2 de mayo llegaron dos agapornis a la terraza de un viejo profesor. Llegaron libremente. Estaban hambrientos y asustados. El profesor les dió comida y se quedaron para siempre. Les puso por nombre Romeo y Julieta.

Romeo es un encanto. El profesor le da semillas de melón y el las toma con cuidado directamente de su mano. Nunca le pica. Así que el profesor le da, confiado, tantas como el quiere. No sabe si alguien ha enseñado a Romeo a ser tan delicado. A lo mejor forma parte de su ser.

Julieta es diferente. Ella ve la semilla y se lanza con su pico pero no acierta. Así que el profeosr se lleva un picotazo, retira la mano y Julieta se queda sin semilla. No sabe. Nadie le ha enseñado. Pero por más que quiera el profesor, como es un ser humano y no un agapornis, no puede enseñarle cómo hacerlo. Simplemente ella le pica y el profesor grita: NO.

Julieta se queda sin semillas y se muere de celos. Ve cómo Romeo puede disfrutar de las semillas y ella no. Así que se lanza contra él a picarle y reclamarle comida. Y Romeo es tan bueno... que se la da.

El profesor se ha dado cuenta de cómo sufren ambos. Ella por frustración; él por los picotazos. Así que ahora el profesor primero le muestra la semilla a Julieta y le dice:" shhhh, con cuidado, no se pica". Y Julieta intenta tomar la semilla con mucho cuidado. Ha visto cómo lo hace Romeo, un agapornis como ella, y está consiguiendo que poco a poco el profesor se sienta más confiado y puedan ambos disfrutar de la agradable experiencia de alimentar a otro ser.