El término inglés crowdfunding (o micromecenazgo en español) designa a los proyectos de financiación colectiva que se ponen en marcha a través de Internet, impulsados por ciudadanos que se enamoran de la idea de un emprendedor y deciden apostar por ella. Ha facilitado que miles de emprendedores puedan desarrollar su proyecto. Pero no todo es color de rosa. También está llenos de imperfecciones y riesgos (ha habido casos de fraude).
Modalidades:
- Crowdfunding de recompensa: Consiste en hacer una donación a un proyecto, pudiendo recibirse a cambio un regalo o recompensa. También puede consistir en precomprar una obra o artículo, adelantando el dinero necesario para financiar su fabricación. Es la modalidad tradicional.
- Crowdlending o préstamo colectivo: Consiste en prestar un dinero que hay que devolver (normalmente junto con intereses).
- Crowdfunding de inversión, equity crowdfunding o inversión participativa: Consiste en aportar un capital al proyecto, a cambio de una participación en los beneficios futuros si los hay.
Plataformas de crowdfunding:
- Crowdcube
- Indiegogo
- Kickstarter
- Lánzanos
- Goteo
- La Bolsa Social: Solo apuesta por proyectos que tengan un impacto social y medioambiental positivo.
- Helpschools: Primera plataforma de crowdfunding para centros escolares, que permite a estos últimos financiar pequeños proyectos (libros para la biblioteca, un programa de becas, un laboratorio de ciencias o de idiomas, reparar la cancha de baloncesto, un viaje cultural, pizarras digitales, etc.).
Webs:
Artículos:
La vanguardia del crowdfunding (El País Semanal, noviembre de 2016)