Son centros de trabajo compartidos, que suelen disponer de ordenadores con conexión a Internet y otros equipamientos.
Además de espacios compartidos para trabajar, son también espacios colaborativos que propician el desarrollo de relaciones horizontales y rompen con el concepto tradicional de oficina, en la que se establecen relaciones más verticales. Incluso ofrecen cursos de formación y otras actividades.
Representan una alternativa al teletrabajo y una nueva forma de trabajar orientada a emprendedores, autónomos y profesionales freelance.
Ventajas:
- Se ahorran costes.
- Facilitan a los emprendedores establecerse y poder trabajar.
- Dan la oportunidad de conocer a otros emprendedores, establecer contactos, unir fuerzas y desarrollar sinergias, complementándose conocimientos y surgiendo en ocaciones proyectos en común y colaboraciones a largo plazo.
Un ejemplo es Impact Hub, un espacio de coworking que nació en Madrid en 2010, del que han surgido negocios consolidados como BlaBlaCar.