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Libros recomendados Libros recomendados

Los libros de texto no figuran en esta página pues ya están en la principal del Centro.
Los libros recomendados varios de ellos son de divulgación científica y se encuentran disponibles en la biblioteca del centro, otros son sencillos tratados de física o química.

Grandes Ideas de la Ciencia 
Autor: Isaac Asimov
Editorial: Alianza Editorial

Física Básica
Autor: Antonio Fernández-Rañada Editorial: Aliana Editorial

El gran arte de la alquimia
Autor: Jacques Sadoul
Editorial: Plaza¬Janes

Breve Historia de la Quimica
Autor: Isaac Asimov
Editorial: Alianza Editorial

El Universo en una cáscara de Nuez
Autor: Stephen Hawking
Editorial: Planeta

Física al alcance de todos 
Autor: Juan Ignacio Mengual
Editorial: Alhambra

Jugando con la Luz I y II
Autor: Pedro M. Mejias
Editorial: Nivola

Newton El Universo de la Ciencia Moderna
Autor: José Muñóz Santoja
Editorial: Nivola

El profeta del orden Químico Mendeleiev
Autor: Pascual Román Polo
Editorial: Nivola

Cien años de Relatividad
Autor: Antonio Ruíz Elvira
Editorial: Nivola

Historía Química de una vela
Autor: Michael Faraday
Editorial: Nivola

De la teoría atómica a la física cuántica. Bohr
Autor: Jesús Lahera Claramonte
Editorial: Nivola

La Materia
Autor: Luca Fraioli
Editorial: Editex

El hierro se volvió oro
Autor: Eduardo Averbuj
Editorial Questio

La Química
Autor: Roberto Rugí
Editorial: Editex

Química recreativa
Autores: Vlasov/Trofonov
Editorial: Akal

Color Color

Las fotografías de la página nos muestran el mundo de colores en el que vivimos, la principal es de una favela de Río, una pajitas, pigmentos en una caja de madera y una vendedora de especias en Nepal, sucesivamente.

¿Qué es el color? ¿Cómo lo percibimos?

Una fuente de luz emite radiación electromagnética, ésta alcanza la materia y es parcialmente absorbida por ella. Los rayos luminosos reflejados llegan al ojo generando un estímulo de color y siendo proyectados sobre la retina. Impulsos de energía producidos por el propio órgano son transmitidos vía nerviosa hasta el cerebro. Es ahí donde se produce realmente la percepción del color. El estímulo de color se produce entonces, cuando la luz, ya provenga de una fuente natural o artificial, se descompone al encontrarse con un objeto o partícula de polvo. Sin embargo, estos llamativos rayos luminosos serán absorbidos o reflejando de forma diferente, dependiendo de las propiedades de la materia. Esto significa, que del espectro de luz, hay partes que son filtradas, mientras que el resto de los rayos llegan al ojo como estímulo cromático.

Correspondiendo a la composición espectral de la luz que alcanza un objeto, se modifica también la composición espectral del estímulo cromático. Por ejemplo, cuando luz entera se encuentra con una superficie azul, son absorbidas todas las partes espectrales de la luz, excepto la parte azul que es reflejada. Esto significa, que la percepción del color de los objetos es también dependiente siempre del tipo de luz, por ejemplo, si se trata de luz del día o de diferentes tipos de luz artificial. Los colores cambian según la diferencia de la calidad de luz. La percepción de los colores no se determina solamente por la superficie, sino sobre todo por el espacio en el que se encuentran.

 Las primeras imágenes de alta resolución de retinas vivas en humanos revelan que las proporciones de los distintos tipos de conos varía considerablemente de unos individuos a otros, sugiriendo que la visión del color depende más de cómo el cerebro interpreta las imágenes que recibe que de la fisiología del ojo.

La retina está compuesta de dos tipos de células fotosensibles: los bastones y conos. Los primeros son muy sensibles y son los responsables de la visión nocturna y en blanco y negro. Los segundos son los responsables del color y son mucho menos sensibles, de ahí que por la noche “todos los gatos sean pardos”. Hay varias clases de conos que portan distintos tipos de moléculas sensibles a los distintos colores primarios. Así los colores deberían de ser percibidos según la cantidad de conos sensibilizados de uno u otro tipo, de una manera similar a como lo hacen los píxeles de una cámara moderna.

Los pigmentos que dan la sensibilidad a los diferentes colores son muy frágiles y por tanto no se puede obtener mucha información de las retinas procedentes de cadáveres, imposibilitando la obtención de información sobre la percepción del color.

Para poder tener una imagen del tejido vivo del interior del ojo humano los investigadores de la Universidad de Rochester que han descubierto este hecho han utilizado una técnica láser para levantar topografías de retinas humanas con un detalle muy alto. La técnica se denominada óptica adaptativa y fue desarrollada en primer lugar para su uso en astronomía. Esta técnica permite aumentar la resolución óptica de los objetos astronómicos mediante la reducción de los efector perturbativos introducidos por las turbulencias en la atmósfera terrestre.

Con esta técnica se puede incluso mandar luz directamente a la retina y ver a qué longitudes de onda (color) son sensibles las distintas fotocélulas. Además se pueden tomar fotos de unos 1000 conos a la vez. Por tanto es posible estudiar con gran detalle la estructura y funcionalidad de la misma.

Según las pruebas previas entre los individuos voluntarios había un gran consenso sobre el color que veían, pero la estructura de sus retinas variaba grandemente. Las diferencias en la proporciones de conos puede llegar a variar hasta en un factor 1 a 40 de unos individuos a otros.

Esto permite afirmar que la percepción del color en humanos va más allá de la fisiología del ojo y dependería de cómo el cerebro interpreta la información que le llega. Sería pues un sistema basado en el software más que en hardware.
Los investigadores, basándose en pruebas realizadas con lentes de contacto coloreadas, sugieren que hay un mecanismo de calibración del color en el cerebro que nos permite ver los colores “naturales” aunque incluso usemos gafas coloreadas y que actuaría como un sistema de “balance de blancos” automático.

PROPIEDADES FÍSICAS DE LA LUZ EN RELACIÓN AL COLOR. 
La luz es una parte relativamente pequeña del espectro electromagnético (400-700 nm de longitud de onda). Dentro de esta parte del espectro, distintas longitudes de onda se corresponden con la percepción de distintos colores.

 

Refractando luz blanca sobre un prisma, Newton consiguió distinguir los distintos colores del espectro visible y los distribuyó en un diagrama, desde entonces conocido como disco de Newton. Este diagrama, en el que los colores se ordenan en virtud de su longitud de onda permite estimar qué colores de anulan entre sí (complementarios) y qué puede resultar de la combinación de dos colores básicos.


·Matiz: longitud de onda, color propiamente dicho.
·Brillo: cantidad de luz, lo claro o lo oscuro que resulta un determinado elemento del espacio.
·Saturación: cantidad de color que tiene un elemento, cuanto más saturado, más vivo, cuanto menos saturado, más pastel.