En las circunstancias presentes, en las que no es posible realizar ninguna actividad presencial ni docente ni de evaluación de los conocimientos por parte de los alumnos, tanto éstos como los profesores hemos tenido que adaptar nuestro trabajo para poder finalizar el curso 2019-2020 sin que suponga ningún quebranto para los alumnos, pero tampoco suponga una merma de los criterios de calidad y objetividad del proceso de evaluación.  
En la enseñanza a distancia la asistencia de manera presencial a las tutorías no es obligatoria y los principios de autonomía del aprendizaje que se les suponen a los alumnos mayores de edad les permiten en todo caso proseguir sus estudios con toda la normalidad que permiten estas penosas circunstancias para todos. La principal modificación que hemos tenido que realizar se ha limitado, por tanto, a los instrumentos de evaluación de las competencias de los alumnos en cada materia; en este sentido hemos sustituido los exámenes presenciales por otros realizados online a través de nuestro Aula Virtual. 
Estos exámenes online correspondientes a la 3ª evaluación de 2º de bachillerato y materias pendientes de 1º se han llevado a cabo, en general, de manera muy satisfactoria. Los alumnos han dispuesto de tiempo suficiente, aunque no tanto como habrían deseado, han considerado que estas pruebas reproducen con bastante fidelidad las condiciones de un examen presencial y que son igualmente objetivas y fiables. 
No obstante, hemos detectado algunas irregularidades que han afectado a un número reducido de alumnos: 

• • Cuando las preguntas son abiertas y exigen del alumno una respuesta escrita más o menos extensa, se han producido contestaciones más que sospechosas, tanto por su extensión desmesurada como por la inexistencia de errores, ya sean de contenido como de ortografía. Esta ultracorrección de las respuestas contradice, sin embargo, los errores que el mismo alumno comete cuando responde a una pregunta cerrada (opción múltiple). En estos casos se produce una sospecha más que fundada de que el alumno ha copiado y pegado la información desde internet u otra fuente, violando el Código de Honor disponible en la cabecera del Aula Virtual. 
  • Posibles suplantaciones de identidad. Este asunto es aún, si cabe, más grave, y afecta por igual a las preguntas cerradas y a las abiertas. En este caso, se sospecha que el ejercicio ha sido realizado por otra persona, amigo, conocido, familiar o contratado a tal efecto. Aquí la ultracorrección del ejercicio no se corresponde con las competencias manifestadas por el alumno en los ejercicios anteriores de carácter presencial. Este tipo de posible fraude afecta especialmente a las materias de Inglés, Lengua y otras.  Entendemos que el fraude en este tipo de exámenes es más difícil y complejo de detectar y evitar, pero suponen una flagrante ruptura de la objetividad e imparcialidad que deben regir en la evaluación de las competencias del alumno, además de una violación del principio de igualdad de oportunidades que subyace a la evaluación misma, pues se ocasiona un evidente perjuicio a los alumnos honestos, tanto de este curso como de los cursos anteriores. El caso de la suplantación de identidad es especialmente repugnante, porque obliga al profesor a evaluar un ejercicio que ha realizado otra persona que no es siquiera alumno del centro.  Calificar un ejercicio sin asegurarse mínimamente que ha sido realizado por el alumno que declara ser es un sinsentido. 

En los exámenes presenciales se evita la suplantación mediante la preceptiva identificación del alumno al entregar el examen mostrando su DNI u otra identificación similar al profesor. Siguiendo esa misma línea de actuación y para evitar la suplantación de identidad procederemos en los exámenes online, cuando el profesor así lo considere adecuado, a la identificación del alumno mediante su DNI y registro facial durante la realización del examen. Por ello será necesario que el alumno disponga de una webcam mediante la cual se lleve a cabo esta identificación, sin la cual no podrá realizar el examen.

Asimismo, los profesores pueden incorporar en el proceso de evaluación pruebas orales en las que el alumno deberá responder a preguntas breves que le haga el profesor, para lo cual deberá tener activados tanto el micrófono como la webcam. 

Estas condiciones deben entenderse como imprescindibles para que se dé la necesaria identificación del alumno, a requerimiento del profesor, por lo que si no se cumpliesen se consideraría al alumno como no debidamente identificado y su ejercicio no será evaluado.