Cuando el rey Henry prohibió las prácticas religiosas de los puritanos, estos decidieron empezar una
nueva vida en Estados Unidos, donde podrían vivir en libertad. Así emprendieron una travesía en el
Mayflower, que culminó con la llegada a Plymouth , en noviembre de 1620.
Vivieron un primer año durísimo, murieron casi todos los peregrinos, pues no conocían ni el clima, ni el
terreno, ni los cultivos. Pero tuvieron la ayuda de los nativos americanos, que les enseñaron los mejores
productos y la forma de conseguirlos.
Como agradecimiento, con la primera cosecha, celebraron una comida de concordia entre ambos. Ese es
el origen de Acción de Gracias: un agradecimiento por lo que tenemos, por los que encontramos en el
camino y nos ayudan, por los que nos empujan a ser mejores personas.
En el Siglo XXI, hemos querido rememorar ese acontecimiento y poner en valor virtudes tan necesarias
hoy en día como el acogimiento, la comprensión y la gratitud.