NUESTROS CUATRO PILARES

1. EXIGENCIA ACADÉMICA

Conseguir una educación integral de calidad que prepare para la vida, desarrollando, sin poner límites, las distintas capacidades de nuestros alumnos (físicas, afectivas, intelectuales, sociales,...). Para lograrlo trabajaremos los siguientes aspectos: 

• La perseverancia como medio para alcanzar sus propósitos
• Superarse individualmente mediante el trabajo y esfuerzo personal.
• Desarrollar la capacidad de pensar, razonar, reflexionar y tomar decisiones personales de acuerdo con su edad y posibilidades.
• Potenciar en los/as alumnos/as el gusto por investigar, leer y conocer cosas.
• Admitir la diversidad de ritmos evolutivos y de capacidades intelectuales sin anticipar límites y potenciando a cada individuo.                                             
• Adquirir la responsabilidad necesaria en cada etapa para llegar a ser individuos autónomos, eficaces e implicados en nuestra sociedad.
• Resaltar los aspectos positivos de nuestros alumnos tanto en el Centro como fuera de él, para que adquieran seguridad en sí mismos en un ambiente cordial y de estudio. Construyendo una imagen positiva y realista de sí mismos.

  

2.     LA CERCANÍA Y TRATO FAMILIAR, LA CREACIÓN DE IDENTIDAD

El objetivo es que el alumno sienta como suyo el Centro, no solo como base para su aprendizaje sino también como de su vida social y de crecimiento personal, potenciando su participación en todos los aspectos que le conciernen. Que los padres lo sientan como una prolongación de la familia donde el trabajo en equipo, la tranquilidad, la información,  la valoración y el respeto fluyan de forma natural. 

• Conseguir una comunidad educativa en la que la organización del Centro sea requerida y aceptada por todos los grupos de referencia (alumnos, profesores, padres, madres y personal no docente) que la componen. 
• Reflejar las aspiraciones de éstos, cubriendo sus necesidades, animando e impulsando el trabajo y la participación de todos sus miembros.
• Realizando actividades lúdicas de cohesión tanto grupales como de Centro para potenciar el sentimiento de pertenencia.
• Manteniendo informados a los padres mediante una comunicación fluida, periódica  y de confianza.
• Implicando a los alumnos mayores en la atención de los más pequeños para guiarlos en su integración y ayudarles en la resolución de los conflictos que les puedan surgir creando el perfil de “alumno ayudante”.
  
  
  

3.    DESARROLLAR LA CREATIVIDAD Y EL AMOR POR LA CULTURA 

Potenciar la creatividad como valor indispensable en la búsqueda de la excelencia en todos los campos y como base para afrontar con éxito todos los aspectos de nuestra vida. Apreciarla como fundamental en la preparación para el mundo laboral siendo conscientes de que el perfil de “solucionador de problemas” es el más valorado en un profesional. Para ello trabajaremos en:  

• Aprender a localizarla información, saber interpretarla y adoptar una postura crítica ante ella.
• Concebir la educación como una tarea que facilita el cambio y mejora de la sociedad.
• Conocer, apreciar y valorar con espíritu crítico nuestro entorno cultural y nuestro patrimonio.
• Desarrollar la empatía y la apertura de mente para saber abordar desde todos puntos de vista la mejor solución a cualquier situación o problema.
• Valorar y apreciar con respeto las ideas de los demás en el trabajo en equipo, sabiendo descubrir y aunar lo valioso de cada una para alcanzar la mejor solución posible.
• Potenciar las actividades grupales, tanto en la elaboración de trabajo en equipo como las de gran grupo (puestas en común, debates, etc.). enseñando a compartir los conocimientos propios y a aceptar la colaboración de los demás.
• Aprender a enfrentarse con un entorno competitivo sin renunciar a sus propios valores.

   

4.     CORTESÍA Y BUENOS MODALES, LOS VALORES Y EL RESPETO

Nuestro Centro debe ser el lugar perfecto para aprender, desarrollarse, sentirse valorado y atendido. Todo ello no es posible sin hacer hincapié en la potenciación de los valores aprendidos en el seno de la familia donde el respeto, el reconocimiento de las faltas y la aceptación de las sanciones hacen crecer al adolescente hasta convertirse en un miembro participativo, responsable y solidario de la sociedad. Nos parecen imprescindible: 

• El respeto profundo a las distintas posturas y opiniones; el diálogo como camino para llegar al acuerdo y al entendimiento; la colaboración y el compañerismo necesarios para alcanzar los objetivos que nos proponemos. 
• Una buena predisposición para afrontar las dificultades que se nos presenten; el esfuerzo por trabajar más y mejor, superándonos día a día; la participación como medio de enriquecimiento mutuo. La sinceridad en nuestras relaciones personales. 
• El interés por el estudio y confianza en el profesorado aceptando positivamente las orientaciones del profesorado.
• La participación y cooperación en las actividades académicas, culturales o de convivencia.
• El cuidado en el aseo personal y de la vestimenta. La forma de vestir debe ser conforme a la tarea que se realiza y al lugar en el que nos encontramos. 
• El respeto y la corrección en el trato social a todas las personas de la comunidad educativa dentro y fuera del Centro: debemos evitar el uso de un lenguaje grosero e inadecuado en el trato con los compañeros y demás personas. Es lógico que el saludo, la despedida y el trato correcto sean norma elemental de convivencia 
• Respeto y conducta solidaria con los compañeros. En especial con los que presentan diferencias, problemas o limitaciones. 
• El mantenimiento de una actitud correcta en clase. 
• Implicar a los alumnos en la resolución de conflictos en el aula, asignándoles responsabilidades de forma democrática y reflexionando sobre problemas de convivencia.
• Abrirse al entorno (barrio, ciudad, país,...) y a los problemas del mundo, siendo especialmente solidarios con las víctimas de las injusticias, maltrato, xenofobia y racismo.