Es cierto que la tarea de enseñar es tediosa. Pero ¿lo es también la de educar? Yo creo que no. Y aunque la realidad sea tan tozuda que no nos deje ver otra forma de abordar nuestro trabajo, hay que vislumbrar nuevos horizontes para los jóvenes y para nosotros.

Me ha parecido muy interesante el programa nº 49 de Redes: "Educar para fabricar ciudadanos" . Desde hace unos años, el mundo empresarial han dado un giro espectacular incorporando el desarrollo de la inteligencia emocional en su medio. El couching, por ejemplo, se está convirtiendo en una de las ocupaciones más efectivas para mejorar la vida personal y empresarial. Para mejorar el sistema educativo en el futuro, tan importante como la materia (los contenidos) lo serán los propios alumnos: enseñarles a gestionar sus propias emociones, a ser felices, a desarrollar la autoconciencia, la autogestión y la conciencia social, a resolver problemas. Enseñarles, en definitiva, a ser hombres y mujeres plenos, a ser lo mejor que puedan ser. La futura enseñanza no impartirá solo conocimientos: deberá desarrollar la inteligencia emocional.

El Dalay Lama, Daniel Golemann -descubridor de la Inteligencia Emocional-, Linda Darling de la Universidad de Stanford, entre otros, exponen sus ideas en el vídeo. No te decepcionará.

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