En general, los niños ciegos establecen unas relaciones sociales, menos estructuradas y flexibles, y con una falta de habilidades específicas para iniciar y mantener el contacto.

Pueden presentar:

• Dificultades en la interacción verbal, no dispone de habilidades para iniciar las interacciones, controlar su uso y satisfacer las demandas de los interlocutores.

• La sensación de no dominar el entorno y sus interrelaciones puede provocar actitudes de inseguridad, aislamiento.

• Deficiente imagen corporal y degradación del autoconcepto.

• Blindismos o cieguismos (autoestimulaciones repetitivas provocadas por falta de afectividad o estimulación ambiental).

• Todas estas dificultades dependen de: si existe o no sobreprotección familiar y si la escolarización es en un contexto de integración.