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La importancia del cuidado mutuo

                                      

Estos son momentos para aprender el cuidado mutuo, para enseñar a nuestros hijas e hijos cómo cuidarse y cómo cuidar a los demás. 

Cuidemos las emociones y afectos

- Transmitir sensación de tranquilidad y seguridad. Hacer ver a los niños que estamos en casa para protegernos y también proteger a los demás. Es importante que en situaciones como estas seamos solidarios. 

- Ayúdales a expresar sus emociones. Pregúntales cómo se sienten y mantén una escucha activa y actitud de comprensión, sin quitarle importancia a sus preocupaciones. Podemos utilizar pictogramas o emoticonos para favorecer la comunicación de las emociones. 

- Cuidemos como adultos nuestro estado de ánimo, lo que dices y cómo lo dices. De manera que podamos construir y responder adecuadamente a momentos en los que el ánimo falla y la sensación de incertidumbre aumenta.

- Recojamos y validemos sus quejas. “Entiendo que estés cansado de estar en casa, tienes razón, es un rollo estar en casa sin poder salir a la calle”, pero después de validar sus quejas volver a insistir de que es necesario para cuidarnos y cuidar a los demás. Es diferente a si decimos directamente “pues aguantate como nos tenemos que aguantar los demás”

Cuidemos nuestros hábitos

- Establecer rutinas, dejando tiempo para la creatividad, para hacer deporte en casa. Es importante que el niño participe de la elaboración de estas rutinas, podemos utilizar pictogramas, sobre todo en los más pequeños o en niños o niñas que les cueste más el lenguaje escrito, o tengan más dificultad en la planificación. 

- Podemos organizar el horario dos veces: por la mañana y después de comer. Incluir actividades que creemos que son importantes que haga, pero también actividades que él pueda elegir. Podemos dar opción a que el niño repita una actividad que a él le guste. 

- Levantarse a una hora determinada, aunque sea un poquito más tarde que  cuando se va al colegio, pero sí fijar una hora. Quitarse el pijama y ponerse una ropa diferente, cómoda para estar en casa. Arreglate y duchate como cualquier día. 

- Practicad juntos las medidas preventivas (lavado de manos, limpieza del hogar…). En los niños más pequeños o que les cueste más la planificación puede ser una ayuda poner dibujos de la secuencia del lavado de manos. Igualmente hacer juntos alguna tarea de limpieza de los espacios comunes (por ejemplo limpiar el suelo).

- Es posible que estos días haya un poco más tiempo de pantallas que en otros momentos. Es normal, lo importante que esté dentro de una planificación que se acuerde con ellos, y por tanto esté limitado. 

- Lo que hacíamos en la calle lo tenemos que hacer en casa. Adaptemos el salón para que el niño o la niña, sobre todo los más pequeños puedan moverse por el espacio. Puedan correr o saltar. 

Cuidemos las relaciones

- Es importante que  mantengan el contacto con familiares, abuelos, primos y con amigos o amigas. La video llamada puede ser muy útil para quien la hace y para quien la recibe. Muy especialmente a sus abuelos. 

- Bueno también mandar mensajes escritos, hacer un dibujo a alguien concreto y enviárselo. 

- Las tareas del colegio tienen una finalidad mantener rutinas, por tanto no importa la cantidad. Cuidar que no se conviertan en una fuente de conflicto. Cuando vuelvan al colegio se pondrán al día.

Contadores de cuentos

El Colegio Oficial de Psicología en Madrid, crea este cuento para poder explicar a nuestros/as niños/as de una manera cercana qué es lo que ha ocurrido.

Aquí en este enlace viene el PDF del cuento.

Un cuento de María Coco que ayuda a seguir explicando que el Coronavirus no es un príncipe (ni una princesa).

Lo podemos ver aquí.

   

Y en este vídeocuento del conocido Monstruo de Colores de Anna Llenas

Otro cuento sobre el que podrán escribir los/as niños/as y sentirse como verdaderos/as héroes y heroínas.

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Orientaciones para niños/as con NEE

                                                        

  • Contarle lo que está pasando a través de cuentos o imágenes (dibujos, fotos…) con un lenguaje sencillo y ritmo y tono tranquilos, sin excederse en la información. Atender sobre todo a sus preguntas. Hacerlo en diferentes momentos o situaciones que sean propicios .

  • Establecer rutinas diarias que sean realistas de conseguir, programando también tiempos libres suficientes en la jornada. Reflejarlo en un horario a la vista. Elaborarlo con su colaboración.

  •  Siempre que sea posible y necesario, acompañarle un poquito más de lo habitual en juegos, tareas, conversaciones, manualidades, ayuda en tareas de casa... (la situación de cambio y de encerramiento es difícil de llevar). 

  • Alternar actividades de diferentes tipos: hablar y escuchar cuentos, historias, anécdotas, moverse en lo posible en casa a través de pequeños juegos, imitaciones, baile..., tiempo limitado de pantallas repartido a lo largo de la jornada, manualidades y tareas plásticas. 

  • Realizar pequeñas tareas escolares según su resistencia y capacidad que no le supongan excesiva dificultad. Lo importante es entretenerlo y que mantenga el hábito de trabajo más que los aprendizajes concretos (dada la situación) que retomará a la vuelta al cole. Este momento debe suponer una ayuda en la jornada. Si genera conflicto hay que modificarlo, reducirlo o eliminarlo. Es esencial mantener un estado emocional lo más tranquilo posible y una buena adaptación a la situación crítica que vivimos. Este será un aprendizaje esencial para su vida posterior.

  • Si hay dos o más adultos en la casa, es recomendable repartir la atención del/a niño/a entre ellos evitando la posible saturación del/la cuidador/ra único. Será imprescindible mantener acuerdos para actuar de forma parecida en cuanto a tareas, normas, límites y recompensas.

  • En situación de alteración del comportamiento hay que mantener la calma. No tratar de razonar en ese momento porque no es capaz. Se hará posteriormente cuando esté tranquilo él y el adulto. Dejarle un tiempo de desahogo o proponer una actividad diferente que pueda sacarle de ese estado y dirija su atención a otra cosa. No insistir en el conflicto.

  • Reforzar de manera positiva mediante reconocimiento, elogios, caricias, pequeñas recompensas… cuando su actitud y conducta estén siendo adecuadas.

  • Mantener en lo posible momentos familiares distendidos a través de canciones, bailes, chistes, adivinanzas, juegos de lenguaje oral, escondite,..