LA IMPORTANCIA DE LAS RUTINAS EN LA VIDA ESCOLAR. 

Las rutinas son actividades que se repiten a lo largo de la jornada, de forma sistemática estableciendo un marco de seguridad y confianza en la vida escolar del niño.

La entrada al centro es de 09:00 a 09:30 horas.

Se plantea como un momento de acogida y atención individualizada de cada niño/a  y familia por parte del educador.

Nos permite obtener información sobre cómo ha sido el periodo de tiempo que el niño ha tenido en el ámbito familiar (sueño, alimentación, estado general…)

La Asamblea.

Es el momento de reunión grupal, donde nos saludamos, reconocemos quienes son los compañeros/as de nuestro grupo clase, como se llaman,  quien ha faltado etc. Este aspecto es fundamental para cumplimentar las actas de asistencia y conocer con total exactitud cuántos alumnos tenemos cada día en clase.

Es un momento de comunicación grupal que permite a los alumnos/as expresar sus deseos, sentimientos, experiencias. Favoreciendo además el desarrollo de  la capacidad de atención, la memoria, la percepción y la socialización entre otras capacidades.  Aprovechamos para contar cuentos y cantar canciones.

Las actividades.

Todos los días después de la Asamblea iniciamos  el juego libre por las diferentes zonas , las actividades dirigidas, o los talleres de expresión corporal, expresión plástica, expresión musical, biblioteca…

El Juego.

Es la forma de actividad esencial en los niños. A través de la acción y la experimentación los niños toman conciencia de lo real, se implican en la acción, elaboran razonamientos y juicios, expresan sus intereses y motivaciones, descubren las propiedades de los objetos, y adquieren sus propios aprendizajes.

El juego es un recurso creador, tanto en el sentido lúdico como en el mental, porque el niño cuando juega, pone toda su ingenio, su inventiva su originalidad, su capacidad intelectiva e imaginación.

Tiene un claro valor social, puesto que contribuye a la elaboración de hábitos de cooperación y ayuda, de enfrentamiento a situaciones vitales y por tanto a un conocimiento más real del mundo.

Es un medio de expresión afectivo social, lo que hace de él una técnica proyectiva de gran utilidad para el educador y el orientador.

Proporciona un contexto apropiado en el que se puede satisfacer necesidades educativas básicas del aprendizaje infantil.

Permite al niño descubrir el valor del otro.

Los juegos que nuestros alumnos realizan, por la estructuración de su pensamiento (según clasificación del juego de Piaget) serian:

Juego de ejercicio sensorio motor

Se caracteriza por prolongar la ejecución de una acción por puro placer funcional. Se inicia en el primer mes de vida. Las primeras acciones lúdicas son prolongación de los reflejos o conductas adaptativas, succionar, mirar…

Su interés se centra en:

• Su cuerpo
• El mundo de los objetos (Alrededor de los cinco meses)
• El pensamiento, juegos verbales (Alrededor de los 12 meses)

 Juego simbólico.

Comienza alrededor de los 18 meses y se extiende hasta los 7 años. El símbolo permite asimilar lo real. Se apoya en representaciones mentales. Reproduce lo vivido expendiéndolo, transformándolo…el juego es ante todo una reafirmación del yo, por el placer de ejercer sus poderes y experimentar sus deseos, corregir la realidad o enfrentar y asimilar situaciones conflictivas dolorosas.

El aseo.

Se debe considerar la higiene como una necesidad que proporciona al niño/a  un bienestar físico y una satisfacción emocional y afectiva.

En relación a la higiene y el cuidado corporal en la escuela pretendemos iniciar a los niños en los hábitos relacionados con la higiene, la salud, el aseo, como lavarse las manos antes y después de comer o hacer pis, peinarse. Promover el desarrollo de habilidades manipulativas como abrir y cerrar el grifo, subirse las mangas, secarse las manos.

Además procuramos que el niño actúe de manera cada vez más autónoma en las tareas relacionadas con la higiene y control de esfínteres.

A nivel cognitivo, que conozca los objetos, propiedades, funciones y relaciones. Y así mismo, trabajamos actitudes como el gusto por un aspecto personal cuidado y respeto a los demás.

 La comida. 

Pretendemos que el momento de la comida sea agradable, placentero y que favorezca en el niño/a la relación social con los iguales.

• Los hábitos a desarrollar en la Escuela en colaboración con las familias son:
• Lavarse las manos antes y después de las comidas.
• Comer de forma autónoma dentro de las posibilidades y uso correcto de los utensilios.
• Comer de todo, despacio y masticando.
• Respetar el horario de comida.
• No abusar de los dulces.
• Respetar las normas de la mesa.
• Autorregulación de esta necesidad básica.
• Disfrutar del placer de compartir este momento con compañeros y adultos de referencia.

 El sueño.

Para el reposo de los pequeños se busca un ambiente tranquilo, con muy poca iluminación, temperatura adecuada (cuando hace frío nos cubrimos con una mantita). Cada niño/a cuenta con su colchoneta y espacio propio para dormir, simbolizado para el  reconocimiento por parte del adulto y niño/a. A partir de la creación de un clima relajado y seguro, el objetivo de la escuela es favorecer progresivamente la capacidad del niño/a para dormirse autónomamente. Igualmente se favorece el despertar gradual y conforme a las peculiaridades y necesidades de cada niño.