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Propuesta de Actividad Propuesta de Actividad

EL CESTO DE LOS TESOROS

EL CESTO DE LOS TESOROS

Hoy queríamos proponeros una actividad para bebés, sin tener que invertir ni
en tiempo ni en esfuerzo, ya que a nuestros pequeñ@s no les hacen falta juguetes
para jugar.
Esta propuesta educativa da libertad total a los bebés (de entre 4 y 18
meses).
En esta etapa los/las niñ@s muestran gran interés por lo que les rodea.
Con este cesto los pequeñ@s tendrán la opción de dar rienda suelta a su
curiosidad y averiguar qué posibilidades creativas dan los objetos de nuestro
entorno.


¿Qué materiales necesitamos?

Un cesto de mimbre o un recipiente similar donde los objetos estén a la vista
y al alcance de nuestro bebé sin peligro de que vuelque.
¿Qué pondremos en nuestro cesto?
No hay ningún material imprescindible. Podemos aprovechar las cosas que
tenemos por casa, objetos cotidianos, recuerdos de algunas vacaciones, aprovechar
los paseos para recoger cosas naturales del entorno… Todo, eso sí, bien lavado y
de un tamaño adecuado, ya que lo primero que harán, será llevárselo a la boca, así
que priorizaremos como siempre su seguridad.
- Objetos naturales: esponjas, conchas grandes, piñas, corteza de árbol, trozos
de madera lijados de distintos tamaños.
- Objetos de madera: pinceles, brochas, menaje de cocina (cuchara, tenedor,
mortero, cuenco)...
- Objetos de metal: cadenas, cucharillas, varillas de batir, colador, llavero con
varias llaves, cajas de latón pequeñas...
- Objetos de papel y cartón; tubos de papel de cocina, libretas, cajas de cartón
de distintos tamaños...
- Objetos de piel, tela, goma, fieltro: monederos, manoplas, guantes, trozos de
telas, pelotas de tenis, ovillos de lana, pequeños peluches...
- Objetos de vidrio resistente: frascos de cristal, botes de perfume...

¿Comó se utiliza?

El bebé estará sentado (si se mantiene, aguantara más tiempo) o tumbado
boca abajo, en una alfombra si posible, con el cesto a su lado y cubierto
parcialmente con una tela.
Se le deja interaccionar libremente con los elementos que contiene.
La idea es que el/la niñ@ pueda aprender solo y por él mismo. El adulto con
su presencia y atención le proporciona seguridad y confianza.
Beneficios para el bebé.
El cesto, además de ser una actividad entretenida y estimulante para tu bebé,
le ayudará en el desarrollo de múltiples habilidades.
El/la niñ@ desarrolla la coordinación de ojos-mano-boca. Así como la
motricidad fina.
Facilita el desarrollo de los sentidos del niñ@, el descubrimiento, la
concentración y la toma de decisiones.
Además favorece su libre exploración y manipulación al mismo tiempo que
potencia su autonomía.
Papel del adulto.
Procura no intervenir. Deja que se desenvuelva solo. Igual resulta difícil pero
lo mejor será que nos sentemos a disfrutar como nuestro pequeño descubre el
mundo.


El Cesto de los tesoros no es algo estático, es conveniente ir renovando los
elementos para que el/la niñ@ tenga nuevos estímulos por los que interesarse. Las
nuevas incorporaciones ya podremos elegirlas según sus preferencias que hemos
observado en el juego de nuestro bebé.

¡ A jugar !

¿DÓNDE ESTÁIS? ¿DÓNDE ESTÁIS?

¿Dónde están los bebes? Pilar y Chus

¡HOLA BEBES! Os estamos echando mucho de menos... ¿Dónde estáis?:

¿DÓNDE ESTÁIS? ¿DÓNDE ESTÁIS?

¿Dónde están los bebes? Patri y Chus

¡HOLA BEBES! Os estamos echando mucho de menos... ¿Dónde estáis?:

Rutinas Rutinas

Como mantener rutinas en tiempos de confinamiento

LAS RUTINAS EN TIEMPOS DE CONFINAMIENTO

“La rutina diaria es para los niños lo que las paredes son para una casa, les da fronteras y
dimensión a la vida. La rutina da una sensación de seguridad. La rutina establecida da un
sentido de orden del cual nace la libertad.” (R. Driekurs)

Los niños necesitan seguir una rutina para sentirse seguros y tranquilos en su ambiente.
Esta rutina establece horarios, pero además los hábitos repetitivos ayudan a construir un
equilibrio emocional, que les proporciona un mecanismo importante para su educación y
para la construcción de su personalidad.


Gracias a estas rutinas aprendemos a interpretar sus señales, y podemos satisfacer mejor
sus necesidades.
No es momento de daros más trabajo,familias, sino de que “disfrutéis de vuestros hijos y
de las actividades de la vida diaria” dentro de esta particular situación que nos ha tocado
vivir.
Cada familia es distinta y debe encontrar un esquema que le resulte cómodo. Ninguna
rutina se adaptará mejor a vuestra familia que la que vosotros mismos consigáis crear. En
cualquier caso, no olvides dejar margen para la flexibilidad. Cada familia adoptará un
horario según sus necesidades, pero es esencial que se tengan en cuenta una serie de
aspectos comunes:
-Comidas: Tenemos que continuar con la introducción de alimentos que nos marcan los
pediatras, y ofrecerles alimentos saludables, dejando que los niños regulen la cantidad
que comen. Es recomendable que mantengamos unos horarios más o menos fijos de
comidas.
-Descanso. Los expertos de la Sociedad Española de Sueño (SES) recomiendan que las
rutinas que establezcamos se parezcan todo lo posible a los horarios que teníamos antes.
Por ello, es recomendable que mantengan sus siestas, y establecer horas para ir a la
cama. Hacer hincapié que los menores de dos años no deberían estar expuestos a las
pantallas, ya que esto nos provoca trastornos del sueño, ademas de efectos dañinos en el
desarrollo del lenguaje, memoria, atención...
-Higiene. Es bueno que los niños se laven las manos antes de comer, después de una
actividad, al volver de los paseos... ahora más que nunca., aunque sean pequeños ellos
aprenderán pronto a relacionar ese tipo de hábito con el resto de rutinas. Darse un baño
nos ayudará a conciliar el sueño y relajarnos, además de ser una oportunidad de juego y
diversión.
-A nivel emocional deciros que los niños pequeños pueden mostrar cambios, como no
dormirse solos y necesitan ahora la compañía de un adulto, lloran o se enfadan con
facilidad, están intranquilos o más irritables… Por ello debemos tener una dosis extra de
paciencia y cariño, saber que a ellos también les afecta y muchas veces no pueden
expresarse con claridad. Nos necesitan.

El confinamiento y todo lo que conlleva esta pandemia de Coronavirus sí afecta a los
niños. Sin embargo, es algo temporal, esperemos que recortado en el tiempo y, si
manejamos bien estas situaciones, no tendrían por qué tener efectos a largo plazo. Así
que armémonos de paciencia, cariño y comprensión para atender las necesidades de los
más pequeños en estos momentos, esperando que pronto podamos volver a la
normalidad y esto quede en el recuerdo.