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Visor

Orientaciones para padres

  • Tener en cuenta que el desarrollo del lenguaje es un proceso evolutivo, que cada niño tiene un ritmo y que no caben comparaciones.
  • Patrón fonológico no concluido hasta los 6 o 7 años. Es normal que presenten dislalias, que en la mayoría de los casos son evolutivas.
  • Para el desarrollo del lenguaje, influyen factores como la respiración, la relajación, las praxias, la discriminación auditiva, el ritmo...
  • La no sobreprotección favorece la autonomía del niño y que el lenguaje evolucione y no se quede en un lenguaje infantil.

¿QUÉ DEBEMOS HACER?

  • Dedicar tiempo a hablar y escuchar a nuestros hijos.
  • Cuidar nuestro lenguaje delante del niño y el que le llega por otros medios audiovisuale (televisión, radio...). Los niños son "esponjas".
  • Eliminar el uso del chupete, el biberón y conductas de succión (chuparse el dedo...) antes de los dos años.
  • Enseñar hábitos de higiene nasales, que favorezcan la respiración y la articulación (enseñarles a sonarse la nariz).
  • Prestar atención a las continuas otitis y catarros que puedan mermar la audición de nuestros hijos.
  • Ignorar tartamudeos a esta edad, pues son normales y generalmente desaparecen solos.
  • Favorecer la relación con otros niños, ya que el lenguaje es algo social y que se debe dasarrollar a través de la relación con otros.
  • Hacer praxias linguales y labiales (ejercicios de movilidad de la lengua y tensión lbial para favorecer la correcta pronunciación de todos los fonemas. Estos ejercicios se plantearán siempre como un juego.

¿QUÉ DEBEMOS EVITAR?

  • Potenciar el lenguaje infantil, utilizar palabras mal dichas, imitarlos y reírse de ellos.
  • Utilizar diminutivos para nombrar las cosas, por ejemplo "guau-guau" por perro, "chicha" por carne, etc. Si el niño los utiliza, no le haremos repetir pero nosotros se lo diremos de forma correcta: "sí, es un perro, qué perro más guapo".
  • Entenderlos cuando nos indiquen las cosas con gestos o señalen. Hay que "obligarlos" paulatinamente, a que amplíen y perfeccionen el lenguaje, aunque sepamos qué nos quieren decir.
  • Acabarles las frases, hablar por ellos. Hay que darles tiempo a que se expresen, tener paciencia para demostrarle que lo que están contando es importante para nosotros.
  • Hablar o poner la televisión muy alta. Aprenderá a hablar gritando y eso puede crear problemas en las cuerdas vocales.
  • Batir la comida y usar biberones. Dificulta que la musculatura de la boca adquiera un tono adecuado.
  • Regañar al niño cuando no diga las palabras de forma correcta o reírse de él. Hay que dar un modelo correcto sin estar continuamente corrigiéndolo. Siempre es preferible que hable, aunque sea de forma incorrecta, a que se retraiga y coarte su expresión por miedo a regañinas o vergüenza.