Disciplina positiva
El modelo educativo conocido como “Disciplina Positiva” está basado en la obra de Alfred Adler y Rudolf Dreikurs. Alfred Adler introduce por primera vez los talleres para padres y profesores ya desde 1920. Su acción es preventiva y divulgativa, formar y apoyar a los educadores para lograr mejorar la sociedad a través de la educación de niños y jóvenes. Por primera vez presenta la educación como una acción colaborativa entre padres, profesores, psicopedagogos y demás profesionales de la educación. Defiende un trato respetuoso a niños y adolescentes, pero advierte del peligro de caer en la permisividad y ausencia de límites. Así, su lema es “Firm & Kind”, que en nuestro idioma traducimos por “Firme y amable”.
Las técnicas pedagógicas fueron inicialmente implementadas en Viena por el Dr. Adler y posteriormente fueron llevadas a Estados Unidos por el Dr. Dreikurs, su discipulo que tras la muerte de Adler asume el desarrollo y difusión de su legado y que acuña el término “Educación Democrática” que en su día supuso un cambio conceptual importante, ya que hasta entonces la educación se entendía como una imposición de autoridad del adulto sobre niños y jóvenes. El autoritarismo queda atrás y el respeto mutuo pasa a ser a la vez un medio y un objetivo educativo central.
Décadas después en 1980 estas teorías educativas encuentran un nuevo impulso gracias a la labor de Jane Nelsen y Lynn Lott que escriben un manual sobre educación para padres titulado “Positive Discipline” que hoy en día, tras 35 años ha logrado un importante grado de difusión en Estados Unidos, América Latina y Europa. En nuestro país la primera promoción de certificados como facilitadores de Disciplina Positiva tiene lugar en septiembre de 2013 en Madrid.