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Entendemos la educación como un objetivo en el que participan todos los miembros de la Comunidad Educativa: Profesorado, padres, alumnos y personal no docente, defendiendo las libertades que por la ley nos corresponden e intentando formar personas para la vida.
Nos proponemos los siguientes fines educativos

Potenciar una educación integral, desarrollando la personalidad individual, los hábitos de estudio, los conocimientos técnicos y fomentando la creatividad y el espíritu crítico.
Desarrollar las capacidades del alumno como forma de alcanzar sus propios niveles de autonomía y libertad como miembro de la sociedad en que vive.
Establecer unas normas de convivencia claras y asumidas por todos.
Respetar el ritmo de aprendizaje de nuestros alumnos, así como sus capacidades, cualidades y circunstancias personales, teniendo en cuenta su desarrollo evolutivo y su acción individualizada, adecuando la intervención del profesorado a tal fin.
Poner los medios para que las relaciones entre los distintos estamentos que componen la comunidad educativa se desarrollen en un clima de colaboración: profesorado, alumnado, familias e instituciones.
Fomentar entre el alumnado una actitud positiva ante el aprendizaje, el trabajo y el esfuerzo, y de respeto hacia los miembros de la Comunidad Educativa, los materiales propios y ajenos y el entorno.
Facilitar la construcción de aprendizajes significativos, diseñando actividades que permitan a los alumnos establecer relaciones adecuadas entre lo que ya saben y los nuevos aprendizajes que han de adquirir.
Plantear la evaluación como la observación, valoración y reflexión del proceso educativo para realizar las rectificaciones necesarias y alcanzar así los objetivos propuestos. Ha de tener un carácter formativo y continuo, atendiendo al propio proceso en el que se incluyan: la realidad de cada alumno, las actuaciones del profesorado, los materiales, los espacios y la temporalización.
Concebir el colegio como una comunidad educativa en la que los diversos estamentos que la forman colaboran en la formación del alumnado, cada cual en su medida, y que interactúan con el entorno y sus instituciones.
Potenciar el trabajo en equipo creando en el aula un clima de colaboración grupal, proponiendo metas comunes que pongan de manifiesto la aportación valiosa y necesaria de cada alumno.
Contribuir a la formación permanente del profesorado a través de cursos, seminarios, grupos de trabajo, etc, y el uso progresivo de las nuevas tecnologías para que la práctica docente se desarrolle coordinadamente en equipo y en continua actualización.
Fomentar el conocimiento, el respeto y el cuidado del medio natural que nos rodea para contribuir con sus actitudes al cuidado del Planeta.
Apreciar y asumir los valores básicos de la vida humana y de convivencia, fomentándolos dentro del aula, utilizándolos para la resolución de conflictos y para el desarrollo de una actitud crítica frente a la influencia de los medios de comunicación y de la sociedad en general.
Crear un clima en el que cada miembro de la comunidad educativa sea valorado como una persona con identidad propia y pueda comunicar libre y espontáneamente sus ideas y opiniones manteniendo siempre el respeto debido a los demás miembros.
Favorecer en nuestra práctica docente la igualdad entre niños y niñas y discriminar los papeles tradicionales planteando actividades de interés para ambos sexos que potencien lo que tradicionalmente se ha negado a cada uno de ellos y fomentando su participación igualitaria.
Evitar y corregir actitudes en las aulas y en el entorno de la comunidad educativa de discriminación o desigualdad hacia otros por razones de sexo u origen, excluyendo de la práctica docente todo tipo de actitudes sexista o xenófobas: vocabulario, distribución de espacios o asignación de tareas.