LÍNEA METODOLÓGICA
- Potenciamos y estimulamos la motivación de los alumnos y utilizamos como punto de partida sus intereses o sus experiencias previas.
- Organizamos los intereses y canalizamos las propuestas que el alumnado realiza sobre lo que quiere aprender, ayudándolo a explicitarlos y plasmarlos ordenadamente.
- Creamos un clima relacional y afectivo positivo. Establecemos una relación de confianza entre los alumnos y el educador, procurando en todo momento que se sientan tranquilos y confiados.
- Potenciamos la libre expresión de las ideas y el respeto por parte de todos.
- Fomentamos un ambiente de implicación e interés participativo en el grupo de la clase, y en cada niño, sobre lo que se está trabajando.
- Ayudamos al alumnado a procesar la información para obtener aprendizajes significativos. Propiciamos la reflexión sobre el proceso de aprendizaje, con el objetivo de que el alumnado sea consciente de lo que ha aprendido y de cómo lo ha hecho.
- Valoramos los errores de forma positiva, como pasos imprescindibles para todo el aprendizaje.
- Utilizamos el juego como recurso motivador e instrumento educativo.
- Utilizamos estrategias comunicativas, vocabulario y terminología adaptados a la tipología de alumnado que tenemos en el aula.
- Creamos conflictos cognoscitivos para que los alumnos encuentren por ellos mismos la posible solución a las actividades propuestas, en lugar de dar directamente la respuesta.
- Fomentamos el respeto por la diversidad teniendo en cuenta sus capacidades y sus dificultades.
- Tenemos en cuenta, a la hora de planificar la distribución horaria diaria, los siguientes aspectos: la alternancia entre períodos de descanso y períodos de actividad; entre las actividades que requieren atención y concentración y otras que no necesitan tanta; el tiempo de dedicación a los alumnos que necesitan una atención individualizada; y el tiempo que se dedicará a las actividades colectivas y a las individuales.
- Organizamos los espacios para que se favorezca la participación, los desplazamientos, la autonomía, el control, el trabajo en grupo, el trabajo individual y el trabajo colectivo.
- Incorporamos y utilizamos en el aula los materiales que el alumnado pueda encontrar en su vida diaria y que le pueda permitir diferentes niveles de resolución de las actividades de aprendizaje.
- Implicamos a los alumnos, en la medida de lo posible, en el funcionamiento y en la organización del aula. Asignamos progresivamente responsabilidades para que colaboren en el mantenimiento del orden y participen en la dinámica establecida conjuntamente.
- Establecemos canales de comunicación y colaboración con las familias, tratando de generar un clima de confianza mutua. Contamos con su ayuda a la hora de recopilar materiales y documentos para el proceso de aprendizaje y hacerles partícipes del mismo, dándoles a conocer lo aprendido mediante dossieres, murales, exposiciones, fiestas...
- Creamos situaciones en las que la imitación y el juego simbólico se empleen como herramientas del desarrollo cognitivo y personal.
- No centramos la evaluación únicamente en el resultado final, sino que analizamos todo el proceso educativo: al inicio, durante y al final.