Partimos de una concepción CONSTRUCTIVISTA del aprendizaje.
Este constructivismo lo entendemos como una forma de aprender para hacer o aprender por qué se hace.
El niño sabe lo que quiere aprender y descubre lo que le falta por saber, orientando la enseñanza hacia el proceso exploratorio que estimula al niño a definir y descubrir su propio saber

Trabajamos a través de una metodología basada en PROYECTOS, partiendo de esa concepción constructivista del aprendizaje dando respuesta a los contenidos escolares desde la perspectiva de la globalización, para que los niños se inicien en el aprendizaje por descubrimiento de procedimientos que los ayuden a organizar, comprender y asimilar la información. 

Con esta metodología, son los propios alumnos los que son protagonistas de su aprendizaje.
En el aprendizaje por proyectos, no hacemos uso de libros de texto como guía del aprendizaje, se van elaborando materiales a medida que se van desarrollando los mismos.
Además, las aulas se organizan en RINCONES donde se programan actividades globalizadas que favorecen la autonomía y promueven la metodología de aprender a aprender y enseñar a pensar. Estos rincones son  zonas de trabajo independientes y bien delimitadas donde no hay rutas ni agrupamientos definidos, los niños/as eligen donde trabajar y con quien. La única limitación es el número de personas por rincón. En cada rincón se desarrollan propuestas de mayor o menor intensidad que tienen que realizar cada vez de manera más autónoma y a través de los cuales se desarrolla la programación y distribución de los componentes de la propuesta pedagógica.

En esta etapa se procurará que el niño aprenda a hacer uso del lenguaje, descubra las características físicas y sociales del medio en que vive, elabore una imagen de sí mismo positiva y equilibrada, y adquiera los hábitos básicos de comportamiento que le permitan una elemental autonomía persona