Plan de atención a la diversidad
LA ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD EN EL PROYECTO EDUCATIVO DEL CENTRO
El Proyecto Educativo de este centro recoge, desde sus inicios, la atención a la diversidad como uno de los principios fundamentales que lo fundamentan. Se entiende la diversidad de forma global y desde el enriquecimiento de todas las personas que formamos parte de la comunidad educativa, tanto a nivel individual como colectivamente.
Incluimos aquí actitudes como el respeto, la autoestima, la solidaridad, la autonomía, la responsabilidad, la cooperación, el huir de dogmatismos y adoctrinamientos, etc.
Desde este enfoque, pretendemos que en nuestra escuela se tengan en cuenta todos los tipos de diversidad y de diferencias:
- Las referidas al sexo (identidad sexual, roles de género, orientación del deseo…)
- Las vinculadas con las relaciones de pareja y parentesco.
- Las relacionadas con la edad (niños y niñas, adolescentes, jóvenes, adultos y viejos)
- Las relacionadas con los diferentes estilos cognitivos, afectivos, motores, de vida…
- Las vinculadas con las creencias religiosas, ideológicas, políticas…
- Las que vienen determinadas por los diferentes lugares de procedencia: cultura, costumbres, historia, geografía…
- Las relacionadas con las clases sociales…
- Las relacionadas con los distintos tipos de minusvalía.
- Las referentes a las características físicas o indumentarias…
- Las de temperamento, personalidad…
- Etc.
Para esta comunidad, atender a la diversidad implica:
- Conocer el entorno natural, geográfico y social en el que nos desenvolvemos: las características de nuestro alumnado y sus familias y el contexto en el que viven.
- Reconocer que la heterogeneidad es el rasgo predominante, tanto en el alumnado y sus familias como en el resto de los adultos que participamos en su educación.
- Explicitar y analizar las dificultades de una parte del alumnado y buscar alternativas organizativas, curriculares y metodológicas que las atiendan y compensen.
- Mirar a los alumnos y alumnas desde la complejidad que supone “ser persona”, desde un enfoque integrador de sus características físicas, intelectuales y afectivas y desde ahí, dar respuesta individual a las necesidades de cada uno.
- Atender tanto a su desarrollo personal como a su capacidad de relación con los demás y con el medio que los rodea.
- Entender que la actividad educativa no se restringe al aula, sino que de ella forman parte el resto de los servicios complementarios y actividades que se realizan más allá de las puertas del centro.
- Abrir las puertas del colegio para dar cabida a la participación de las familias en el proceso educativo de sus hijas e hijos.
- Rentabilizar al máximo los recursos, tanto personales como materiales y demandarlos cuando se entiende que son necesarios, sobre todo porque nos une el interés para que la educación de nuestros niños y niñas se ajuste a los criterios de calidad que entendemos tiene que tener la educación pública.
Entender la diversidad tal y como se define más arriba nos plantea el compromiso y la necesidad de:
- Trabajar con las familias para explicarles el proyecto de este centro, los beneficios de la participación en todas las actividades del centro, y la necesidad de incorporarse ellas mismas a esas actividades. Y sobre todo la necesidad de compartir el proceso educativo de sus hijos e hijas.
- Trabajar con las familias del alumnado que tiene dificultades, tanto por su lugar de procedencia como por sus posibles necesidades educativas específicas o por cualquier otra situación (situaciones familiares, dificultades de relación, problemas conductuales…)
- Diseñar un plan de acogida para el alumnado, profesorado u otros adultos que se incorporan por primera vez al centro.
- Dedicar especial atención a la castellanización de aquellos alumnos y alumnas que no conocen el idioma.
- Trabajar con todo el alumnado para lograr la integración social del que se incorpora por primera vez al centro, conociendo y valorando las diferentes culturas, distintas religiones y tradiciones, ayudando al grupo a adaptarse a la nueva situación. (Descargar Plan de Convivencia)
- Trabajar la afectividad en todas las alumnas y alumnos prestando especial atención a las situaciones que más lo requieran: el desarraigo de cambio de país, una situación personal y sociofamiliar desfavorable, el sentimiento de pérdida y duelo…
- Incorporar a todo el alumnado del centro a todas las actividades incluyendo excursiones, actividad de la piscina, dormir fuera de casa, en viajes de fin de ciclo como granjas, “noche de pijamas”, albergue y viaje fin de primaria, sin que sean discriminados por su situación económica o por cualquier otra razón.
- Buscar recursos económicos para todas las actividades que se realizan fuera de la escuela.
- Elaborar distintos menús (ordinario, musulmán, alérgicos y celiacos) que se adapten a las necesidades de nuestro alumnado y profesorado.
- Participar, junto con otros servicios del municipio, en el asesoramiento para que el alumnado tenga una adecuada atención sanitaria, social, de ocio, etc.
- Controlar mensualmente posibles casos de absentismo escolar y seguir los protocolos establecidos en estos casos.
- Establecer medidas de refuerzo educativo con aquellos alumnos o alumnas que van mostrando desfase curricular no superando los criterios mínimos establecidos en el paso de nivel o ciclo.
- Enmarcar nuestra práctica educativa en la educación en valores que favorezca la autonomía, la participación, la solidaridad y el respeto a las diferencias.
- Y sobre todo concretar en las aulas un modelo de aprendizaje, de organización, unos principios metodológicos que hagan viable la consecución de los puntos anteriores.