La comunidad educativa la formamos todos los profesores, padres, alumnos y personal no docente implicados directa o indirectamente en el empeño diario de hacer de nuestro centro un ambito de trabajo, de promoción de valores y de adquisición de conocimientos. La clave es que, a todos, nos resulten gratificantes y nos ilusionen nuestros cometidos y nuestra forma de tomar parte, desde los distintos roles, en la tarea de educar.

Nuestro empeño es construir un centro activo, participativo y moderno, donde cada uno de los sectores implicados aporte su experiencia y sus ilusiones.

Es un proyecto que nos compete a todos y entre todos debemos hacerlo crecer sin prisas pero sin pausas.

Para conseguirlo nos apoyamos, primero, en los documentos que definen y redefinen nuestras señas de identidad y las normas de convivencia y, segundo, en los organos de gobiernos y de participación de los distintos sectores que luchan por garantizar la consecución de todos y cada unos de nuestros objetivos.

Nuestras señas de identidad se definen a partir de unos valores y principios educativos de los que emanan nuestros objetivos generales.