NORMAS PARA LA ACTIVIDAD DE SIESTA (3 AÑOS)

El colegio atiende las necesidades de sueño de los niños y niñas de 3 años, después de comer, dentro del servicio de comedor escolar. Es una actividad propuesta desde el Proyecto “Entre el colegio y la escuela” para dichos alumnos/as.

Para que este momento tan especial de descanso se pueda realizar adecuadamente es necesaria la colaboración de las familias de los niños y niñas de 3 años:

• A cada familia se le prestarán desde el colegio dos sábanas bajeras, que deberán devolver al finalizar el curso, y cada familia se encargará de lo siguiente:
• Una de las sábanas se pondrá en la camita que el niño tenga adjudicada, para ser utilizada durante una semana.
• La otra se utilizará para cambio, y se dejará colocada limpia los viernes cuando se recoja la sábana sucia.
• Es imprescindible dejar montada la cama el viernes a la salida para que el lunes esté dispuesta, pues no se podrá entrar el lunes debido a la clase de psicomotricidad que se imparte es esa misma sala.
• De casa se deberá traer una almohada o cojín, un edredón o manta y un muñeco al que el niño o niña tenga apego.
• A cada grupo se le adjudica un color. Cada cama tendrá la foto del niño o niña con su color correspondiente:
• 3 años A: azul.
• 3 años B: verde.
• 3 años C: amarillo.
• Para recoger a los niños y niñas con calma, y poder dedicarles el tiempo necesario antes de dejar el colegio, las familias estarán en el centro a la hora de apertura de puertas, disponiendo así de 15’ antes de la hora de cierre.
• Si, excepcionalmente, alguna familia no quiere que su hijo o hija participe en la actividad de siesta deberá solicitarlo por escrito a la Dirección del colegio (en secretaría o por correo electrónico). Tras valorar la situación se comunicará a la familia la autorización para no realizar la actividad de la siesta, y el niño/a se incorporará a las actividades previstas para 4 y 5 años (habitualmente recreo en su patio).
• En el tercer trimestre se valorarán las necesidades de sueño de los niños y niñas. Si se considera oportuno se podría modificar la actividad, y se reorganizarían los recursos del colegio (monitoras, salas, actividad propiamente dicha, etc.), persiguiendo en todo momento lo mejor para los niños y niñas.

Todas las familias se comprometen a cumplir estas normas para poder participar en la actividad.