El contacto directo con la naturaleza, en edades tempranas es realmente importante para el desarrollo de la personalidad de los/as más pequeños/as y todas las actividades que se realizan en un entorno natural, resultan muy estimulantes para ellos.
Las experiencias con la naturaleza aportan además numerosos beneficios: desde el respeto por el entorno, hasta el incremento de la actividad física o una mejor salud mental, emocional y física. Todo ese contacto con la naturaleza, permite a los niños/as entender mejor el mundo en el que viven.
Por eso, en nuestra escuela, damos especial importancia a la experimentación con elementos naturales. Los/as más pequeños/as deben sentirse parte activa de esta naturaleza tan cercana y nuestro deber, como adultos, es inculcar el respeto y cuidado del entorno tan maravilloso del que disfrutamos.
Además de disfrutar de actividades al aire libre, aprovechamos las aulas del centro para trabajar el otoño y sus elementos: realizamos móviles con piñas, contamos castañas, verbalizamos los colores de las hojas, comparamos palos de diferentes tamaños...nombramos todas sus cualidades.
Es de gran importancia la estimulación de la motricidad fina en los/as niños/as en sus primeros años de edad. Les permite tener un buen manejo de la pinza y realizar movimientos precisos en su vida diaria. Esta estimulación se puede realizar tanto en el aula, como en casa. Con actividades sencillas, podemos beneficiar y ayudar a nuestro/a hijo/a a desarrollar una adecuada motricidad fina.