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El juego heurístico El juego heurístico

EL JUEGO HEURÍSTICO

EL JUEGO HEURÍSTICO

Podemos considerarlo como la continuación del cesto de los tesoros. Se puede empezar a trabajar desde que el niño/ a comienza a desplazarse caminando, aproximadamente 12 meses. Esta actividad, pone en contacto a los/as niños/as con una variedad de objetos que no tienen una finalidad predeterminada, ofreciéndoles un máximo de oportunidades de estimulación. Es una actividad donde los niños/as interactúan con diferentes tipos de materiales. La exploración consiste en abrir y cerrar, tapar, destapar, apilar, llenar, comparar. Una vez terminada la investigación, se recoge el material y se clasifica.

El juego se divide en varias fases:

1º Preparación del material: el/la educador/a selecciona el tipo de material qu va a poner a disposición de los/as niños/as (madera, metal, plástico y cartón). e

2º Exploración: los/as niños/as combinan y exploran de manera libre los diferentes materiales: emparejan, tapan, destapan, abren, cierran, giran, encajan, apilan…

3º Recogida: en esta fase los/as niños/as  van recogiendo y clasificando el material con ayuda del/a educador/a.

El papel del/a educador/a es de observador/a, permanece atento/a en un lugar donde le puedan localizar todos los niños/as. Su intervención debe darse, cuando no haya más remedio y surjan conflictos y en la recogida del material, ayudándoles en su clasificación.

"De la cuna a la luna" "De la cuna a la luna"

Colección "De la cuna a la luna"

La colección "De la cuna a la luna" incorpora nuevos títulos para seguir “educando el ojo y endulzando el oído” -expresión acuñada por el propio autor, Antonio Rubio– a los prelectores de 0 a 3 años: pictogramas poéticos o poegramas basados en la rima y en la representación gráfica de los elementos que cita el texto.

“Veo veo” es un poema pictográfico que se apoya en la suma de objetos a partir de la estructura dialogada del viejo juego homónimo de acertijos. En este juego musical, donde destaca el gusto por lo absurdo y el disparate, se van enumerando y sumando elementos heterogéneos traídos por la fuerza de la rima.

“Limón” -que tiene su precedente en “Luna”- es un poema musical pictográfico cuya clave está en la repetición rítmica de palabras, además de la repetición de verso y estribillo.

A nivel estético, Óscar Villán -Premio Nacional de Ilustración 1999- sigue apostando por una propuesta artesanal en la que destacan su paleta de color y las texturas de sus pinceladas. Las imágenes, que resaltan sobre fondos claros, son simples y reconocibles; en ellas radica toda la fuerza comunicativa para ser leídas de forma autónoma desde temprana edad.

Cada uno de los libros de la serie De la cuna a la luna es “un ejercicio poético de gran sencillez y fuerza musical” que favorece el aprendizaje: la lectura de derecha a izquierda, de arriba a abajo… La estructura bebe del cancionero infantil: suma, enumeración, encadenamiento, verso y estribillo… Y se apoya en recursos poéticos como rimas, ecos, onomatopeyas,…

En cuanto a la temática, responde a los intereses de la primera infancia: números (“Cinco“), colores (“Cocodrilo“), animales (“Miau“, "Animales"), la magia de la luna (“Luna“), la comida (“Pajarita de papel“), el calzado (“Zapato“), la música y los sonidos (“Violín“, "Do, Re Mi"), el espacio (“Árbol“, "Viajes"), el juego (“Veo veo“), las frutas (“Limón“).

Antonio Rubio (El Puente del Arzobispo, Toledo, 1953) ha sido maestro durante 40 años. A su labor docente y las actividades en bibliotecas escolares, suma la pasión por leer y escribir, en especial, poesía. Participa en cursos de animación lectora y formación del profesorado.