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Perales de Tajuña

HISTORIA

Situada al sureste de la actual Comunidad de Madrid, Perales de Tajuña por su estratégica situación ha sido desde fechas tempranas un idóneo emplazamiento.
Restos y excavaciones arqueológicas han detectado vestigios paleolíticos, neolíticos, celtíberos, carpetanos, romanos, visigodos y musulmanes.

Son importantes los yacimientos de la Edad de los Metales, sobre la terraza izquierda del río, con "fondo de cabañas" de cultura campaniforme con abundante cerámica.

El Risco de las Cuevas de difícil datación, formado originalmente por 60 cuevas horadadas en el escarpe yesífero con vistas hacia la vega formada por el río Tajuña, el Tagonius de los romanos, a dos kilómetros de la población.

En el siglo I a.C. durante la dominación romana, el clásico autor Plutarco describe cómo el general romano Sertorio obligó a los caracitanos, tribu de los carpetanos, a dejar sus viviendas trogloditas en lo alto de un risco y habitar tierras llanas de la zona. Así, parece que Caracca, así llamada la ciudad troglodita de los caracitanos, pudo estar en el yacimiento del Risco de las Cuevas.

El original asentamiento en el llano se ha fijado en el yacimiento de Cuesta del Viejo de época del Hierro .

Restos importantes cerámicos que denotan asentamientos árabes se han encontrado en el antes mencionado Risco de las Cuevas y en diversos puntos de la vega del Tajuña, zonas de las Peñuelas, Batán y Congosto.

En la Edad Media, Perales fue zona fronteriza y objeto de la reconquista. En esta época, Alfonso VI, para contener el avance musulmán y organizar la migración, con la llegada de segovianos, aragoneses, navarros y francos, hizo donación de Alcalá y su Territorio, incluyendo el actual término de Perales a la Mesa Arzobispal de Toledo.

Es en el siglo XII, en el que algunos autores datan la construcción del castillo-fortaleza en la loma situada entre la Vega del Lugar y la Vega del río Tajuña, junto a la que se construye con posterioridad una pequeña capilla o iglesia junto al castillo. Esta iglesia ya en la Baja Edad Media pasa a ser parroquial, perteneciendo directamente al arcipreste de Alcalá.

Son otorgados por parte del arzobispo D. Raimundo, a Alcalá y sus aldeas los FUEROS VIEJOS en el año 1135

A finales de siglo XII, la necesidad de expansión de Segovia, hizo que esta ciudad castellana obtuviera la donación de parte de las Tierras de Alcalá, aldeas del Tajuña y Henares, donde se incluye la aldea de Perales, entre otras. Esta vinculación a Segovia, año 1190, fue temporal, ya que el Arzobispo de Toledo se mostraría reacio a admitirlo, logrando su restitución en 1214.

En estos años turbulentos, previos a la proclamación de Isabel Católica como legítima reina, la aldea de Perales sería escenario de las luchas de poder entre dos bandos: la nobleza y prelados y la monarquía.

El arzobispo de Toledo, D. Alonso Carrillo de Acuña, participaría en la pugna por la sucesión al trono castellano, tomando partido por Isabel y Fernando frente al rey Enrique IV. Perales como lugar que dependía de la jurisdicción toledana, sufrió la represión de las tropas del monarca, quien envión a Vasco de Contreras para tomar la fortaleza arzobispal, era la navidad de 1470. Esta fue liberada por la presión de las tropas del arzobispo, con el apoyo de la noble familia de los Mendozas.

Es a finales del siglo XVI, Perales adquiere el título de Villa, lo que implica la desvinculación jurisdiccional de Alcalá y por tanto de la Mesa arzobispal de Toledo, aunque en los aspectos religiosos, seguiría dependiendo del arzobispado de Toledo. El monarca Felipe II por necesidad económica, consigue del papado la separación de las aldeas de Alcalá de su jurisdicción, para pasarlo a la corona, obteniendo beneficios por la compra por parte de los vecinos de su propia jurisdicción, y por lo tanto la aldea de Perales conseguía su autonomía, aunque se mantendrían ciertas prestaciones feudales respecto a Alcalá hasta principio del siglo XIX.

Las poblaciones pertenecientes a Alcalá, ya con autonomía de Toledo, conformaron la Mancomunidad de las Veinticinco Villas, para hacer frente a las obligaciones heredadas con la villa de Alcalá: reparación de vías de comunicaciones, puentes y contribución a otros gastos de diversa índole.

Las primeras noticias de la población de Perales las obtenemos en el siglo XVI. Es en esta época, bajo el reinado de Felipe II, la ya villa independizada del arzobispado de Toledo sufre un importante crecimiento demográfico, económico y urbano; aumentando la ganadería, la agricultura y construyendo nuevas fuentes, posadas y comercios.

La venta de la jurisdicción de la Villa al Marqués de Leganés permite al Concejo de la Villa salir del estado de endeudamiento permanente que le permite la reforma de algunos de sus edificios, como es el caso de las Casas del Ayuntamiento. Durante esta época el castillo sufre grandes deterioros, debiendo en esta época su mayor desintegración, al aprovechar la materia prima pétrea para la reconstrucción de otras edificaciones, como la iglesia, Casa Consistorial y algunas casas de la población.

Al final del siglo XVIII, bajo el reinado de Carlos III y Carlos IV, se construye el nuevo Ayuntamiento y la nueva Fuente de la Mariblanca, construida sobre el paraje de alamedas y la cercana Fuente de la Fontanilla de origen medieval, formándose el entorno del Juego de pelota.

Al morir el tercer Marqués de Leganés, en 1771 sin descendencia sus bienes y títulos son heredados por los Condes de Altamira.

En el año 1814 por Real Cédula emitida por Fernando VII se suprimen los señoríos. 

Lugares de interés

  • Iglesia de Nuestra Señora del Castillo

    El templo barroco del siglo XVII, restaurado recientemente, tiene planta de cruz latina y consta de una única nave. Sus muros son de mampostería, con sillería en las esquinas, rematados con cornisa superior de piedra labrada. A los pies del templo, la espadaña, también de sillería con 3 nichos para campana; rematada con 2 pequeños pináculos y esfera resaltada en el centro, también de piedra..

    La cubierta exterior de la nave, es de teja curva apoyada en cerchas de madera a la española, con correas también de madera, en su interior está adornada con unos impresionantes trabajos de lacería de madera, recién restaurados.

  • Restos del torreón y lienzo de la muralla

    En la calle Castillo, se conservan los restos de uno de los torreones y lienzo de la Fortaleza del Arzobispo de Toledo, que fue construido en el siglo XII.

  • Torre-Fortín del Telégrafo

    Construida a mediados del siglo XIX, esta torre hizo el número cinco en la línea de telegrafía óptica Madrid-Valencia-Cataluña. Ubicada en la “Loma del Telégrafo” y construida en mampostería de sillarejo, presenta el típico estilo de las atalayas de origen árabe, con medios casi fortín, entrada única y pequeños huecos al estilo de troneras en la planta baja.

  • Risco de las cuevas

    Es un conjunto de habitáculos horadados en una enorme mole de roca yesífera cristalizada, en la margen derecha del río Tajuña, desde finales del Neolítico.

Mas información en el siguiente enlace: Perales de Tajuña.