El modelo de jornada escolar vigente en el Centro se encuentra firmemente consolidado en su Comunidad Educativa, tanto en el ámbito de la organización familiar y de la dinámica de su entorno social, como en el estrictamente escolar.

El horario lectivo y el de permanencia por la tardes del profesorado se cumplen con corrección y puntualidad. A su vez, aquel en el que el Centro permanece abierto y a disposición de la Comunidad Educativa resulta suficiente y ajustado a la demanda y desarrollo del conjunto de actividades extraescolares programadas e incluidas en el Plan Local de Mejora y Extensión de los Servicios Educativos.

En líneas generales, su valoración es positiva en la medida en que mejora el aprendizaje de los alumnos, incrementa la eficacia de la labor docente, favorece la participación de los padres y las relaciones Familia/escuela y supone un esfuerzo racional de extensión de los servicios educativos y del uso de las instalaciones del Centro y de su adaptación  a las demandas del entorno.

Pese a la valoración positiva, en lo sucesivo, se deberá progresar e  inculcar a los alumnos la cultura de la mejor utilización del ocio y del tiempo libre, que les permita una mayor aprovechamiento de las tardes para realizar las tareas de repaso, estudio y profundización de los contenidos escolares; igualmente se deberá incrementar la colaboración de las familias y su asistencia a las entrevistas y reuniones con los profesores y avanzar y flexibilizar el horario complementario de permanencia del profesorado.