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Visor

Para desarrollar unas relaciones ricas entre padres e hijos y que proporcionen a los niños el necesario apoyo emocional

Asegurar un ambiente familiar con suficiente riqueza estimular 

Sin caer en una hiperestimulación ambiental, están suficientemente comprobadas las ventajas de un ambiente enriquecido para el desarrollo cognitivo, emocional y social del niño. No obstante, como advierte el neurocientífico Tomás Ortiz[1]  , el enriquecimiento ambiental conlleva orden, tiempos de descanso y de silencio y diferentes tipos de estímulos novedosos. Con esa distinción clara entre ambiente enriquecido y ambiente hiperestimulado, cabe señalar las siguientes estrategias para lograr la riqueza estimular del medio familiar:

  • Mantener conversaciones diarias con los niños sobre hechos cotidianos.
  • Emplear un tono positivo que refuerce los valores y produzca seguridad.
  • Producir expresiones de afecto y desarrollar actitudes de refuerzo emocional.
  • Generar estímulos para el empleo de palabras nuevas, la ampliación del vocabulario y la indagación verbal.
  • Realizar comentarios en familia sobre libros, noticias de periódicos, programas de televisión, etc.
  • Organizar visitas en familia a bibliotecas, museos, parques zoológicos, lugares históricos, etc.
  • Cultivar la lectura en común (sobre todo con los más pequeños)

 


   

[1] Ortiz, T. (2009) Neurociencia y Educación. Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid- Alianza Editorial. Madrid