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Visor

Promover una concepción incrementalista de las capacidades

Esta práctica efectiva, que ha sido ya descrita en el capítulo dedicado a los centros educativos, es traída de nuevo a colación porque afecta a la calidad de la interacción entre el centro y el aula individualmente considerada. Se trata con ello de incidir en los prejuicios, en los supuestos implícitos o en las “creencias” de todo el personal sobre el poder de la institución escolar para producir cambios duraderos en la mente de los niños y de los adolescentes. A pesar de su naturaleza sutil —como algo implícito o tácito, como una nube de influencia que “pesa” en el ambiente— su impacto sobre las posibilidades de los alumnos de implicarse en el logro de la excelencia y de conseguirla está suficientemente demostrado[1],[2].

Pero para aumentar la eficacia de esta práctica ha de estar presente en la interacción entre centro y cada una de sus clases. No basta con que el equipo directivo lo “predique”, ni es suficiente con que un grupo de profesores lo crea, ha de extenderse a todos e impregnar el modo de hacer del centro en las aulas y en la propia organización: desde el aula hacia el centro y viceversa.  

 

 


 

   

[1] Dweck, C.S. (2000) Self-theories: Their Role in motivation, personality and development. Psychology Press. Philadelphia.

[2] Dweck, C.S. (2006) – Mindset. The New Psychology of Success. Ballantine Books. Nueva York.