El desarrollo de estas habilidades no sólo es, en sí mismo, del máximo interés pedagógico —por lo que supone de ejercicio intelectual completo y de entrenamiento para la vida adulta–  sino que, además, introduce un elemento de refuerzo de la motivación en beneficio de los aprendizajes cognitivos. Pero si pretendemos que los alumnos sean capaces de presentar sus trabajos en público debemos enseñarles el modo de adquirir las habilidades correspon-dientes y facilitarles ocasiones para practicarlas. 

El entrenamiento de los alumnos en este tipo de competencias para la excelencia  se inicia en el contexto de la propia clase pero puede ir más allá, de modo que el público oyente pueden ser los alumnos de otra clase o las familias. En tales casos, la función del profesor se aproximará a la propia del coaching.