Cualquier disciplina académica consolidada, de las que se enseñan habitualmente en los centros educativos, proporciona abundantes referencias biográficas que aportan modelos personales con los que transmitir el valor moral de la excelencia y de sus virtudes anejas. El ejemplo de hombres y mujeres reconocidos por la historia que fueron capaces de llegar muy lejos y que hoy son admirados por el legado que dejaron a la humanidad, si son adecuadamente elegidos, constituirán elementos instructivos eficaces. Ayudarán a inculcar en la mente de los niños y de los adolescentes algunos elementos de carácter moral que, además de su valor intrínseco, constituyen un prerrequisito emocional de una instrucción efectiva.

Qué obstáculos tuvieron que salvar, qué momentos difíciles hubieron de superar y qué virtudes personales les permitieron sobreponerse a las dificultades, perseverar en sus propósitos y alcanzar sus metas son algunos de los aspectos biográficos que facilitan la identificación entre el niño y el personaje, histórico o contemporáneo.