Saltar al contenido

Visor

Estrategias de un entrenador positivo

El sitio web http://www.goodcharacter.com/SPORTS.html ha definido un programa de actuación de los entrenadores desde la perspectiva de la formación del carácter. Considera que los entrenadores son, en primer lugar y sobre todo, maestros y se encuentran entre las personas más influyentes en la vida de un joven jugador. Precisamente porque los entrenadores son modelos tan poderosos, los jóvenes aprenden más de ellos sobre carácter que sobre rendimiento atlético. La actividad de un entrenador puede plantearse desde dos finalidades: 

  • El "ganar a toda costa"; se plantea una sola meta: ganar. Por tanto, se tiene en mente la enseñanza de destrezas y el desarrollo de estrategias diseñadas para ganar.
  • También se quiere ganar, pero se tiene una segunda meta: ayudar a los jugadores a desarrollar rasgos positivos de carácter, de tal modo que puedan tener éxito en la vida. El entrenador sitúa a los jugadores en primer lugar.

De acuerdo con lo anterior, se definen las siguientes estrategias que son características de un entrenador positivo.

1.- Redefinir qué es ser un "ganador"

Un entrenador positivo ayuda a los jugadores a redefinir qué significa ser un ganador centrándose más en dominar que en puntuar. Contempla la victoria como el resultado de la prosecución de la excelencia. Se centra más en el esfuerzo que en el resultado y más en el aprendizaje que en la comparación con otros.

Reconoce que los errores son una parte importante e inevitable del aprendizaje y fomenta un ambiente en el cual los jugadores no tienen miedo a cometer errores. Sin ignorar las oportunidades de aprender de los errores, enseña a los jugadores que la clave del éxito reside en cómo uno responde a los errores.

Fija estándares de mejora continua para sí mismo y para los jugadores. Compromete a los jugadores, sea cual sea su capacidad, a esforzarse por llegar a ser los mejores jugadores y las mejores personas que puedan ser.

Enseña a los jugadores que un vencedor es alguien que hace el máximo esfuerzo, que continúa aprendiendo y mejorando, y que no permite que los errores -o el miedo a los errores- le detengan.

2.- Llenar los depósitos emocionales de los jugadores

Un entrenador positivo es un motivador que rehúsa estimular a sus jugadores mediante el miedo, la intimidación o la burla. Reconoce que cualquier jugador tiene un "depósito emocional", como el depósito de gasolina de un coche. Del mismo modo que un coche con un depósito vacío no puede ir muy lejos, un jugador con un depósito emocional vacío no tiene la energía para hacerlo lo mejor posible.

Comprende que los halagos, alabanzas y reconocimiento positivos llenan el depósito emocional. Comprende la importancia de aportar un feedback específico y sincero, y resiste la tentación de proporcionar una alabanza no justificada. Cuando la corrección resulta necesaria, comunica la crítica a los jugadores de modo que no se mine su autoestima. Se esfuerza por conseguir la proporción de 5:1 entre la alabanza y la corrección.

Establece el orden y mantiene la disciplina de un modo positivo. Escucha a los jugadores y los implica en las decisiones que afectan al equipo. Trabaja para permanecer positivo aun cuando las cosas no vayan bien. Reconoce que cuando las cosas van mal el entrenador puede ejercer sobre los jugadores una influencia más duradera y enseñarles las lecciones más importantes. Aun cuando se enfrente a la adversidad, rehúsa menospreciarse a sí mismo, a los jugadores o al ambiente. Siempre trata a los atletas con respeto, independientemente de cómo lo hayan hecho.

3.- Honrar el juego

Un entrenador positivo siente una obligación hacia el deporte y enseña a los jugadores a honrar el juego. "Honrar el juego" significa ir a las raíces del asunto, donde raíces significa respeto para:  

  • Reglas: Un entrenador positivo conserva el espíritu y la letra de sus reglas.
  • Oponentes: Respeta a los adversarios, reconociendo que un oponente valioso empujará a los atletas a hacerlo mejor.
  • Oficiales: Comprende el papel importante que desempeñan los encargados y les muestra respeto, aun cuando no esté de acuerdo con sus decisiones.
  • Compañeros de equipo: Fomenta en los jugadores el compromiso mutuo y a animarse los unos a los otros dentro y fuera del campo. Valora la rica tradición del deporte y se siente privilegiado por participar de ella.
  • Sí mismo: Se da cuenta de que uno de los más difíciles momentos para honrar el juego es cuando el oponente no está, y recuerda a los jugadores que estén a la altura de sus más altos estándares (respeto hacia sí mismo).
4.- Demostrar integridad

Finalmente, un entrenador positivo demuestra integridad y desearía antes perder que vencer si para ello ha de deshonrar el juego.

 
 

Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid