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Visor

Historia y origen de los Pirineos

Aunque quedan muchas respuestas sin responder, cada vez vamos teniendo una imagen más coherente  de la estructura y de los fenómenos que originaron las montañas pirenaicas gracias a un mayor conocimiento cada vez mejor de las geología de superficie de los fondos marinos.

Los Pirineos separan la frontera entre Francia y la península Ibérica. No obstante, su estructura no solo se limita a la cadena de montañas que la forman, sino que continúa hacia el oeste por relieves de la cornisa cantábrica y por el margen continental sumergido bajo el mar Cantábrico debido a que ambas placas, la de Iberia y Eurasia, se extienden hacia la dorsal centro atlántica, y constan de un área compuesta por corteza continental y otra por corteza oceánica.

Su formación se debe al movimiento convergente entre ambas placas, ocasionados por la expansión del océano Atlántico en la época Mesozoica hace 80 millones de años. 

Hay que esperar hasta el Jurásico para conocer el surco sedimentario con la posición geográfica y orientación propia de la cordillera tal y como la conocemos hoy. Durante este periodo se produjo una separación entre Iberia y Europa que desencadenó en la franja de Vizcaya-Pirineos. La primera anomalía magnética se registró en el oeste de la península Ibérica. Por esto se hace incapié en que la región del golfo de  Vizcaya-Pirineos constituye un límite de placas a favor del cual Iberia derivaba lateralmente hacia el este respecto a Europa.

Reconstrucción de la trayectoria de las placas durante la expansión del océano Atlántico. J.L.Olivet y P.Beuzart

El problema radica en conocer la magnitud de las dos movimientos de la placa durante la era Mesozoica, es decir, el desplazamiento lateral y rotación inducida por la expansión del Golfo de Vizcaya. Este movimiento, que generó fosas tectónicas con sedimentos acumulados, adelgazó la corteza pirenaica, permitiendo el flujo de calor y el metamorfismo que conocemos hoy en día.

Más adelante, la placa Ibérica invirtió su trayectoria y comenzó su movimiento convergente con la placa Eurasiática. El movimiento compresivo generado por ambas placas hizo que se formara la cadena montañosa levantando la fosa marina que ocupaba la región pirenaica. 

Dentro de la cadena montañosa, podemos distinguir dos franjas principales: una la septentrional, que va hacia el norte sobre la cuenca de Aquitania, y la otra la franja meridional, volcada hacia el sur hacia la cuenca del Ebro.

Mapa geológico de la cordillera pirenaica, con al representación de la distribución cartográfica de los principales grupos litológicos (programas ECORS, ESCI y IAMPublic Domain)

Dentro de la evolución orogénica de la cordillera podemos destacar que las las estructuras compresivas más antiguas son de la misma edad que la anomalía magnética oceánica encontrada en el golfo de Vizcaya. También, que el inicio de la convergencia fue contemporáneo la expansión oceánica del Golfo.

Las etapas iniciales de la creación del relieve tan solo consistía en la elevación del fondo marino, pero a medida que la convergencia de las placas progresaba, la cordillera creció en anchura y el margen exterior al sur del antiguo surco constituido por corteza ibérica, también se vio involucrado.

A través de las observaciones y con la ayuda de sondeos hemos llegado a un grado razonable de conocimiento de la estructura interna de los de los Pirineos. En cuanto a las variaciones de la gravedad, se encuentran contrastes de densidad en la litosfera. Algunas de las variaciones son fruto de factores cercanos a la superficie, como cuencas ocupadas por materiales sedimentarios. Otras anomalías reflejan factores más profundos ligados al límite entre la corteza y el manto. En la zona axial de los Pirineos se detecta una anomalía negativa de la gravedad que refleja el engrosamiento de la corteza bajo la cordillera, teniendo así indicios fiables de que la corteza pirenaica es más gruesa que la de las regiones sierras circundantes.

A principios de los años 80, se analizaron datos de refracción de ondas sísmicas y se cifró un engrosamiento cortical bajo la cadena, en la que pasaba de tener un espesor medio de 33 km a 45 km. Esa transición parecía hallarse bajo la falla Norpirenaica, que constituye una fractura vertical maestra que atravesaba toda la corteza separando dos dominios con espesor cortical diferente.

La corteza Ibérica tienda sumergirse hacia el norte bajo la europea. No obstante, diversos estudios discrepan sobre esta afirmación. Los análisis de ECORS-Pirineos concluyen que la superposición de las lacas es moderada, mientras que J.A.Muñoz, X Berastegui y más colaboradores discrepan ante esto,  opinando que la placa Ibérica está subducida a la Euroasiática a una gran profundidad. Sin embargo, el estudio de ECORS-Arzacq reveló de que podía reconocerse corteza Ibérica adentrándose hacia el manto hasta una profundidad de al menos 60 km. 

. Corte geológico occidental (perfil ECORS-ARZACQ) (Public Domain)ECORS_ARZACQ

Hoy en día, la convergencia entre las placas Ibérica y eurasiática a ha cesado. Los Pirineos cada vez están más erosionados, y sabemos que la cadena montañosa está descendiendo, aunque hay picos que parece que están sufriendo una elevación. A pesar de esto, la región sufre frecuentes terremotos de baja intensidad, aunque a lo largo de los años se han registrado algunos de mayor magnitud. esto se puede deber a la reactivación de algunas fallas antiguas. Algunos estudios recientes han encontrado indicios de la presencia de fluidos que impregnan las rocas, es decir, magma. de ser esto cierto, el magma podría buscar una vía hacia la superficie, algo que actualmente se ve lejano, pero no imposible, y que es importante tener en cuenta para poder estar preparados y que no nos pille de desprevenidos.

· Bibliografía: (artículo proporcionado por el prrofesor)

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