Historia y tecnología del buceo
Riesgos y enfermedades
El buceo, es una actividad que entraña diversos riesgos y peligros, destacando aquellos producidos debido al entorno subacuático y las enfermedades y otros síndromes causados de una exposición larga, o en malas condiciones.
Las enfermedades más comunes y también más dañinas son aquellas relacionadas con la presión y sus variaciones. La más recurrente es la conocida como ataque de presión, "bend" o enfermedad descompresiva (ED), la cual se debe a la formación de burbujas, normalmente de nitrógeno, en la sangre o tejidos corporales, producida por la mala detoxificación del gas inerte disuelto durante el buceo o una exposición de duración intensa a una presión específica.
Las enfermedades descompresivas se pueden deber a diversos motivos, haciendo hincapié en el ascenso veloz a la superficie del buceador sin que respete las tablas de buceo y las paradas de descompresión, para permitir recuperarse a los tejidos con una velocidad de 15 metros por minuto.
Los síntomas de ED aparecen en un período corto de tiempo después de la inmersión pero también, pueden aparecer incluso 24 horas después. Se dividen generalmente en tres grupos:
Tipo I: síntomas leves que producen dolor, manchas en la piel, molestias en articulaciones y músculos, vértigo, mareos, etc. Estos síntomas no pueden causar la muerte.
Tipo II: síntomas relativamente graves, como bloqueo en las articulaciones debido a las burbujas de aire. Estas molestias pueden producir deformaciones óseas, por lo que deben tratarse a tiempo.
Tipo III: síntomas graves producidos cuando las burbujas llegan a la columna vertebral. Puede producir afecciones en el sistema nervioso central, en el sistema respiratorio y en el sistema circulatorio, pudiendo causar problemas neurológicos como delirios muy fuertes e incluso la muerte. Suele venir asociado al síndrome de sobrepresión pulmonar.
Siempre que se aprecie algún síntoma de enfermedades descompresivas, se deberá atender al buceador lo antes posible, primero con primeros auxilios, administración de líquido y oxígeno y evitando el frío, siendo siempre preferible la utilización de cámaras hiperbáricas a la recompresión en el agua.
El traslado del paciente deberá realizarse estando acostado y con las piernas en alto para oxigenar el cerebro. En el caso de estar inconsciente se recomienda acostarlo sobre su costado izquierdo, para evitar una broncoaspiración24 25.