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Explotación de la sal en la historia y medios halófilos.

Época moderna.

   En el siglo XIX las cosas cambiaron mucho:

   El descubrimiento de la composición química de la sal (NaCl) en 1810, permitió que se pudiese crear sal artificial separando el cloro y formando la sal de epsom formada por magnesio. Así, los químicos descubrieron que la definición de sal no sólo correspondía a esta fórmula sino que también hacía referencia a todas las sustancias formadas al unirse una sustancia ácida con una básica, siguiendo la reacción:

ÁCIDO + BASE  --->  SAL + AGUA

   De este modo la Revolución Industrial trajo consigo, además de numerosos avances en la producción y cambios en la vida cotidiana de las personas, nuevas sales y técnicas de elaboración de sal, pero también nuevas técnicas de conservación de los alimentos, como el frío el artificial, haciendo que las salazones comenzaran a dejar de ser necesarias y por lo tanto que la sal comenzase a perder importancia. Aún así se produjo y se consiguió más cantidad de la sustancia que en las anteriores etapas gracias a la mejora en la maquinaria que permitía una mejor extracción y obtención de esta. Unos años antes comenzaron a explotarse las minas de Chile, el único lugar del mundo donde existe de forma natural el conocido como Nitrato de Chile, un tipo de sal totalmente natural que se utiliza como fertilizante. Este se convirtió en un elemento casi esencial en la agricultura española y gracias a la Revolución Industrial se pudieron traer mayores cantidades.8                                                                                                                                                             

   Desde comienzos del siglo XX la sal ya ha perdido mucha importancia debido a los avances, ya que las salazones han acabado de sustituirse, casi por completo, por la congelación de los alimentos, haciendo que deje de ser un bien económico. Aún así los avances han continuado y se han creado, por ejemplo, evaporadoras que permiten una mejor obtención de la sal. A pesar de estos importantes avances se han llegado a dar conflictos de nuevo en algunas zonas del mundo debido a la implantación de impuestos por la producción de sal. El caso más representativo o el más conocido es el ocurrido en India en 1930, que dio lugar a la conocida como marcha de la sal.9

   En el siglo XXI su comercio ha decaído por el avance en la medicina y la evolución de la mentalidad de las personas, ya que muchas de ellas se abstienen de tomarla o reducen mucho su consumo por los problemas que, aparentemente, puede causar a nuestra salud. Así, su precio es mucho más asequible. Además, actualmente se tiene más interés por sales, artificiales o naturales, de colores, como la llamada sal de alalea procedente de Hawái, o por otro tipo de especias.

   Aunque con el paso del tiempo su valor haya disminuido, del mismo modo que su uso, la sal es un elemento tan esencial que continuará siendo necesario tanto a nivel personal como a nivel industrial. Es más, incluso se piensa que su consumo, industrialmente hablando, aumentará gracias a la aparición de nuevos elementos como los reactores de sal fundida, un tipo de reactor nuclear que utiliza una mezcla de sal fundida como refrigerante o incluso como combustible. 10

   En España, los avances y transformaciones más importantes en relación a la sal se produjeron a partir de la segunda mitad del siglo XX, cuando se incorporaron nuevas tecnologías y se modernizaron los procedimientos de obtención. Esto permitió que se crease una gran red industrial por toda la Península que se impuso sobre las pequeñas explotaciones salineras que ya dejaban de ser rentables. Esto, junto con el gran número de salinas y explotaciones que se pueden encontrar en todas las costas, aunque principalmente en el levante, ha hecho que en nuestro país se hayan desarrollado algunas importantes empresas productoras de sal, como la Unión Salinera de España, SA, o la Esco Spain, SL, entre muchas otras. Por último, parece interesante mencionar y localizar los dos yacimientos más importantes de la historia: el de Cardona, Barcelona, que ya se ha abandonado y solo se utiliza de forma turística, y el de Cabezón de la Sal, Santander, explotado actualmente. 11 12

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