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CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN DEL PATRIMONIO SUBACUÁTICO

Hallazgos curiosos

Cuando hablamos sobre arqueología, ya sea submarina o terrestre, inmediatamente lleva consigo la palabra hallazgo: "cosa material o inmaterial que se halla o descubre". El objetivo primoridial de las prospecciones subacuáticas son, como es lógico, hallar pecios, barcos, restos orgáncios de animales (elefantes, mamíferos en sí), ánforas, cubertería, herramientas, etc. Cualquier cosa encontrada bajo el mar ofrece innumerables oportunidades de agrandar los conocimientos que tiene el ser humano de algo inmenso de cuya mitad desconocemos: el océano.

A continuación, veremos algunos de esos tantísimos hallazgos que, desde que el ser humano tiene la capacidad de investigar, la humanidad ha llegado a conocer:

  • BARCOS FENICIOS DE MAZARRÓN

Mazarrón es una ciudad y municipio español, perteneciente a la Región de Murcia, situado en la comarca del Bajo Guadalentín. Tiene una extensión de 318,7 km² y una población con más de 30.000 habitantes. La economía se basa en la agricultura, en la pesca, y principalmente en el turismo, siendo Mazarrón uno de los principales centros turísticos de la Región de Murcia.

El pecio de los barcos fenicios de Mazarrón fue descubierto en el año 1988 y fue sometido a un proceso de excavación, extracción, y restauración desde el año 1993.

El barco de Mazarrón I posiblemente fue la primera embarcación fenicia localizada en el Mediterráneo del S.VII a.C. Este pecio nos ayuda a un mejor conocimiento arqueológico de la dinámica de colonización fenicia de las tierras del interior, al mismo tiempo que significa un punto intermedio entre dos de los enclaves feniciopúnicos litorales tradicionalmente documentados por la investigación y qué son Ibiza y Villaricos.

El barco Mazarrón II conserva todos los elementos en posición y curvatura originales, a diferencia del Mazarrón I cuyo material se encontraba disperso. El barco Mazarrón II se encuentra en la playa de "La Isla". En el ARQUA se expone una réplica exacta del mismo. La carga de los dos barcos estaba constituido fundamentalmente por bloques de litargirio para la minería de plata.

Barco de Mazarrón II, Playa de la Isla, Región de Murcia

 

Reconstrucción del pecio Mazarrón II en el ARQUA de Cartagena

Restos originales del pecio Mazarrón I

Restos originales del pecio Mazarrón I

Parte del cargamento del barco fenicio

En este vídeo podemos observar cómo un equipo de investigación español lleva a cabo la correspondiente conservación in situ y la extracción de los diversos elementos que conforman el barco fenicio de Mazarrón II.

  • CAP DEL VOL

El Cap del Vol, un pecio de finales del siglo I a.C., está situado a unos 25 metros de profundidad y cerca del Port de la Selva, en la provincia de Girona.

Alrededor de la última década del siglo I a.C., durante el reinado de Augusto, una embarcación construida probablemente con la técnica de los iberos recibió una carga de unas 200 ánforas en Baetulo, la actual Badalona. Las ánforas habían sido producidas en una alfarería de la misma Baetulo y contenían miles de litros de vino de la zona. El barco, de una sola vela y de poco calado, había sido concebido para la navegación de cabotaje, es decir, para transportar un cargamento a lo largo de la costa, sin adentrarse en aguas profundas pero expuesto a los escollos y a las terribles acometidas laterales de las olas y el viento. Probablemente puso rumbo a Narbona, al sureste de Francia, desde donde se redistribuiría la mercancía, pero nunca llegó a puerto. La fuerte corriente causada por un temporal debió impedir el avance de la nave y los marineros echaron el ancla para no estrellarse contra las rocas, pero el agua penetró en el interior del barco y se hundió lentamente. Durante más de 2.000 años ha permanecido encallado en el fondo arenoso, a unos 25 metros de profundidad y cerca del Port de la Selva, en la provincia de Girona.

Un arqueólogo subacuático del CASC realiza unas anotaciones frente al pecio

El barco conocido como "Cap del Vol" nunca llegó a puerto, pero siglos después sus restos han aportado información muy valiosa sobre la navegabilidad y sobre las rutas comerciales que predominaron en la época.

  • PECIO DE CABRERA

 

Un equipo de arqueólogos descubrió en octubre de 2016 un barco de la antigua Roma que naufragó frente a las costas de la isla de Cabrera, en Baleares, hace unos 1.800 años. El pecio se encuentra a 70 metros de profundidad y fue explorado y fotografiado en detalle por dos buzos profesionales. Los responsables del hallazgo creen que muchas de las ánforas que portaba el navío están aún en su posición original y que el yacimiento ha permanecido a salvo de los expoliadores todo este tiempo. El barco está enterrado bajo las ánforas.

Según sus descubridores, que presentaron el hallazgo en Palma de Mallorca, se trata del pecio mejor conservado del archipiélago balear y uno de los pocos que existen intactos en todo el Mediterráneo Occidental. “Que nosotros sepamos, es la primera vez que se encuentra un pecio en aguas españolas completamente inalterado desde su hundimiento”, resaltó Javier Rodríguez, uno de los arqueólogos subacuáticos que participó en la exploración y documentación de los restos. La dificultad de acceso y el hecho de que estas aguas son parte de un Parque Nacional han sido claves para preservarlo.

El vicepresidente del Consell de Mallorca, Francesc Miralles, responsable de Patrimonio, ha destacado que tras confirmar el análisis inicial el valor del hallazgo, es preciso «establecer mecanismos para la preservación de este bien patrimonial y habilitar sistemas para que esta riqueza cultural pueda llegar a la población».

Ha recordado que para ello será muy relevante culminar la Carta Arqueológica Subacuática de Mallorca que ha puesto en marcha la institución insular.

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