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Radioenlaces digitales punto a punto fijos y transportables

Radioenlaces fijos en la banda de microondas (desde 2 Ghz hasta  aprox. 8 Ghz)

Cuando se realiza un despliegue de redes de telecomunicaciones, o se quieren establecer enlaces de datos punto a punto, en ocasiones resulta inviable realizar un tendido de cables de fibra óptica, de manera rápida, porque hay que realizar una obra muy costosa y de larga duración.

Se recurre en estas situaciones a la utilización de sistemas de radiocomunicación punto a punto,  que en la mayoría de las ocasiones son fáciles de desplegar puesto que se utilizan emplazamientos que se encuentran ya construidos en sitios elevados, utilizados ya anteriormente con otros radioenlaces de microondas, prácticamente siempre con línea de vista (line of sight o LOS) entre los equipos de radio (o sus antenas al menos) y que deben como mucho, reacondicionarse para los nuevos equipos a instalar.

Estos cambios, por experiencia propia, pueden ir desde aumentar la potencia de los equipos de alimentación de tensión continua, pasando por desmontar equipos obsoletos y apagados desde hace tiempo o hacer una pequeña sala para añadir los nuevos equipos.

Principio de funcionamiento de un radioenlace punto a punto

Un esquema típico de un radioenlace bidireccional (analógico o digital), equipado por ejemplo, con tres vanos repetidores, es el que he dibujado debajo.

Perfil de un radioenlace de microondas con estaciones repetidoras
Perfil de un radioenlace de microondas (CC BY-NC-SA)

Se puede observar que en las estaciones terminales he añadido un "mux" o multiplexor de datos, que puede ser un equipo PDH que transmita 140 Mbits/s o SDH y transmita 155 Mbit/s hacia la otra estación terminal. A la vez que se transmite desde un terminal, se recibe la trama del terminal situado en el extremo contrario del enlace.

Esta señal de datos, se modula sobre una portadora de radiofrecuencia, que dependiendo de la capacidad de tráfico del equipo (2, 8, 34, 140 Mbit/s en PDH o hasta 155 Mbit/s en SDH) podrá ir desde unos 2 Ghz (baja capacidad) hasta típicamente 8 Ghz (alta capacidad).

Cuando se tratan de enlaces con vanos radioeléctricos cortos, como son los típicos de los radioenlaces para unir estaciones base de móviles entre sí o hacia una RNC (telefonía móvil 3G), se trabaja con frecuencias entre 18 a unos 40 Ghz. En estas bandas, los sobrealcances son bastante bajos por la atenuación introducida por el espacio libre.

La banda de 2 a 8 Ghz, en telecomunicaciones normalmente la conoceréis en estos equipos como "enlaces de microondas" y en ocasiones, pueden llegar a utilizarse frecuencias de hasta 40 Ghz pero para situaciones que requieren muchísimo tráfico y muy corto alcance (pocos kilómetros o cientos de metros), como indiqué antes.

Siguiendo con el esquema de arriba, en la estación repetidora del vano 1, la señal recibida de la estación terminal, se retransmite hacia el  vano 2, que a su vez la retransmitirá hasta llegar a la estación terminal situada en el vano 3 del radioenlace. Pero a la vez que la primera estación repetidora repite la señal hacia el vano 2, repite la señal procedente del vano 2 y la envía hacia la estación terminal situada en el vano 1, hacia su lado de recepción.

Es decir, en este ejemplo, el radioenlace es bidireccional: a la vez que transmite información, también la recibe. Esto no es siempre así, hay situaciones que requieren máxima fiabilidad y solo es necesario transmitir en un sentido y se orientan los equipos de transmisión en un sentido y de recepción hacia el otro.

Radioenlaces con sistemas redundantes de protección 1+1

En un radioenlace normal, como en el ejemplo que he dibujado con 3 vanos repetidores, en el caso de que una de las estaciones repetidoras tuviera un problema de funcionamiento, ya sea por una avería o un efecto radioeléctrico (atenuación excesiva por fadding selectivo, formación de conductos, etc.), todo el sistema quedaría inutilizado. 

Podíamos estar recibiendo señal de una estación terminal por ejemplo, y en la otra terminal estar cortada la recepción por esa avería o problema de propagación.

Para evitar esta situación, se utilizan configuraciones de equipos que tratan de minimizar ese efecto. Así, si tenemos un equipo cuya información es vital que llegue a su destino, configuramos sistemas redundantes (sistemas en los que algunos módulos están duplicados para garantizar la seguridad de los datos) en los que, como es el caso del ejemplo, configuramos los radioenlaces para que solo transmitan la señal desde una estación terminal hacia la otra, a través de dos frecuencias diferentes, pero sin recepción del terminal remoto. Esta técnica que consiste en transmitir la misma señal en dos frecuencias diferentes se conoce como diversidad de frecuencias.

En el dibujo del ejemplo, si tenemos una transmisión de televisión muy importante que queremos proteger, enviamos la señal de televisión por dos radiocanales (equipos de radio) diferentes de manera simultánea (esa es la redundancia) hasta el terminal remoto. Si fallara uno de los equipos, el otro es improbable que falle, garantizando la recepción de la señal de televisión que es tan importante para nosotros.

Un caso típico con esta configuración podría ser la que tenemos cuando durante los JJOO de España 92, se realizaban emisiones de TV desde un estadio olímpico con dos transmisores simultáneos hacia el centro de recepción de televisión, donde estaban situados los dos receptores correspondientes. Si fallaba uno de los transmisores, el otro estaba recibiendo la señal de TV. Podéis ver este tipo de equipos conocidos como TM-400 de Alcatel, en Torrespaña en Madrid.

Aquí tenéis un croquis de funcionamiento de una configuración 1+1 unidireccional de este tipo:

Radioenlace microondas en configuración 1+1
Radioenlace microondas en configuración 1+1 (CC BY-NC-SA)

Se puede ver que, en el terminal situado a la izquierda se transmite por ejemplo una señal de TV a través de dos radiocanales diferentes (aunque una sola antena) hacia el otro terminal situado, por ejemplo en Torrespaña donde van a recibir la señal de TV en dos canales. En el centro emisor se elige la señal de mejor calidad y la otra se sigue recibiendo por si fallara la señal principal.

Otra manera de proteger la transmisión de la señal en un radioenlace, aparte de añadir un canal unidireccional, podría ser añadir en los vanos en los que se ha detectado problemas de fadding, del tipo que sea, es añadir un sistema de diversidad de espacios.

La diversidad de espacios consiste en añadir dos antenas de recepción en el vano problemático, normalmente en las dos estaciones del vano, de forma que se añaden un receptor normal y un receptor de diversidad sincronizados de forma que si la señal que se recibe en el receptor normal es muy baja, cercana a tener BER y en el receptor de diversidad, el nivel recibido es alto, automáticamente se recoge la información del receptor de mejor calidad de señal.

En este otro dibujo tenemos un ejemplo de diversidad de espacios en una estación repetidora del radioenlace: hay un lago que produce reflexiones de la señal del radioenlace de microondas y tenemos problemas de nivel de recepción, añadimos una antena parabólica adicional de diversidad con su correspondiente receptor y reducimos el problema del nivel de señal recibido a la mínima expresión. Al estar una antena varios metros debajo de la otra, la señal de radiofrecuencia en la antena normal debe de recorrer un espacio de 8-9 metros más que la antena de diversidad situada justamente debajo, en el lugar que se haya calculado con el programa de análisis de propagación; este retardo entre una señal (a señal que llega por la antena normal) y la otra (la señal recibida por la antena de diversidad) se compensa en cierta manera añadiendo unos metros de cable adicionales enrollados junto a la antena de diversidad; así, el desfase entre ambas señales se reduce notablemente, aunque requiere  una compensación adicional en algún punto del camino de la señal de radiofrecuencia.

Vano radioeléctrico con antenas receptoras en diversidad de espacios
Vano radioeléctrico con diversidad de espacios (CC BY-NC-SA)

Características de los radioenlaces fijos de microondas

Puesto que las ondas de radio son ondas electromagnéticas que se propagan por el espacio, debemos de tener en cuenta en ellas las siguientes propiedades:

  • Reflexión.
  • Refracción.
  • Difracción.

Estas propiedades de las ondas electromagnéticas nos van a influir en el comportamiento de las ondas de radio, especialmente en la banda de microondas utilizadas en los sistemas de telecomunicación profesionales: hay que garantizar que la transmisión de la información no se interrumpe y que si es así, tengamos alternativas para no perder esa información.

Por otro lado, debido a que en las bandas de 2-38 Ghz que son las bandas utilizadas en los radioenlaces fijos hay frecuencias más propensas a sufrir atenuaciones por las condiciones atmosféricas, en otras por formación de conductos, reflexiones, etc., debemos de conocer muy bien la banda de frecuencias de los equipos para evitar los problemas que nos puedan provocar en el funcionamiento de nuestros equipos.

Algunas de las características básicas que deben de cumplirse en los radioenlaces de microondas, como ya he puesto en otras páginas, serían:

  • Las antenas parabólicas tienen que tener línea de vista (Line of Sight), para garantizar máximo nivel de señal recibido sin obstáculos que corten o interfieran el trayecto directo de la señal de radiofrecuencia.
  • Si hay posibilidades de pérdidas de señal, se puede recurrir a la utilización de técnicas de diversidad de espacios (instalación de dos antenas parabólicas separadas una distancia precalculada cada una de ellas conectada a un receptor de microondas) o a las técnicas de diversidad de frecuencias.
  • Se debe de analizar el clearance del vano radio, es decir, que en el caso de que haya obstáculos entre las dos antenas que constituyen el vano radioeléctrico, no provoquen interferencia o pérdidas en el nivel de señal que se recibe.
  • Debemos de asegurarnos que lleguen al menos 3 zonas de Fresnell de la señal de radiofrecuencia que estemos emitiendo a la otra antena del vano.
  • Se debe de garantizar el margen de fadding establecido por la compañía de telecomunicaciones para garantizar la disponibilidad del servicio.
  • Deberemos igualmente de haber analizado las reflexiones/difracciones del vano radio (por ejemplo, si hay en el vano radioeléctrico una gran superficie de agua, como puede ser un lago que se forme durante un período de lluvias, éste se puede comportar como un espejo y producirnos trayectos múltiples de la señal de radiofrecuencia a determinadas horas); este último fenómeno puede obligarnos a instalar un sistema con diversidad de espacios o lo que es lo mismo: instalar dos antenas de recepción, conectadas cada una a un receptor de radio de forma que si un receptor se corta la señal recibida, por el otro receptor se siga recibiendo señal.

Trayectos múltiples

El fenómeno de trayectos múltiples es fácil de explicar: imaginemos que tenemos un rayo láser de color verde, que tiene un haz principal que apunta hacia una pantalla de color negro y un lóbulo secundario que rebota en un espejo situado en el suelo. Al tratarse de ondas electromagnéticas, éstas se pueden reflejar en el espejo situado en el suelo y llegar al mismo punto donde llega el haz principal del rayo láser de color verde.

Si la fase del haz principal llega en un máximo de señal y el haz que llega rebotado a ese mismo punto del haz reflejado está en oposición de fase, las señales se restan y baja la potencia recibida. En el peor de los casos, si las amplitudes de las señales fueran iguales, el haz verde dejaríamos de verlo reflejado en la pantalla de color negro.

En el caso de un radioenlace, vuelvo a dibujar el perfil de un receptor de diversidad:

Vano radioeléctrico con antenas receptoras en diversidad de espacios
Diversidad de espacios por reflexiones en la superficie del agua (CC BY-NC-SA)

Margen de fadding

Uno de los requisitos que suelen querer garantizar las compañías de telecomunicaciones que utilizan radioenlaces de microondas, es garantizar que, aunque se produzca una pérdida de señal por desvanecimiento, fadding selectivo, trayectos múltiples, formación de conductos, etc. el nivel de señal mínimo recibido en la antena, debe ser mayor a la sensibilidad del receptor en unos órdenes de magnitud fijados por la empresa de telecomunicaciones. Esto es conocido como margen de fadding y lo establecen las operadoras de telefonía/datos para garantizar una calidad de servicio mínima (Service Level Agreement o SLA).

Veamos con un ejemplo qué es el margen de fadding:

Supongamos que tenemos un radioenlace digital con tecnología PDH (jerarquía digital plesiosíncrona) a 140 Mbit/s, transmitiendo en la banda de 8 Ghz y con una potencia de transmisión en antena de + 30 dBm y al que el fabricante garantiza una tasa de error de 10-6 cuando el nivel de señal recibido es de -73 dBm; asimismo, garantiza un nivel de 10-3 cuando este nivel cae a -77 dBm. Para haceros una idea, un margen de 10-6 supone oír en una conversación telefónica un pequeño ruido de fondo; sin embargo, en el caso de un nivel de 10-3 escucharíamos muchísimo ruido, con cortes de la señal de audio; en ese nivel de BER (binary error ratio) el radioenlace genera una señal de alarma.

Si la compañía de telefonía quiere garantizar un margen de fadding de 40 dB (es decir, la señal puede disminuir hasta 10.000 veces su valor nominal), el nivel de señal que se tendría que recibir sería aproximadamente de -33 dBm. Partiendo de este valor, se determina de manera aproximada la distancia que puede haber de separación entre la estación repetidora (o estaciones repetidoras, puedo poner varias estaciones repetidoras en cascada, una detrás de otra).

Nos falta contabilizar la ganancia de las antenas de emisión y de recepción, pero éstas las fija la compañía de telefonía: son por ejemplo, dos antenas RFS Kabelmetal para 8 Ghz, una para la recepción y transmisión normal y otra para la recepción de diversidad, con discriminación de polaridad, radomo de protección y una ganancia de unos 40 dB a dicha frecuencia y eso sí, unos 4 mts. de diámetro.

Con estos datos, la compañía de telefonía puede establecer donde instalar el emplazamiento de las estaciones repetidoras de radio, la altura de las antenas parabólicas (antena normal y antena de diversidad). Hay disponibles multitud de programas para realizar los estudios de propagación en el vano donde se va a instalar el radioenlace, que recurren a planos digitalizados que se le deben de suministrar al programa y a la información facilitada por la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones (o el órgano competente en cada momento) que detalla qué radioenlaces se encuentran en las proximidades de nuestros emplazamientos, para analizar las interferencias que nos pueden ocasionar.

Los radioenlaces típicamente se han utilizado en zonas montañosas, dada la dificultad de realizar canalizaciones subterráneas en las montañas, barrancos, ríos, etc., básicamente como redes redundantes a las redes cableadas. Si por ejemplo, una red de fibra óptica erra destrozada por una excavadora, por un tractor, etc., se reencaminaba el tráfico a través de estos equipos.

Ahora mismo, con las redes 3G, 4G y 5G, las capacidades de estos radioenlaces se quedan a años luz de la capacidad que tienen las fibras ópticas para la transmisión de datos, pero si se necesita restablecer solo las comunicaciones telefónicas y no las de datos, como era su planteamiento inicial, eran suficientes.

Los radioenlaces de microondas ahora mismo desplegados por las operadoras de telefonía trabajan mayoritariamente en las bandas de 18, 26 y 38 Ghz. Hay que tener en cuenta que no se transmite más que +27 dBm de potencia y los alcances de cada vano suelen ser cortos: varios kilómetros para enlazar las estaciones base con el Network Operation Center (otras compañías lo llaman Centro Nacional de Supervisión y Operación) a través de un canal de supervisión, independiente o suplementario a la red de datos de las estaciones base.

En ocasiones, estos enlaces de microondas se interrumpen porque cae el nivel de señal por debajo del margen de fadding: lluvia intensa, neblina, etc. debido a que la frecuencia de resonancia del oxígeno aumenta la atenuación de la señal de una forma brusca, cortando el tráfico telefónico y de datos.

Instalaciones tipo de radioenlaces fijos

Aquí tenéis uno de los múltiples ejemplos: un radioenlace donde se observan dos antenas orientadas aparentemente en la misma dirección y que no están configuradas en diversidad de espacios. Se trata de una estación terminal que recibe de dos radioenlaces diferentes, a modo de sistema redundante (de protección); si se pierde un enlace por avería, fadding selectivo, niebla, lluvia, etc., podemos seguir recibiendo la señal procedente de la otra estación que suministra las comunicaciones. a modo de un conmutador de datos que puede recibir y transmitir hacia diferentes enrutadores que llevan al mismo destino si alguno de ellos falla.

Estación terminal de radioenlaces digitales
Estación terminal de un radioenlace (CC BY-NC-SA)

El rayo de color rojo sobre el radomo de protección de la antena, se corresponde con el fabricante de antenas Andrew, que actualmente se llama Commscope, donde podemos encontrar antenas de las características de nuestra estación terminal de radioenlace.

Los radioenlaces de microondas que despliegan las compañías de telecomunicaciones, como indiqué anteriormente suelen trabajar en la banda de 2 Ghz, 6 Ghz y de aquí hasta los 50 Ghz. Las bandas de frecuencia bajas se encuentran muy saturadas desde hace años y los radioenlaces que se despliegan actualmente suelen tener frecuencias de trabajo a partir de 10 Ghz.

Cuando se trabaja con frecuencias de microondas hay que tener en cuenta unas características de propagación de la señal de radio que en frecuencias inferiores no te afectan.

  • Determinadas bandas de frecuencias de microondas son seriamente afectadas por el medio ambiente: dado que la frecuencia de resonancia del oxígeno está próxima a 20 Ghz, si transmitimos en dicha banda de frecuencia se produce una gran pérdida del nivel de señal. Se utiliza esta banda para vanos de radio de pocos kilómetros.
  • Las señales en las banda de microondas, utilizan como medio de propagación un guiaondas, que puede ser un guiaondas rectangular o un guiaondas elíptico, es decir, un "tubo rectangular o elíptico" hueco en su interior y recubierto de un material altamente conductor, para disminuir las pérdidas de señal al propagarse desde los equipos de microondas hasta las antenas.
  • Cuanto más elevada es la frecuencia, el diámetro de la antena parabólica a utilizar, a igualdad de ganancia, es mucho más pequeña
  • La mayoría de las antenas parabólicas profesionales, tienen el iluminador de la antena protegido por un radomo: unas veces es una lona y otras una cubierta de plástico ABS. Con ello se protege de las condiciones atmosféricas el iluminador y se evita que, como sucedía antes, las cigüeñas hagan sus nidos en el iluminador de la antena.

Unas antenas típicas de microondas, en la banda de 8 Ghz y con diversidad de espacios del fabricante RFS Kabelmetal, de 4 mts. de diámetro y unos 40 dB de ganancia, con su radomo de protección de lona, para proteger el iluminador, son las que aparecen en la presente fotografía de la estación Leganés-Radio:

Radioenlaces transportables punto a punto 

Los radioenlaces fijos se caracterizan por una alta fiabilidad y calidad de servicio, pero no sirven para desplazarlos ni reorientarlos continuamente. Por ello, cuando se requiere improvisar durante un tiempo (varios días/meses) un radioenlace para la realización de un evento deportivo, una retransmisión de un acto social, etc., se requiere otro tipo de equipo. Son los conocidos como radioenlaces transportables.

Constaban de un trípode con las cabezas de emisión y recepción de radiofrecuencia en la banda de microondas (de 8 hasta 40 Ghz hace unos años), cerca del evento a transmitir (por ejemplo, un partido de fútbol conectaba las cámaras a la banda base del radioenlace y transmitía hacia el centro emisor de TV que podía estar a 30 Kms de distancia) y en el centro emisor había un equipo idéntico que recibía la señal de TV, la demodulaba y emitía por el canal de televisión.

Era frecuente ver por ejemplo en el edificio de Torrespaña de Televisión Española, varias antenas rojas en la parte superior, que se dedicaban a este tipo de eventos móviles. Se variaba la orientación e inclinación de las antenas, ajustando niveles de emisión y recepción y se recibía/transmitía por éllos.

Se basan en un módulo de radio de microondas transportable, similar a la ODU de los radioenlaces de las operadoras de telefonía, unido a un módulo de banda base, similar a la IDU de un radioenlace Minilink, pero dentro de una caja hermética con asas para llevar en mano.

Básicamente consta este equipo de una cabeza de emisión de microondas, junto a una cabeza de recepción de microondas (módulos independientes, con una asa para su transporte e instalación individual) unidos cada módulo con un cable coaxial de bajas pérdidas similar al RG-213 pero para intemperie, a una unidad de banda base de recepción o de transmisión. Estas dos unidades se asociaban a un duplexor de microondas de la misma banda que tuvieran las cabezas de radiocomunicación (desde 8, 18 y 38 Ghz que yo conozca).

Estas unidades de banda base podían ser analógicas para transmitir/recibir 1 canal de TV estéreo o 1 radiocanal de 34 Mbit/s de tecnología PDH, que se asociaría a un MUX digital de esa velocidad, también PDH para por ejemplo, una transmisión durante unas horas o una situación de emergencia que hubiera que activar un servicio telefónico especial (por ejemplo, en caso de catástrofe, improvisar una central telefónica).

No dispongo de una fotografía de la IDU, o unidad de banda base, pero sí de las cabezas de radio de microondas y de la parabólica asociada (ambos fijados en un trípode de alta calidad) de un curso que impartí hace muchos años.

Presentación de radioenlace TM400
Curso de radioenlace TM 400 de Alcatel (CC BY-NC-SA)

Este radioenlace transportable TM-400, muy utilizado por Televisión Española (en su versión analógica para retransmisiones móviles de todo tipo de eventos, por ejemplo hacia el edificio de Torrespaña) y en su versión digital de 34 Mbit/s en PDH, para operadoras de telefonía en situaciones de emergencias por corte de servicio fueron muy utilizados desde los años 80, en bandas de frecuencia desde 8 Ghz hasta 40 Ghz.

Con la evolución de los equipos de radiocomunicación, estos equipos han sido sustituidos por otros más pequeños.

Planificación radio

Una de las tareas que se realiza antes de instalar un radioenlace fijo, es utilizar un programa que permita planificar los niveles de señal que se deberían de recibir cuando se instale un radioenlace punto a punto en zona urbana. Uno antiguo (allá por el año 2000) pero muy eficaz era ICS Telecom, que requería para su correcto funcionamiento disponer de la cartografía digitalizada de la zona a analizar su cobertura.

Aunque no lo he mencionado anteriormente, el radio de curvatura de la tierra se debe de tener en cuenta al realizar los cálculos de un radioenlace, normalmente esta constante de la tierra, se ajusta a 4/3, puesto que a partir de varios kilómetros de distancia, sí nos va a afectar el radio de curvatura de la tierra.

Este programa aunque ya anticuado, permitía conocer, a partir de una cartografía digitalizada de una zona urbana (antes de aparecer Google Earth) y de los diagramas de interferencia facilitados por la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones, los niveles casi exactos que se iban a obtener en las antenas receptoras. El programa analizaba, en base a la información que se le facilitaba de los emplazamientos seleccionados, los niveles de señal que se recibirían, la altura a la que se deben de instalar las antenas y su orientación.

Estos programas necesitan conocer, entre otros datos:

  • El grado de disponibilidad del enlace a garantizar (tiempo previsto sin cortes durante un año).
  • Las frecuencias de emisión y de recepción asignadas por la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones.
  • El nivel de recepción mínimo requerido y el margen de fadding que queremos tener.
  • La potencia de emisión (suele ser menor de 27 dBm).
  • La ganancia de las antenas emisora y receptora.
  • Los puntos geográficos en coordenadas GPS donde se iban a instalar los emplazamientos de las antenas, que se compran a una empresa especializada en la digitalización de cartografías, con mayor precisión que programas gratuitos de Google, entre otros.
  • La climatología de la zona también se incluye: no es lo mismo un radioenlace en 18 Ghz en Madrid que en Alicante (mayor humedad y temperatura).

Tras configurar los datos indicados, transcurrido un período de un par de días (dependiendo de la potencia del equipo informático utilizado), tras analizar interferencias, líneas de vista, reflexiones, zonas de Fresnell, clearance, obstáculos en filo de cuchillo, con este programa obteníamos los niveles de señal de recepción, altura de las antenas a instalar y teniendo en cuenta el margen de fadding que había que garantizar, la viabilidad del enlace. Los cálculos eran tan precisos que no había más de 1 o 2 dB de diferencia entre los valores reales obtenidos y los cálculos teóricos.

Si el enlace no resultaba viable, se empezaba nuevamente a buscar emplazamientos distintos y se repetían todos los cálculos, introduciendo nuevamente todos los parámetros.

Un programa de pago muy utilizado es Xirio, aunque dispone de una versión gratuita y en esta página se puede ver un programa muy utilizado por mis compañeros ingenieros de telecomunicación.

Algunos programas comerciales, como el de este enlace, permiten realizar mapas de cobertura de sus radioenlaces punto a punto; basta cambiar los datos de los equipos para adaptarlo a nuestras mediciones. Por ejemplo, el fabricante de radioenlaces WiFi Ubiquiti, con los datos de sus equipos y el perfil del terreno, nos permite elaborar planos similares a los de la imagen:

 Se puede observar, si se amplía este mapa, que en la parte de la derecha, tenemos disponible el perfil del vano radioeléctrico: se pueden observar los obstáculos del terreno y podemos ver la necesidad de añadir una estación repetidora en el pico más elevado, situado en la parte derecha de la imagen. Esta estación repetidora conectaría con la estación terminal, situada a la derecha.

Conseguiríamos así tener línea de vista (line of sight), dejaríamos pasar al menos hasta la tercera zona de Fresnel y mejoraría el Clearance (despejamiento, visibilidad), haciendo que el enlace fuera viable.

El "clearance" es la distancia de la cúspide del obstáculo a la recta que une las antenas de las estaciones a enlazar. Se considera negativo si esta recta corta el obstáculo, puesto que las frecuencias utilizadas, se atenuarían de tal manera que no llegarían a su destino.

He incluido un documento en inglés de Alcatel-Lucent que puede resultar de interés sobre la evolución de los radioenlaces punto a punto, dado el gran tráfico actual entre las estaciones  base de móviles que es donde más frecuentemente se instalan. Se presentan las consideraciones básicas que regulan el tráfico en las estaciones base: el tráfico de datos, fundamentalmente ethernet. Para ver el documento, pincha aquí.

Como bibliografía interesante para este tema, se puede consultar el manual "Cálculo de enlaces" de Telettra España (posteriormente Alcatel España), "Transmisión por radio", y "Comunicaciones móviles" publicados en la ETS de Ingenieros de Telecomunicación y posteriormente por la Editorial Ramón Areces por José María Hernando Rábanos.

Ficheros adicionales